Crítica - Monkey Man: El Despertar de la Bestia; Dev Patel arriesga el físico con su proyecto soñado
En Monkey Man: El Despertar de la Bestia (Monkey Man, 2024), un hombre cuestiona a los dioses y el statu quo en forma de un brutal viaje de venganza que no solo pondrá a prueba su físico, sino sus propias creencias. En su debut como director, Dev Patel cocina como su John Wick interior y sazona con una buena dosis de carga social, que, aunque le juega un poco en contra al final, consigue darle dimensión a lo que, de otra manera, sería un clon más de la ya mencionada franquicia de acción. El actor británico de origen indio incorpora una serie de símbolos e imaginería propios de su cultura —muchos inspirados en la deidad Hánuman, que le robó sin querer a los dioses— para rendirle un homenaje a la tierra de sus padres y de paso alzar la voz en contra de todo un sistema que mantiene en la miseria y la marginación a los que menos tienen y a los que se atreven a ser diferentes.
Imagen: BRON Studios, Thunder Road Pictures, Monkeypaw Productions, Minor Realm, S'YA Concept, WME Independent, Creative Wealth Media, Lost Winds Entertainment |
Así como el protagonista de la cinta, Patel se mostró estoico desde las primeras etapas del proyecto. Enfrentando la pandemia, una fractura de mano y el desprecio de Netflix, el cineasta finalmente encontró una mano amiga en Jordan Peele, quien le dio el impulso que necesitaba y un muy merecido estreno en salas. Monkey Man, sin duda, es una de esas películas que deben apreciarse de tal manera, pues la experiencia que ofrece requiere de una pantalla grande, el mejor sonido y más personas sentadas alrededor para disfrutarse al máximo. Patel, literalmente, ha puesto sudor y sangre en esta producción, la cual, efectivamente, consigue casi empaparnos de ambas con lo impresionante de su aparato audiovisual; en lo narrativo es donde muestra sus debilidades, pero nada que entorpezca por completo lo que significa verla en el cine.
Patel se luce en dos frentes en particular. El primero, por supuesto, es su interpretación, que demanda todo lo que tiene para ofrecer en el apartado físico. Luciendo una forma impresionante, el actor deja al descubierto su compromiso en cada escena arriesgando el cuerpo entero. El precio que pagó, como su fractura lo hizo ver, fue caro, pero el resultado final hizo que valiera la pena. Los efectos prácticos de los que echa mano el filme en gran parte hacen que lo anterior resalte; el nivel de inmersión propuesto es muy alto, y vaya que Patel no podía defraudar en ese sentido. Todo se resume en un brutal instante dentro de un elevador, la cual contiene una de las escenas de ejecución más espectaculares y tensas de los últimos años.
Imagen: BRON Studios, Thunder Road Pictures, Monkeypaw Productions, Minor Realm, S'YA Concept, WME Independent, Creative Wealth Media, Lost Winds Entertainment |
Y luego está la dirección, donde el británico sale más que bien librado a pesar de tratarse de su primera vez detrás de cámaras. Rodeado de un equipo que supo cobijarlo en casi todos los aspectos, Patel se muestra sólido, principalmente, dirigiendo las escenas de acción, que son bastantes. La fotografía de Sharone Meir resulta fundamental, pues la manera en que filma la brutalidad de los combates le pone cerca, por ejemplo, de lo que se hizo en John Wick 4 (John Wick: Chapter 4, 2023). Quizá no tenga nada novedoso técnicamente, pero al menos le sigue el paso a las frenéticas coreografías. El montaje, obviamente, también ayuda bastante, sobre todo cuando Patel quiere que sigamos a detalle los enfrentamientos entre el protagonista y los incontables maleantes con los que lucha.
Donde Patel deja ver su inexperiencia es en el guion. Coescrito con Paul Angunawela y John Collee, la historia toma prestados varios elementos de otras franquicias —John Wick y Contacto Sangriento, por nombrar un par— y reusa ciertos conceptos trillados para construir su universo —como el mentor que le da una segunda oportunidad para cumplir su objetivo al disciplinarlo—. Monkey Man también es reiterativa con el origen del héroe, cuyas escenas aparecen en numerosas ocasiones volviendo a señalar lo que queda claro desde el principio. Los personajes secundarios son meramente instrumentales, sin arcos propios. Y a esto tenemos que agregarle la sobreexplotación de temáticas sociales, que intentan cubrir la discriminación, la corrupción, el sistema de castas, la pobreza y hasta la experiencia trans en tan solo dos horas. Por supuesto que se aprecia una inclusión como esta en la película, pero la falta de enfoque hace que solo se toquen de los temas superficial, vaga y aleatoriamente.
Imagen: BRON Studios, Thunder Road Pictures, Monkeypaw Productions, Minor Realm, S'YA Concept, WME Independent, Creative Wealth Media, Lost Winds Entertainment |
Afortunadamente, lo débil y disperso del guion no daña demasiado la cinta en general. Monkey Man es más que una decente ópera prima, entretenida de principio a fin y un notable ejemplo de perseverancia fílmica. Resulta completamente normal que Patel se haya dejado llevar por el estilo sobre la sustancia en su primera vez al frente de una producción, pero no hay duda de que los aprendizajes que se llevó le ayudarán a pulir su siguiente proyecto, porque, como dice el mentor Alpha (Vipin Sharma), "el dolor te deja cuando ha dejado de enseñarte".
Monkey Man está actualmente en cartelera.
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