Misión: Imposible - Repercusión, la mejor película de acción del año

Desde hace ya varios años, la franquicia de Misión: Imposible se ha convertido en una de las más notables en el cine de acción. Su fórmula no es tan compleja: Tom Cruise, como el famoso agente Ethan Hunt, tiene que salvar al mundo de los malvados planes de un lunático criminal con la ayuda de un equipo de carismáticos y habilidosos personajes. ¿Cómo es entonces que esta serie se mantiene vigente después de tantos años con básicamente la misma estructura? La respuesta es sencilla: con buenos guiones, un acertado casting y alejándose lo más posible del vicio de las imágenes generadas por computadora, Misión: Imposible se coloca un escalón arriba. Repercusión, como era de esperarse, no es la excepción.

Dos años después de haber capturado a Solomon Lane (Sean Harris), un agente secreto convertido en terrorista con una ideología anarquista, Ethan Hunt espera su nueva misión. Mientras un grupo de seguidores de Lane continúan provocando caos en todo el mundo, el IMF llama a su mejor agente para recuperar un paquete de dispositivos nucleares que se cree caerán en manos de los llamados "Apóstoles", adeptos de Lane, en cualquier momento. Con la ayuda de sus fieles compañeros, Benji (Simon Pegg) y Luther (Ving Rhames), Hunt consigue hacerse hacerse con el material radioactivo, pero inmediatamente lo pierde después de una tomar una difícil decisión. Al ser enviado nuevamente para recuperarlos, esta vez con la ayuda de August Walker (Henry Cavill), un suspicaz y brutal agente de la CIA, Hunt pronto descubre las peligrosas implicaciones personales de esta nueva tarea.


Si hay un hombre responsable del resurgimiento de Misión: Imposible, ese debe ser J.J. Abrams. Como una de sus primeras incursiones cinematográficas, la tercera entrega de la franquicia significó un nuevo punto de partida para el personaje de Ethan Hunt, el cual regresaba a un panorama dominado por los James Bond y Jason Bourne, cada uno con su estilo particular y una perspectiva distinta sobre lo que significa ser un agente secreto. Abrams no solo revivió al personaje, sino que sentó las bases para que la franquicia pudiera extenderse por más tiempo sin que tener que cambiar al protagonista ni su esencia, cosa que las otras cintas de espías sí han tenido que hacer en el pasado reciente.

Desde entonces, Abrams ha echado mano de distintos cineastas, como del veterano Brad Bird y más recientemente de Christopher McQuarrie, encargado de Nación Secreta, la película anterior, y Al Filo del Mañana, otra excelente cinta de acción también protagonizada por Tom Cruise. El guionista convertido en director continúa con una buena racha en términos generales que lo ha posicionado como uno de los realizadores más solicitados del género. Entendiéndose a la perfección con Cruise, McQuarrie nos regala el mejor blockbuster del año hasta el momento y pone la vara muy alta para quienes deseen tratar de competir, pues una cosa queda clara: Tom Cruise es el héroe de acción por excelencia en la actualidad, no hay discusión.


Si bien existe una cronología dentro de la saga, esta es la primera vez que podemos llamar a una entrega de Misión: Imposible como una secuela, ya que la trama de Repercusión precisamente hace honor a su título presentando las consecuencias directas de lo ocurrido en Nación Secreta. Por otro lado, el filme también es un especie de homenaje a sus predecesoras, pues durante las casi dos horas y media de duración nos encontramos con ciertas escenas que invariablemente nos remitirán a cada uno de los capítulos anteriores, desde las famosas máscaras hasta las imposibles escaladas verticales en una montaña. Y no, el largo tiempo de duración no es ningún obstáculo para disfrutar de la película, la cual transcurre sin ningún tipo de letargo.

Repercusión es precisa y directa. Los primeros minutos establecen claramente la situación de su protagonista y lo que está en riesgo. Por supuesto, todo sale mal en un comienzo debido a la propia filosofía de Hunt, quien valora por igual la vida de uno que la de millones, precepto que guía cada una de sus decisiones en la historia. A partir de este momento, nos adentramos en la clásica fórmula de Misión: Imposible: Hunt y su equipo recorren distintos y exóticos destinos pisando los talones de un escurridizo villano con delirios megalomaniacos. Lo que hace que Repercusión sea distinta son pequeños detalles y una trama complicada pero bien armada. La estructura es la misma, pero la ejecución y la inclusión de nuevos ingredientes la convierten en algo muy especial.


Hunt es acompañado nuevamente por la gracia de Benji y sensibilidad de Luther, con los que forma un equipo formidable complementado por la presencia de Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), quien desde la cinta anterior interpreta a una agente en conflicto con su lealtad y propias convicciones. Sin rebajarla a un mero interés romántico o un objeto sexual, Ilsa se ha convertido en uno de los activos más notables de la serie. Del lado del antagonista, el ecuánime y enigmático Lane está de vuelta, y aunque la trama se esfuerza poco en continuar el desarrollo de su personaje, su aparición es bien fundamentada al hilar la nueva amenaza con su persona, misma que continúa amenazando a Hunt en sus sueños más oscuros. Pero es la llegada de otra figura la que realmente llama la atención esta vez.

Infame fue la controversia alrededor de Henry Cavill, quien no pudo afeitarse durante las nuevas escenas filmadas para Liga de la Justicia debido a su contrato con esta producción, en la que aparece como un asesino con métodos poco convencionales y que considera a Hunt y su equipo como un grupo de principiantes con ridículos artilugios a su disposición. Como Walker, Cavill hace un buen trabajo al representar a un tipo duro que probablemente no se detendrá a salvar a un compañero para cumplir con su objetivo. McQuarrie fue inteligente en crear a un contrincante que no solo supone un reto físico para Hunt, sino también uno mental, pues su astucia y formas pronto se convierten en un importante obstáculo para el protagonista.

Repercusión está llena de giros, unos más inesperados que otros, pero lo cierto es que el rumbo de la trama cambia de dirección de manera súbita en distintas ocasiones. Y mientras la historia nos mantiene atentos al siguiente paso de Lane, Walker y Hunt, las espectaculares secuencias de acción nos sitúan en el límite. Como ya es una costumbre para Cruise, la mayor parte de estas escenas fueron realizadas en verdad con ayuda de efecto prácticos y sin dobles. Ver lo que el actor realizó en pantalla y enterarse de que realmente arriesgó su vida para entretener al público lo redefinen como héroe de acción.

Como uno de los momentos más altos en la historia de Misión: Imposible, Repercusión también se une a Mad Max: Furia en el Camino y Al Filo del Mañana como una de las mejores cintas de acción del Siglo XXI. ¿Qué es lo que podrían hacer en una hipotética séptima entrega para superarse? Cuesta imaginarlo. Lo único que sabemos es que deseamos volver a ver a Cruise, McQuarrie, Ferguson y los demás juntos aunque sea una vez más.

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