"In-Yun", el término en coreano que explica de forma romántica el concepto de reencarnación, impregna cada cuadro de Vidas Pasadas (Past Lives, 2023). Nora (Greta Lee) y Hae Sung (Teo Yoo), dos amigos de la infancia separados por una decisión ajena y un océano entero, se enfrentan al amor y el destino, y también a una serie de dolorosas suposiciones que, en mayor o menor medida y en distintos momentos, los mantienen en expectativa. Estamos ante una película romántica que explora profundamente las relaciones humanas, la manera en que cambiamos con el tiempo y la inevitable búsqueda de una identidad a partir de la libertad. A través de un triángulo romántico en el que no hay buenos ni malos, sino simplemente personas imperfectas añorando compañía y la posibilidad de ser ellas mismas, la directora y escritora Celine Song nos regala uno de los relatos más bellos del último año.
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| Imagen: CJ ENM, Killer Films, 2AM |
Nominada a Mejor Película y Mejor Guion Original en los Óscar, Vidas Pasadas, debut cinematográfico de la coreana-canadiense Celine Song, e inspirada parcialmente en sus vivencias, estremece el género romántico con una obra de intensa melancolía que, aun así, encuentra su mayor fortaleza en lo sutil y la calma. Aquí no hay instantes de enorme emoción explícita ni un notable aparato visual; Song se vale de un lenguaje sencillo pero efectivo para amarrar al espectador y hacerle vivir de nuevo la experiencia universal del primer amor. Pocas películas de esta naturaleza se sienten tan cercanas y reales; la cineasta indaga en sus propios recuerdos para construir una historia que consigue abarcar demasiado en el simple rencuentro de dos viejos amigos.
Un aspecto muy interesante del filme es la manera en que parece estar consciente de sí mismo. Basta con ver la primera escena, en la que Hae Sung, Nora y su esposo, Arthur (John Magaro), conversan en un bar mientras voces en off —que, aunque simulan ser otros cliente sentados frente a ellos en la barra, hacen referencia al punto de vista del espectador— tratan de identificar qué son: ¿amigos, amantes o un guía turístico y quienes lo contrataron? Al final, Nora voltea hacia la cámara y nos ve directamente a los ojos rompiendo, aparentemente, la cuarta pared. En otro momento, Arthur destaca la singularidad de la historia en la que se ha metido: un estadounidense en medio del romance de antaño de dos coreanos y que bien podría ser el villano. Con su guion, Song desafía los clichés y cualquier preconcepción para desarrollar una dinámica de relaciones basada en la cordialidad y la empatía.
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| Imagen: CJ ENM, Killer Films, 2AM |
Vidas Pasadas tampoco tiene miedo en reconocer sus influencias. Peculiar es el instante en el que Nora le recomienda a Hae Sung ver Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004) —probablemente, una de las películas románticas más originales del siglo XXI—; de hecho, una parte de la trama se desarrolla en Montauk, aquel lugar tan importante para Joel y Clementine en la obra de Michel Gondry. Y aunque no tan explícito, resulta inevitable comparar los acontecimientos con los de la trilogía Before, de Richard Linklater. La cinta en cuestión, prácticamente, amalgama lo ocurrido en cada parte al presentarnos tres momentos en la vida de Nora y Hae Sung, cada uno con circunstancias distintas y cambiando lo que está en juego.
"Si dejas algo atrás, también ganas algo", dice la madre de Nora mientras se despide de la de Hae Sung antes de partir hacia el sueño americano. Con esta frase, Song encapsula distintas temáticas. Primero, obviamente, está la de inmigración: un viaje físico en busca de nuevas oportunidades personales y profesionales. Luego, más incrustada en lo profundo del relato, está la de las versiones de quiénes somos a través del tiempo. En una de las escenas más conmovedoras y potentes, Hae Sung —Yoo dando la mejor actuación del filme— le dice a Nora que tuvo que irse porque es ella, y que la razón por la que le gusta es porque ella es ella: una persona que se va. Ganar algo dejando otra cosa detrás. Hae Sung enfrenta la frustración de no poder estar con Nora, pero también la alegría de poder verla cumplir sus sueños.
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| Imagen: CJ ENM, Killer Films, 2AM |
Vidas Pasadas dice tanto con tan poco. Podemos incluso mencionar la parte del marido, quien también saca a relucir algo tan importante como lo es el idioma en una relación: "Sueñas en una lengua que no entiendo. Es como si hubiera una parte dentro de ti a la que no puedo ir". Su rol en todo esto no sugiere inseguridad, sino más bien el entendimiento de quién es, dónde está y lo que estaría dispuesto si lo peor ocurriese. Celine Song construye cuidadosamente una narrativa que apela a lo más hondo del alma y se adhiere en nuestros sentidos como apenas unas cuantas cintas lo logran. "¿Qué tal si esta también es una vida pasada y ya somos algo más el uno para el otro en nuestra próxima vida?". El In-Yun se hace presente nuevamente en la última escena, cuando las palabras de Hae Sung nos hacen preguntarnos, efectivamente, si lo que estamos viendo no es más que una de las capas a las que el término alude.
Vidas Pasadas está actualmente en cartelera.
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