Crítica - Aftersun: la melancolía de los recuerdos

En uno de los tantos momentos de bella sencillez en Aftersun (2022), Sophie (Frankie Corio) le dice a Calum (Paul Mescal), su papá, que "es bueno saber que comparten el mismo cielo", pues, aunque no estén físicamente juntos, le reconforta saber que los cubre el mismo espacio. A pesar de la distancia, tanto literal como metafórica, estos dos seres humanos tratan de encontrar en el otro una razón para quedarse atados. El proceso es complicado y hasta doloroso, pero el amor mutuo que sienten es motivo suficiente para intentarlo. En esta magistral obra sobre lo efímero de la felicidad, la debutante Charlotte Wells nos introduce en lo más hondo de una tierna relación, en aquel sitio donde la pesadumbre y la soledad amenazan con arrasarlo todo.

Imagen: AZ Celtic Films, BBC Film, Screen Scotland, Tango Entertainment, Pastel Productions, Unified Theory, A24, MUBI

Calum es un joven y amoroso padre que lleva a su hija de 11 años Sophie a unas vacaciones en Turquía. Algunas cosas no salen como esperaban, pero ambos disfrutan de estar acompañados y de las amenidades del hotel sabiendo que el tiempo que tienen juntos es casi sagrado, pues Sophie vive con su madre lejos de Calum. Y aunque la diversión y el cariño empapan cada día de su estancia, el trauma, la desdicha y la incertidumbre empañan silenciosamente su modesta pero genuina aventura veraniega. Mientras Sophie se deja llevar por las inquietudes propias de su edad, su papá vive en secreto un profundo dolor que trata de esconder.

Ganadora del Premio del Jurado en la Semana Internacional de la Crítica durante la pasada edición del Festival de Cannes, Aftersun, extrañamente, se siente como un recuerdo personal; una suerte de memoria audiovisual que, aunque no sea nuestra, nos arrastra y nos hace recordar como si lo fuera. Todos vivimos momentos como los de Frankie con su padre: vacaciones en un balneario; la música noventera inundando las bocinas; helados derritiéndose en nuestras manos; papá o mamá aplicándonos bloqueador... Wells le otorga una insospechada universalidad a sus imágenes, y eso es precisamente lo que ha hecho que su ópera prima conecte de la forma que lo ha hecho con el público, algo que pocos pueden llegar a hacer, y menos al primero intento.

Mescal y Corio, y un simple pero poderoso relato —muy a la Andrea Arnold— lleno de melancolía, son todo lo que la incipiente directora necesita para dar vida a su idea. Su guía es determinante para lograr una química genuina entre dos actores de generaciones distintas. Estos nos hacen olvidar que están interpretando papeles; lo que vemos en pantalla es más bien un testamento audiovisual que podemos sentir, disfrutar y recordar. Wells ajusta de forma brillante su aparato narrativo para otorgar esa sensación de cercanía que distingue al filme. Tanto Mescal como Corio nos adentran sutilmente en los conflictos que aquejan a sus personajes, los cuales conforman la barrera invisible que existe entre ellos. Conforme avanza, la historia nos da una idea de por qué existe y por qué no puede derribarse por completo.

Imagen: AZ Celtic Films, BBC Film, Screen Scotland, Tango Entertainment, Pastel Productions, Unified Theory, A24, MUBI

Pero Wells no da concesiones; si bien nos deja entrar a lo más íntimo de esta relación entre padre e hija, las respuestas brillan por su ausencia: ¿qué aqueja a Calum?, ¿qué piensa Sophie de su padre? Porque, como descubrimos más adelante, lo que vemos —o al menos la mayor parte— es, efectivamente, una serie de recuerdos grabados en cintas VHS que la Sophie del presente ve como sentimientos encontrados. No llegamos a saber qué pasó durante el tiempo que ha transcurrido, pero la directora y guionista nos sugiere una nueva separación y más infortunios. El final, uno de los más ambiguos y crípticos en mucho tiempo, es el más grande acierto de la película, pues queda en cada quien interpretar a qué se refiere. 

Otro de los notables talentos que Wells demuestra es su capacidad para desplegar recursos visuales potentes llenos de significado. A través de imágenes desconcertantes y poco claras, la escocesa advierte sobre algo terrible que está a punto de pasar, o qué pasó. La toma final también es muestra de ello: un devastador giro de 180° que une presente y pasado de la forma ingeniosa; los recuerdos adquieren vida propia y tratan de decirnos algo, de darnos pistas sobre aquello que creíamos conocer, pero que en realidad desconocíamos por completo; esos instantes tan felices a los que nos aferramos en busca de alivio.

Imagen: AZ Celtic Films, BBC Film, Screen Scotland, Tango Entertainment, Pastel Productions, Unified Theory, A24, MUBI

Las secuencias musicales también resultan otro fuerte de la cineasta. Este arte nos ha regalado cualquier cantidad de momentos musicalizados por famosas canciones, pero pocos han tenido el efecto como los que Wells nos regala. El primero, con "Tender", de Blur, encaja a la perfección no solo con la escena, sino también con el panorama completo de lo que significa el vínculo entre Calum y Sophie; el segundo, con "Under Pressure", de Queen y David Bowie, es, probablemente, uno de los más emotivos en lo que va del siglo XXI. La directora no solo decide empatar la letra del tema con lo que estamos viendo y resignificar lo que acabamos de ver, sino que también altera la velocidad de este e incorpora una música melancólica para crear una espectacular secuencia llena de dolor, pero también de una inconmensurable alegría. En tan solo unos minutos, Wells consigue encapsular lo que representa amar y ser amado a pesar de todo. 

Aftersun es una obra maestra sobre las emociones más crudas y aquellos momentos que quisiéramos que nunca se fueran o que se repitieran. En el tormento de Calum y el viaje hacia la madurez de Sophie encontramos un espejo hacia nuestra alma; en sus experiencias mundanas nos reconocemos; en los videos caseros que graban recordamos los instantes más felices de nuestras vidas, pero también algunos de marcada tristeza. Al final, eso es lo que diferencia a esta película de las demás: nos hace sentir, rememorar y pensar al mismo tiempo, y por eso no nos queda más que agradecerle a Wells por esta catarsis. 

Aftersun está actualmente en cartelera. Pronto llegará a MUBI.