Crítica - Desaparecer por Completo: el terror de perderlo todo

"La fotografía convierte el mundo entero en un cementerio. Los fotógrafos, conocedores de la belleza, son también, consciente o inconscientemente, los ángeles de la muerte que la registran". Con esa frase de Susan Sontag abre Desaparecer por Completo (2022), que se une a Huesera (2022) como una de las películas de terror mexicanas más frescas y emocionantes de los últimos tiempos. Abordando el cine negro desde distintos ángulos, y ahondando en esa fascinación secreta que nuestro país tiene con la muerte que suele convertirse en explotación, la cinta ofrece un asalto a los sentidos a través de un thriller que abraza lo sobrenatural y el terror folclórico, lo que da como resultado una fascinante y espeluznante obra acerca de la forma que convivimos con lo oscuro.

Desaparecer por Completo critica
Imagen: Moonlight Pictures, Panorama Global, Varios Lobos

Dirigida por Luis Javier Henaine, y escrita por él y Ricardo Aguado-Fentanes, Desaparecer por Completo tiene una de las mejores secuencias iniciales que se hayan visto en el cine mexicano recientemente. Santiago (Harold Torres), un fotógrafo de nota roja, acude a la escena de un terrible accidente y, como si nada, captura las macabras imágenes de los cuerpos y la desgracia que viven los involucrados. El guion deja clara no solo la atmósfera de lo que viene a continuación, sino también la motivación del protagonista y los rasgos más característicos de su personalidad. Y luego están los créditos iniciales, que pronto la emparentan con Seven: Los Siete Pecados Capitales (Seven, 1995) y la identifican como un nuevo ejemplo del cine negro nacional.

El personaje de Santiago es, aparentemente, sencillo, pero en su arte y sus relaciones nos encontramos con un individuo complejo y una representación del vínculo que tenemos con la muerte. Se trata de un tipo que intenta buscar siempre la belleza en la tragedia, ¿pero cuál es su propósito: decir algo o simplemente que le den una palmadita en el hombro? La nota roja en México despierta asco y un ineludible morbo. En su primer acto, la cinta nos acerca al dilema moral que emana de este oficio, el cual, aunque a veces no lo pensemos, significa una afrenta para las familias de las víctimas. Santiago no es un protagonista que se enfrente el arrepentimiento o algo por el estilo, pero sí a las consecuencias de un acto específico, el cual pagará con sus propios sentidos. 

Desaparecer por Completo critica
Imagen: Moonlight Pictures, Panorama Global, Varios Lobos

Desaparecer por Completo comienza como un thriller policiaco que, invariablemente, nos recuerda a Primicia Mortal (Nightcrawler, 2014), aquella brillante película sobre Lou, un hombre que captura todo tipo de contenido morboso, desde arrestos hasta accidentes, para luego venderlo. Tanto Lou como Santiago son dos narcisistas obsesionados con su trabajo, el cual ven como una extensión de su ser, sin importar que poco a poco los consuma. Y aunque Santiago no es un psicópata en potencia como Lou, sí es un sociópata y adicto al trabajo que aleja a la única persona que se preocupa por él. Ambos filmes, igualmente, exploran el impacto del periodismo sensacionalista, cuya existencia solo puede ser atribuida a la demanda por él. 

Pero hacia el segundo acto la trama toma un giro inesperado al internarse en un aspecto muy denso del terror folclórico mexicano como lo es la brujería. Henaine y Aguado-Fentanes, posiblemente, inspirados en películas como La Bruja (The Witch, 2015), nos adentran en el mundo de lo oculto a través del concepto de las maldiciones y el chamanismo. Una secuencia en particular, en la que se lleva a cabo un ritual de limpia, le rinde un homenaje a Robert Eggers sin caer en lo derivativo. 

Desaparecer por Completo critica
Imagen: Moonlight Pictures, Panorama Global, Varios Lobos

Sin embargo, lo más llamativo de esta parte de la cinta es la manera en que empieza a hacer que experimentemos la pérdida junto al protagonista. Notable resulta el diseño sonoro y el oscurecimiento de la imagen, privándonos incluso de escuchar lo que dicen los personajes o ver qué está ocurriendo. La apuesta es arriesgada, pero vaya que contribuye a la inmersión.

Desaparecer por Completo es un gran ejemplo de hacer mucho con poco. Evitando dar respuestas concretas y sin caer en moralismos acerca de los temas que ataca, el filme otorga una experiencia inusual que no se ve muy a menudo en el cine nacional. Si bien es cierto que la parte de thriller consigue impactar más que la de terror, el compromiso de Henaine y Aguado-Fentanes con ambos géneros manifiesta la intención por hacer comentarios sobre las creencias mexicanas más arraigadas a través de este tipo de cine, tal y como Michelle Garza Cervera hizo el año pasado su ópera prima. ¡Por más propuestas así!

Desparecer por Completo está actualmente en cartelera.

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