El deseo de un amor correspondido. El anhelo de habitar el espacio tal y como eres. Queer (2024) es probablemente la película más enigmática de Luca Guadagnino, quien, en esta ocasión, junto a Justin Kuritzkes, guionista de la vertiginosa Desafiantes (Challengers, 2024), la antítesis rítmica de esta, da un toque romántico a la obra transgresora de William S. Burroughs para incorporar el surrealismo del escritor a su ya representativa filmografía anclada en la lujuri@, la pasión y el deseo.
Imagen: The Apartment Pictures, Frenesy Film Company, Fremantle |
Un sueño febril materializado por la excelente fotografía de Sayombhu Mukdeeprom (cuyas imágenes de la selva ecuatoriana evocan a las de su colaboración con Apichatpong Weerasethakul), el diseño de producción y la melancólica música de Trent Reznor y Atticus Ross. Y en el centro de todo ello, una desgarradora y única interpretación de Daniel Craig, que habita la opresión y el sufrimient0 del atormentado protagonista.
Los puristas, por supuesto, no estarán nada satisfechos con la adaptación de la novela del mismo nombre, pues los elementos más "sucios" y grotescos han sido removidos para dar paso a un relato relativamente más amigable y enfocado, en cierta medida, en una relación ¿amorosa?
Pero esta representación, que bien podría calificarse como "idealizada", encuentra en esa especie de añoranza distintos canales para proyectarse. La recreación del México de los 50 es interesante. A diferencia de la realizada recientemente por Emilia Pérez (2024), que también clama ser "fantástica", la llevada aquí a cabo se siente más cercana con todo y el artificio; es como un D. F. en permanente estado onírico. Resulta un deleite, por ejemplo, ver a Craig caminar por las calles de la ciudad evadiendo borrachos y peleas de gallos al ritmo de "Come as You Are", de Nirvana.
Imagen: The Apartment Pictures, Frenesy Film Company, Fremantle |
Y la música es, precisamente, otro aspecto notable de la cinta. Además de una anacrónica selección que incluye temas de Omar Apollo, New Order y un solemne cover de Sinéad O'Connor de "All Apologies", Reznor y Ross se convierten en el factor sorpresa con una serie de composiciones que encajan a la perfección con lo nostálgico y lo misterioso de la película.
Quizá el elemento menos logrado del filme es el personaje de Allerton; Drew Starkey se muestra opaco casi todo el tiempo, y aunque esto venga el guion y la dirección, nunca consigue dejar una impresión. Caso contrario el de Jason Schwartzman, que, a pesar de llevar prostéticos y un evidente traje, conecta con el espectador con sus picarescas intervenciones.
Imagen: The Apartment Pictures, Frenesy Film Company, Fremantle |
Mención especial merece la siempre convincente Lesley Manville, que maravilla con un papel extraño y una escena clave durante el último acto.
Queer puede ser vista como una versión junkie de Llámame por tu Nombre (Call Me by Your Name, 2017), o una todavía más surreal que Todos Somos Extraños (All of Us Strangers, 2023). Lo que comienza como una historia de desamor pronto se transforma en una inquietante experiencia que se acerca a lo que Cronenberg hizo con Almuerzo al Desnudo (Naked Lunch, 1991) también de Burroughs. Se trata, sin duda, de una cinta complicada con pasajes densos y una que otra situación que podría ser definida como "pretenciosa", pero esto se compensa con la recompensa emocional al final del viaje.
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