Crítica - El Tiempo que Tenemos: una linda comedia romántica sin mucho que decir

Con motivos de marketing, la distribuidora A24 regaló pañuelos en Estados Unidos a las personas que entraban a ver El Tiempo que Tenemos (We Live in Time, 2024), su nuevo drama romántico, anticipando una inevitable lloradera. Se trató, por supuesto, de una treta publicitaria para crear expectativa, y cuando uno se da cuenta de lo trillada que es la fórmula que despliega, los Kleenex salen sobrando. He aquí una película que, a pesar de tocar una situación desesperanzadora, nunca consigue dar el golpe emocional que tanto se pregonó. Aun con las fortalezas que encontramos en sus actores principales, la sensación de cierto vacío resulta inevitable.

El Tiempo que Tenemos critica
Imagen: Film4, SunnyMarch, Shoebox Films

John Crowley, quien en el pasado nos entregó Brooklyn: Un Nuevo Hogar (Brooklyn, 2015), otro drama romántico que cae en casi los mismos vicios que la cinta en cuestión, dirige este proyecto que, aun con su íntima propuesta, luce grande en envergadura al contar con, posiblemente, los dos actores más populares actualmente. Nick Payne, guionista, entiende esto perfectamente, y por eso diseña personajes muy a la medida para Florence Pugh y Andrew Garfield, que se sienten como en casa interpretando a una cocinera y madre diagnosticada con cáncer y a un esposo y padre conflictuado por las acciones de ella tras enterarse de lo que tiene respectivamente. Si bien es sumamente placentero ver a estas estrellas juntas en este tipo de papeles, también hay que decir que la zona de confort es más que evidente, y ahí emerge la primera gran debilidad del filme. 

El Tiempo que Tenemos enfatiza algo muy obvio: aprovechar cada segundo que tenemos con los nuestros, porque no sabemos cuándo ya no estarán con nosotros. Payne intenta matizar lo anterior incorporando una dosis de "egoísmo" en los protagonistas y la respuesta que tiene cada uno al percibirlo en el otro. Esto da como resultado la escena que se acerca más a lo visceral, en la que por fin se ponen las cartas sobre la mesa y salen a relucir otros aspectos del embrollo, como la necesidad de trascender. Pero, fuera de este momento, el guion prefiere mostrar unos más chuscos, lindos o excesivamente melodramáticos en lugar de ahondar en el conflicto interno de sus personajes. 

El Tiempo que Tenemos critica
Imagen: Film4, SunnyMarch, Shoebox Films

Pugh y Garfield, por suerte, nos regalan la pareja fílmica soñada. La química está ahí de principio a fin; el carisma que derrochan juntos es irresistible. Su interpretación como papás jóvenes cool, sin duda alguna, resuena en toda una generación. Pero sí que hay un notable desequilibrio en el interés que tiene el guion por ellos. Mientras que a Almut (Pugh) se le desarrolla como una mamá enferma terminal que se debate entre estar con su familia y obtener un reconocimiento profesional durante el tiempo que le queda, Tobias (Garfield) simplemente es un papá perfecto que nomás está ahí. A pesar de su buena actuación, Garfield no puede hacer de Tobias una figura memorable.

De igual manera, la película aparenta complejidad con una estructura no lineal, presentándonos distintos instantes de la vida de la pareja antes y después del terrible diagnóstico. El problema con esto es que el recurso en ningún momento se justifica; de hecho, la decisión de montaje solo entorpece el impacto emocional, ya que la revelación de la información llega demasiado tarde o temprano, evitando que las situaciones respiren dentro de la trama. Además, el abuso de la yuxtaposición con las escenas tristes y las felices se siente un tanto manipulador.

El Tiempo que Tenemos critica
Imagen: Film4, SunnyMarch, Shoebox Films

Sin embargo, El Tiempo que Tenemos es una cinta romántica que, aunque no es tan fresca como, por ejemplo, Rye Lane: Un Amor Inesperado (Rye Lane, 2023) o Expreso a Murmansk (Kupe Nomer Shest, 2021), ofrece un rato de entretenimiento considerable. Sus reflexiones son muy básicas, y la forma en que trata el tema de la cocina es irrelevante, sobre todo con la decisión final de la protagonista, pero Crowley demuestra al menos estar en control logrando sacar lo mejor de sus actores superestrella.

Comentarios