Crítica - Háblame: retratando la ansiedad juvenil en clave de terror

A24 y el cine de terror es una combinación que ha resultado ganadora desde que la distribuidora y productora independiente irrumpió en el medio cinematográfico. Desde La Bruja (The Witch, 2015) hasta Pearl (2022), sus películas han significado una redefinición del género que apuesta por ideas y estilos que los grandes estudios rara vez apoyan. Y aunque esta vertiente de cintas de género "más inteligentes" se ha hecho del gusto de los cinéfilos generales —también hay quienes las critican por formulaicas—, eso no significa que la marca no se interese por algo más "convencional", y Háblame (Talk to Me, 2023) es prueba de ello; una historia de posesión demoniaca que, aun cuando se adentra en un tema pesado como la asimilación de la pérdida —temática ya explorada en el horror australiano por The Babadook (2014) hace casi una década—, opta por algo más sencillo y directo.

Imagen: Bankside Films, Causeway Films, Head Gear Films, Metrol Techonology, Screen Australia, Talk to Me Holdings, The South Australian Film Corporation

La génesis del proyecto representa una enorme esperanza para todos los realizadores amateur allá afuera, pues los hermanos Danny y Michael Philippou, los directores, son un par de youtubers australianos que pudieron dar el gran salto al cine. Conocidos como RackaRacka, los incipientes cineastas se hicieron populares por intensos videos de comedia y horror, caracterizados por una variedad de tomas de riesgo, que incluso los han metido en problemas. Los más de diez años de experiencia de los Philippou, ejecutando y editando estos clips, se notan bastante en su ópera prima, que buena parte del tiempo resulta efectiva con un espeluznante relato sobrenatural que lleva a sus personajes a un límite tanto físico como psicológico, dejando al descubierto su lado más vulnerable.

En Háblame acompañamos a Mia (Sophia Wilde), una joven que sigue sin superar la súbita muerte de su madre, lo cual se acentúa cuando, durante un ritual con una misteriosa mano embalsamada, su espíritu aparentemente se comunica con ella, llevándola a tomar una serie de erráticas y cada vez más peligrosas decisiones. Como en las películas de terror de finales del siglo XX y principos del XXI, el guion establece una serie de reglas que los personajes han de seguir o romper para mover la trama. Curiosamente, Danny Philippou y Bill Hinzman, los guionistas, se preocupan poco por crear una mitología, enfocándose más en las emociones y las consecuencias de los actos, que, en este caso, tienen algo que decir sobre la generación Z.

Imagen: Bankside Films, Causeway Films, Head Gear Films, Metrol Techonology, Screen Australia, Talk to Me Holdings, The South Australian Film Corporation

Los jóvenes fueron objeto de fascinación del género por mucho tiempo, insertándolos en sangrientas circunstancias en las que cada uno iba cayendo a manos de un psicópata o una entidad maligna, pero, en la mayoría de los casos, desarrollando poco o nada su psique y creando vínculos superficiales entre ellos. Aquí, en cambio, se invierte el tiempo adecuado en construir un contexto convincente habitado por adolescentes preocupados por los retos virales, las relaciones amorosas, la próxima fiesta y la necesidad de cumplir las expectativas del grupo. La mano embalsamada les brinda la oportunidad de reunirse, divertirse, pasar tiempo con aquellos que desean estar y, de paso, ganar likes con sus tiktoks. A partir de una base muy sólida, el filme prosigue a desnudarlos psicológicamente cuando todo sale mal.

Aun así, Háblame está lejos de ser perfecta. Si bien la exposición no es uno de sus desaciertos, demasiadas cosas quedan en el aire una vez que los créditos comienzan a salir. La cintac toma algunos puntos interesantes alrededor del problema que Mia tiene no solo con los vivos, sino también con los no vivos, que van desde una relación rota con su padre hasta un lugar oscuro de donde aparentemente vienen los espíritus que la acechan. Con solo 90 minutos de duración, los Philippou tienen poco tiempo para conseguir que nos preocupemos por el destino de la protagonista y, de igual forma, perturbarnos con diversas situaciones, y aunque lo hacen en su mayoría, una ligera sensación de que había más potencial se mantiene en el aire.

Imagen: Bankside Films, Causeway Films, Head Gear Films, Metrol Techonology, Screen Australia, Talk to Me Holdings, The South Australian Film Corporation

De cualquier manera, lo que los Philippou han logrado con su primera incursión cinematográfica es notable. No solo le están dando otro éxito financiero a A24, sino que pulieron las habilidades narrativas que ya tenían al concebir un relato de terror que incorpora efectos prácticos, buenas actuaciones —destaca lo hecho por Joe Bird con su interpretación como poseído— y hasta toques de comedia que nunca se sienten forzados. Con una secuela en desarrollo —y una precuela ya filmada—, que promete ahondar en la inesperada y ciertamente alucinante secuencia final, los Philippou seguramente volverán a tomarnos por sorpresa con lo que sea que estén preparando. Solo queda esperar a que no terminen consumidos por su propia creación.

Háblame está actualmente en cartelera.