Crítica - Robot Salvaje: un esplendoroso tratado sobre la maternidad

Entre tantas secuelas y remakes live action, Robot Salvaje (The Wild Robot, 2024) surge como una bocanada de aire fresco. Si bien es cierto que estamos hablando de una adaptación más de un libro infantil, hay algo en esta maravillosa película que la hace destacarse del resto, o al menos de las que producen en Hollywood. He aquí una tierna y divertida historia cuya premisa no reside en enfrentar a un gran villano, sino más bien en encontrar nuestro lugar y desafiar aquello que se nos ha impuesto o que impide que seamos lo que queremos. Se trata de una de las mejores cintas animadas del último año, en cuya manufactura se nota la pasión de un grupo de artistas unidos por una visión muy clara y honesta.

Imagen: DreamWorks Animation, Universal Pictures

Esta nueva obra de DreamWorks Animation —la última que se hizo totalmente en casa debido a la decisión de depender más de trabajos por encargo de ahora en adelante— es dirigida por Chris Sanders, quien fue una las mentes maestras de clásicos contemporáneos de la animación como Lilo y Stitch (Lilo & Stitch, 2002) y Cómo Entrenar a tu Dragón (How to Train Your Dragon, 2010). Tomando como punto de partida los libros de Peter Brown, el estadounidense crea un vibrante mundo natural habitado por adorables personajes de variadas especies animales y una amable robot empeñada en cumplir sus tareas. Se trata, entonces, de una bella fábula que, inesperadamente, poco a poco va desarrollando un relato sobre lo que implica la maternidad y los innumerables desafíos que presenta.

Lo primero que llama la atención, por supuesto, es el estilo impresionista de la animación, que inmediatamente nos recuerda al de Gato con Botas: El Último Deseo (Puss in Boots: The Last Wish, 2022) y Spider-Man: A Través del Spider-Verso (Spider-Man: Across the Spider-Verse, 2023); las tres, aun con su naturaleza industrial, manifiestan el deseo de crear arte y alejarse en cierto sentido de algunos estándares hollywoodenses. Prueba de ello también es el prólogo de la cinta en cuestión, que se desarrolla con muy pocos diálogos y mostrando la premisa en lugar de explicarla. Este tipo de filmes, además, presentan historias amigables para todo tipo de público; mientras los pequeños quedan fascinados con los colores y los personajes, los grandes recuerdan una o dos cosas sobre la vida.

Imagen: DreamWorks Animation, Universal Pictures

Sanders comentó que Robot Salvaje es como "una pintura de Monet en un bosque de (Hayao) Miyazaki", y su descripción no podría ser más acertada. Un poco de la esencia de Studio Ghibli se percibe en la historia, que nos sitúa en medio de un hábitat natural virgen siendo explorado por una robot cuyo diseño, según el mismo director, está inspirado en el de los que aparecen en El Castillo en el Cielo (Tenkū No Shiro Laputa, 1986). Y eso no es todo, pues la magia de los títulos de Disney de antaño, igualmente, se asoma en la interacción entre los personajes animales; El Rey León (The Lion King, 1994) y El Libro de la Selva (The Jungle Book, 1967) son los más claros referentes.

Pero el alma verdadera de la cinta reside en su inolvidable historia, que pronto se revela a sí misma como una metáfora sobre la maternidad. Sanders, también a cargo del guion, encapsula en la programación de la robot Roz y su eventual reconocimiento de lo imposible que resulta cumplir sus tareas dadas las preocupaciones de una madre que siente que no lo está haciendo bien cuando tiene que proveer a su protegido. "No estoy programada para ser madre", le dice a una zarigüeya; "Nadie lo está", le contesta. La improvisación, entonces, emerge como la manera de sobrevivir y convertirse en algo más que para lo que fue programada, concepto que se aplica para otro punto importante de la trama.

Imagen: DreamWorks Animation, Universal Pictures

Robot Salvaje apela al mundo natural y al ciclo de la vida de El Rey León. Una situación en la trama pone sobre la mesa la creación de una tregua que, más que nada, alude al sentido de colaboración en una comunidad y, de nuevo, a superar nuestra codificación en busca de algo mejor. Todo esto construye una muy agradable y emotiva experiencia atractiva para todo el público, coronada por una animación alucinante y los personajes más entrañables. DreamWorks Animation consigue el equilibrio perfecto: una película convencional, pero con un enorme corazón.

Robot Salvaje está actualmente en cartelera.