"El tenis es como una relación", explica Tashi (Zendaya) con cierto aire de superioridad mientras habla sobre su última victoria en el circuito amateur. Desafiantes (Challengers, 2024), lo nuevo de Luca Guadagnino, sustenta su propuesta en esa frase al plasmar un tórrido triángulo amoroso como el partido del deporte blanco más intenso e impredecible de la temporada. Tomando prestada de esta disciplina la forma en que el estado anímico de los jugadores se altera de un instante a otro, la cinta nos adentra en la cambiante dinámica de poder al interior de una relación tripartita basada en la lujuria, la manipulación y el deseo de salirse con la suya. Esta no es una historia sobre tenistas, sino de tres guapísimos individuos que resultan ser tenistas cuya pasión por salir vencedores, tanto fuera como dentro de la cancha, es más grande que cualquier otra cosa.
Imagen: Frenesy Film Company, Metro-Goldwyn-Mayer, Pascal Pictures, Why Are You Acting Productions |
Guadagnino es un tipo que ha explorado el romance desde muchas vertientes. Del primer e imposible amor en Llámame por tu Nombre (Call Me by Your Name, 2017) hasta la oscura y cruda interacción entre dos almas en pena en Hasta los Huesos (Bones and All, 2022), el italiano se ha valido de los cuerpos para expresar lo más visceral del amor. Por supuesto, la tarea de concebir estas historias se la ha dejado a otros desde hace ya un tiempo, y Desafiantes no es la excepción. Justin Kuritzkes —quien, curiosamente, está casado con Celine Song, directora de Vidas Pasadas (Past Lives, 2023), que también explora la dinámica de un triángulo romántico, aunque uno 1000% menos tóxico del que hablaremos ahora— salta a escena por primera vez con un guion incisivo y altamente estimulante que se acopla a la perfección a las filias del cineasta en cuestión.
Kuritzkes se vale de una narrativa fragmentada para conseguir que la tensión alrededor de un decisivo juego, y no solamente el que tiene lugar en el torneo en que participan los personajes, vaya en aumento. Además, como si se tratasen de servicios, el guionista muestra cómo la ventaja va cambiando de un momento a otro; la dinámica de poder dentro de este trío se convierte en una montaña rusa de pasiones que no siempre manifiesta explícitamente las intenciones de cada uno, lo que hace que la trama se torne gradualmente interesante. Astuta resulta la manera en que los constantes saltos temporales, como en un partido cualquiera, mantienen al espectador girando su cabeza de un lado a otro para no perderse de nada.
Imagen: Frenesy Film Company, Metro-Goldwyn-Mayer, Pascal Pictures, Why Are You Acting Productions |
Pero Guadagnino también tiene un gran mérito, pues su dirección eleva al máximo lo propuesto por el guion. El cineasta saca lo mejor de Zendaya, Josh O'Connor y Mike Faist al explorar visualmente sus deseos más íntimos. Las melodramáticas interpretaciones que Guadagnino consigue surgen como el medio ideal para tratar lo hecho por Kuritzkes. El fuego interno de estos jugadores queda plasmado en sus intensas interacciones y hasta el mismo entorno; llamativa es aquella secuencia en la que Tashi y Patrick viven un instante casi salvaje mientras las incontenibles ráfagas de viento amenazan con arrastrarlos. Aunado a ello, el tono homoerótico de la historia es resaltado en distintas escenas en las que la conexión entre Patrick y Art llega a un nuevo nivel, lo cual subraya esa inquietud del director por explorar lo más profundo de sus personajes en cuanto a su identidad.
Y tenemos que hablar también de la fotografía de Sayombhu Mukdeeprom, que se luce en la secuencia final develando todos los ángulos posibles para capturar un partido de tenis. Desde pelotas que parece que se van a salir de la pantalla, pasando por un POV que nos lleva de un lado a otro de la red, hasta una toma imposible que nos permite ver a los jugadores desde abajo, como si hubiera un cristal, lo visual y el montaje mantienen al espectador al borde del asiento en esos minutos finales. Y lo mejor es que el tenis realmente es lo menos importante; tanto lo que buscan Guadagnino, Kuritzkes y Mukdeeprom es que sintamos la confrontación psicológica aquí representada a través de todos los canales posibles, y ahí es donde entra la música de Trent Reznor y Atticus Ross, que, inspirada en el techno, aumenta las revoluciones y la tensión al 1000 %.
Imagen: Frenesy Film Company, Metro-Goldwyn-Mayer, Pascal Pictures, Why Are You Acting Productions |
Desafiantes se toma su tiempo para construir el drama de forma muy similar a como Secretos de un Escándalo (May December, 2024) lo hizo recientemente; de hecho, el aparato audiovisual resulta muy parecido en ambas. Y claro, la evocación a otros triángulos románticos, como el de Y tu Mamá También (2011), tampoco pasa inadvertida. Pero si hay una cosa que la película confirma es el poder que tiene la presencia magnética de Zendaya —quien, por cierto, es una de las productoras—; la joven actriz se posiciona ya como una fuerza creativa con un enorme futuro por delante.
Desafiantes está actualmente en cartelera.
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