Reseña - Better Days: el bullying como pretexto para aceitar la máquina propagandística

El bullying es un tema muy serio. Las recurrentes noticias de niños quitándose la vida para acabar con el hostigamiento del que son objeto le rompen el corazón a cualquiera. Si bien la atención sobre la problemática es cada vez mayor, en ocasiones, algunos medios de difusión en este caso, el cine pretenden crear conciencia tomando un enfoque equivocado o de oídos sordos. Better Days (2019), cinta hongkonesa nominada al Óscar como Mejor Película Internacional, es un ejemplo muy claro. En ella, el acoso escolar se convierte en la excusa perfecta para aceitar un aparato propagandístico, y de paso presentar un melodrama de enormes proporciones que, en México, podríamos comparar con cualquier episodio de La Rosa de Guadalupe (2008- ) con muchísimo presupuesto y mejores actuaciones, por supuesto.

Better Days reseña
Imagen: Henan Film Group, China Wit Media, Tianjin Xiron Entertainment, We Pictures, Shooting Pictures

Chen Nian (Zhou Dongyu) es una adolescente hostigada por sus compañeros de clase. Después del suicidio de otra chica que sufrió el mismo maltrato, el bullying en contra de Chen, liderado por la popular estudiante Wei La (Zhou Ye), se intensifica. Una noche, Chen se topa con Liu Beishan (Jackson Yee), un joven maleante al que le están dando una golpiza. Su intervención, aunque desafortunada para ella, hace que los tipos se vayan, dejando a Liu Beishan con un enorme pero poco efusivo sentimiento de deuda. Proponiéndole convertirse en su guardaespaldas para evitar que sigan molestándola fuera del colegio—, este último comienza a hacerse cada vez más cercano a la muchachita, quien, por si fuera poco, también debe preocuparse por el próximo examen de ingreso, lo cual definirá el rumbo que tomará su vida.

Antes de empezar, resulta necesario hablar de algunas cuestiones no precisamente sobre la película en sí. Previo a los créditos se nos revela, para sorpresa de nadie, que la historia está basada en hechos reales (presentados primero como una novela para jóvenes adultos). El texto es seguido por una breve pero puntual explicación de lo que el gobierno hizo después de este caso muy sonado en la región y las distintas leyes que se promulgaron para evitar que cosas así "volviesen a suceder". También hay que mencionar que Yee, quien interpreta a uno de los protagonistas, es considerado el "Justin Bieber de China". Entonces, si mezclamos todos los ingredientes una popular novela, un caso real, una superestrella y la propaganda obtenemos Better Days, una cinta con éxito garantizado en la que todos son culpables del bullying, menos las instituciones gubernamentales.

El director Derek Tsang y sus guionistas (Lam Wing Sum, Li Yuan y Xu Yimeng) crean con Chen Nian a la protagonista perfecta para este tipo de películas: un individuo humillado y pisoteado prácticamente durante toda la trama, y cuyo derrame de lágrimas solo es superado por su ferviente deseo de estudiar una carrera y convertirse en una ciudadana provechosa para el país ser parte del sistema—. Liu Beishan emerge como el forajido de buen corazón que, a pesar de ser un donnadie, muestra un enorme grado de humanidad. La justificación de ambos personajes parece estar arraigada en lo que se espera de quienes estudian y de los que no: que los primeros se entreguen a su nación, y que los segundos, al menos, tengan la prudencia necesaria para no causar grandes problemas. ¿Pero realmente es posible reducir las tribulaciones juveniles a estas dos categorías?

Better Days reseña
Imagen: Henan Film Group, China Wit Media, Tianjin Xiron Entertainment, We Pictures, Shooting Pictures

A lo largo de la película podemos encontrarnos con una variedad de mantas en la escuela y en otros lugares que nos hacen sospechar aún más sobre las intenciones de sus creadores y productores. Frases como "El inteligente siempre encuentra el camino. El flojo se pierde solo", "Sin excusas" y "Todos estamos en el fango, pero algunos miramos hacia las estrellas" respaldan un adoctrinamiento casi militar que, sin duda, debe generar una enorme presión en los jóvenes estudiantes, lo cual no parece ser una preocupación en este filme, sino algo digno de admirar. 

No podemos negar que esta es una de las tantas razones por las que China es la superpotencia que es hoy; pero, ¿a qué costo? Chen Nian es una niña agobiaba por el abuso de sus compañeros, pero no del todo por la necesidad de cumplir con lo que se espera de ella. En una escena, en la que la jovencita es interrogada (resalta para leerpor el asesinato de Wei La, esta cuestiona la necedad de querer traer a alguien al mundo solo para que sufra por hacer lo correcto, o sea, por hacer el maldito examen e integrase al sistema. Chen Nian destaca como la defensora por excelencia de todo lo que significa someterse al designio de las instituciones; y no por el hecho de estudiar para superarse, sino por hacerlo por que el gobierno así lo estipula. 

Y este no es el único problema de Better Days. Más adelante, Tsang y sus escritores nos adentran en un romance juvenil que no aporta en lo absoluto. Es cierto que Dongyu interpretando a una preparatoriana a pesar de tener casi 30 y Yee cumplen con buenas actuaciones que evitan que el espectador se distraiga, al menos inicialmente, por el tono melodramático de su relación. Después, resulta imposible no señalar las decisiones narrativas, que dirigen la cinta hacia una de crimen juvenil en la que "el amor será la única cosa que podrá mantener unidos a los protagonistas entre tanta desgracia". Si en un comienzo era difícil tomarse con seriedad este esfuerzo, en la última parte las cosas se salen de control debido a una serie de burdos giros dictados por la necesidad de un final hasta cierto punto feliz. En esta parte, una escena en particular entre Chen Nian y Wei La es la que nos remitirá, indudablemente, a la infame serie televisiva mexicana ya mencionada.

Better Days reseña
Imagen: Henan Film Group, China Wit Media, Tianjin Xiron Entertainment, We Pictures, Shooting Pictures

Cerca de la mitad de Better Days que por cierto dura 2 horas y 15 minutos eternos Chen Nian se sincera con el policía cuya participación también parece enaltecer a otra institución de reputación cuestionable que investiga el suicidio en la escuela. Entre lo que podría ser una lamentación y una resignación, la niña recuerda las palabras que alguna vez le dijo su madre: "Olvidar las cosas es la ventaja de envejecer. No dejes que nada te afecte, al final olvidarás todo". Lamentablemente, a esto se reducen los señalamientos del bullying en la cinta: a una problemática pasajera que quedará atrás cuando las víctimas comiencen su vida económicamente activa. ¿Dónde queda la empatía de la escuela como orientadora?, ¿de verdad debemos creer que la responsabilidad del gobierno es nula? Como una problemática que, en muchos casos, arrastra a los jóvenes a quitarse la vida, que su tratamiento se enfoque en el impedimento que significa para los estudiantes volverse uno con el sistema muestra una falta de entendimiento de lo que realmente implica ser asediado, tanto por los bullies como por las autoridades.

Aunque el filme diga lo contrario, el destino de la juventud china ya ha sido decidido por alguien más. Quizá por ello el gobierno general de aquella nación, aparentemente, impidió que Better Days se mostrará en el Festival De Berlín hace un par de años, además de retrasar el estreno en su territorio en varias ocasiones. Mejor guardar las apariencias que ser criticado por la falta de autocrítica.

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