Aunque, definitivamente, está lejos de ser perfecta, tuvo que venir Wicked (2024) a mostrarle a los demás a enseñarles cómo se hace un musical.
La adaptación de la querida obra de teatro es todo lo que los fans soñaron por años: una producción alucinante con vistosos números musicales y un diseño en varios apartados técnicos que maravilla de principio a fin. La emoción de los asistentes se convierte en electricidad en una sala llena.
Imagen: Universal Pictures, Marc Platt Productions |
La película funciona, principalmente, por la química entre Cynthia Erivo y Ariana Grande, una pareja que cumple las expectativas encarnando una nueva versión de dos personajes que tienen un lugar muy especial en el corazón de sus seguidores. El guion es astuto en darle a cada una un tratamiento distinto, al menos en esta primera parte. Mientras nos adentramos en la frustración y el conflicto interno de Elphaba, manifestado efectivamente por Erivo, Grande proporciona el alivio cómico de forma sutil pero maravillosa con Glinda. Su era en Nickelodeon resurge para brindarnos instantes exquisitamente hilarantes.
Cuando las vemos juntas en pantalla, resulta irresistible oponerse a su magia. La escena del baile, por ejemplo, está cargada de ternura; la de "Defiying Gravity", por otro lado, rivaliza con la epicidad de los mejores momentos de Marvel hace unos años. Y claro, la gran voz de ambas es el arma definitiva.
Pero fuera de ellas no hay mucho que destacar en cuanto a los personajes. Jonathan Bailey no está mal como Fiyero; su número es atractivo, pero poco llegamos a conocerlo como individuo en un contexto no romántico. Jeff Goldblum y Michelle Yeoh, como el Mago de Oz y Madame Morrible respectivamente, no tienen algo que hacer.
Imagen: Universal Pictures, Marc Platt Productions |
Afortunadamente, Wicked rescata temáticas del libro y de la obra para enarbolar un discurso simple pero encomiable alrededor de la segregación, el maltrato animal, el daño que trae consigo la superficialidad y la importancia de la autodeterminación.
Sin embargo, un aspecto negativo que no se puede pasar por alto son las fallas en la iluminación, que impiden mostrar lo más vistoso de los impresionantes sets en distintos momentos. Los movimientos de cámara son interesantes, sobre todo durante las secuencias musicales, pero lo plano de muchas tomas no ayuda para nada.
Imagen: Universal Pictures, Marc Platt Productions |
Aun así, la adaptación sale airosa por su majestuosidad y por haber conseguido traducir cinematográficamente todo lo que representa Wicked. Es cierto que la duración es excesiva (el segundo acto tiene algunos problemas de ritmo), pero el empeño que se ha puesto para conseguir el mejor producto final en varios departamentos es innegable.
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