Entrevista - Laura Martínez (directora de Viral): deconstruirse para empatizar con las víctimas

Como un arte, el cine ofrece no solo al espectador la oportunidad de encontrarse a sí mismo, sino también a su creador o creador. Y eso es precisamente lo que vivió Laura Martínez, cineasta emergente y directora del cortometraje Viral (2020), que hoy presume una nominación al Ariel.

Laura (de Katana Colectivo), originaria de CDMX, es una nueva directora que, con su más reciente trabajo, no solo encontró reconocimiento a nivel internacional, sino también un medio para replantear su posición acerca de un tema tan característico de nuestra época como el de la filtración de fotografías íntimas. En Viral, una jovencita es objeto de señalamientos y agresiones en su escuela cuando su pareja comparte con sus contactos fotos de ella que solo estaban destinadas para él. 

Tuvimos la oportunidad de hablar con Laura acerca de lo que significó para ella tratar esta problemática en su corto y quedar nominada al Ariel, así como lo que viene en su incipiente carrera cinematográfica.

Viral cortometraje nominado Ariel 2022


¿Cómo pasas de tener una idea para un corto a estar nominada al Ariel?

Realmente no lo pensábamos con esa estrategia (llegar al Ariel). El fin de inscribir el corto a los premios fue para que lo viera más gente; no teníamos la meta de quedar en la selección final, pero fue una muy bonita sorpresa que tiene muy contento al equipo. Pero, para empezar, tienes que escribir un guion para decir algo importante; los reconocimientos te permiten dar otro paso en tu carrera y abrir más puertas. Al final, lo esencial es transmitir algo relevante a la audiencia. En este caso, nos tardamos ocho años en tener el guion final; fue el proceso y el tiempo que necesitaba para madurar y convertirse en lo que es ahora.

¿Cuál es el proceso administrativo para inscribir un corto en el Ariel?

Lo primero que te piden en la convocatoria es que tu trabajo haya sido estrenado en un festival tipo A; nosotros lo hicimos en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, y al año siguiente quedamos seleccionados en Shorts México. Quedar en estos festivales es una especie de filtro para la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), para que les llegue, en teoría, lo que ya pasó por un "control de calidad". Después te piden un par de trámites para inscribirlo, incluido un certificado de que tu producción es mexicana, y que todo esté en forma: que la obra cinematográfica esté registrada y que tengas todos los derechos para explotarla. Una vez que tienes todo, la Academia libera la lista con las películas que cumplieron con los requisitos. Este año quedaron, aproximadamente, 45 cortometrajes, y de ahí los miembros de la Academia van votando para tener a los nominados.

Viral aborda una problemática que afecta casi únicamente a mujeres. ¿Qué significa para ti que alguna haya podido sentirse identificada o escuchada?

Lo es todo. Es el alma del cortometraje: hablarle a todo tipo de morras que han vivido cualquier clase de acoso o violencia el pan de cada día de las mujeres mexicanas. Particularmente, quería transmitir un mensaje muy específico a las chavas que han vivido esto: que ellas no hicieron nada malo, y que, aunque sea una situación horrible, no debería marcarlas para siempre; un evento así no tendría por qué determinar el valor que tienes como persona. Si logramos eso con mujeres que hayan vivido algo similar, entonces es el principal premio.

Viral cortometraje nominado Ariel 2022
Imagen: Katana Colectivo

¿Cuál fue el reto más grande que debiste superar durante la filmación?

Tuvo que ver con la parte económica, porque es un trabajo independiente financiado completamente de manera privada; teníamos un presupuesto muy corto, y eso se vio reflejado en los favores y patrocinios que necesitábamos en ese momento, y conseguir cosas de esa manera siempre conlleva el riesgo de que algo falle y que tengas que improvisar. Específicamente, una dificultad fue que nuestro coproductor (Pablo Manzanares), encargado de todo la parte de sonido, no podía estar en persona, y por eso nos mandó un asistente. Todo marchaba bien, hasta que se enfermó del estómago, y nos quedamos un día completo sin poder grabar audio, y no teníamos dinero para traer a alguien más. Al final grabamos así; todo lo de ese día se fue sin audio. Después tuvimos que resolver la cuestión de hacer los ADR incluir diálogos que necesitaba la historia. Y entonces tuvimos que movernos para conseguir un patrocinio, y fue así que encontramos a VAW Studio liderado por Julio González y Jessica Calderón, que nos patrocinó la grabación. Y esto nos permitió terminar el cortometraje.

Lee también: Entrevista - Teodora Mihai (directora de La Civil), borrando la frontera entre ficción y documental

¿Qué disfrutas más: escribir o dirigir?

Dirigir, definitivamente. Odio escribir, pero no puedo separarme de ello. A fin de cuentas, es parte del cine que quiero hacer, y entonces tengo que seguir el proceso, que, para mí, es demandante, e implica un viaje al subconsciente que no muchas veces tienes la energía para aguantar. Entonces, me toma bastante tiempo llegar a la premisa que quiero transmitir. En cambio, cuando ya tengo el guion listo y me pongo a dirigir, me divierto muchísimo. Esa es la parte más padre.

 ¿En dónde encontraste inspiración para realizar este proyecto?

Un poco de todo. Me tocó conocer a compañeras de la escuela que pasaron por algo así. Lo más duro para mí fue que yo fui de las personas que en algún momento juzgó a estas chavas, revictimizándolas. Estoy agradecida con este trabajo por el proceso de deconstrucción que inició en mí, y también con las amigas que me abrieron los ojos y la influencia del feminismo, que cambiaron mi perspectiva tras haber reaccionado de la manera más machista y patriarcal posible, lo que no ayudó a que estas mujeres pudieran superar la situación. Tampoco creo que haya sido inesperado, porque todos crecimos en este sistema que fomenta una educación conservadora y heteropatriarcal. Pero es momento de empezar a deconstruirnos y entender que nuestra manera de ver las cosas y de juzgar no es la mejor para la sociedad. Gracias a Viral pude ver eso; de hecho, yo creo que por eso me tomó tanto tiempo terminar el guion, porque todavía no entendía qué quería decir, y no fue hasta que viví el proceso y que sigo viviendo a la fecha que fui capaz de terminar la historia y decir: "Esto es lo que hay que defender". En esto se resumen las historias que quiero contar, dirigidas por completo a mujeres y que cuestionan estas ideas que tenemos producto de nuestra educación conservadora, para poder encontrarnos a nosotras mismas sin todas estas etiquetas.

Viral cortometraje nominado Ariel 2022
Imagen: Katana Colectivo

¿Cuáles son tus planes inmediatos como cineasta?

Quiero hacer tanto largos como cortos. En este momento estoy preparando mi ópera prima: MILF, una historia de tono existencial e introspectivo, pero con un toque de humor negro. El planteamiento parte del mundo de las madres solteras, específicamente las que son madres desde muy jóvenes, y que, por tanto, siguen descubriendo muchos aspectos de su vida. En general, todas mis historias van a ser de morras así; quiero construir personajes femeninos fuertes, imparables, poderosos; que sean sumamente auténticas, y que descubran cómo estar en paz consigo mismas. Apenas estamos arrancando, y estamos preparando un cortometraje/teaser para vender el concepto del largometraje.

Viral se puede ver en la plataforma de la AMACC como parte de su ciclo "Rumbo al Ariel 2022".

Viral - trailer from Katana Colectivo on Vimeo.

Comentarios