Cuando Cassie (Carey Mulligan) confronta a la decana (Connie Britton) de la institución donde estudiaba medicina antes de tirar la toalla en apoyo a Nina, su mejor amiga, quien sufrió una violación por parte de sus compañeros, las frases "tenemos que darles el beneficio de la duda" y "es diferente cuando se trata de alguien que amas" surgen durante una tensa conversación que toma varios giros, algunos inesperados, en tan solo unos segundos.
Esta dinámica, en la que el estira y afloja revela mucho sobre la insistencia de menospreciar las denuncias de las víctimas, es la constante de Promising Young Woman (2020), cinta que aborda el tema del abuso sexual de una forma poco convencional.
Imagen: FilmNation Entertainment, LuckyChap Entertainment, Focus Features |
Cassie, con poco más de treinta años cumplidos, continúa viviendo con sus padres, quienes se encuentran muy preocupados por ella debido a su falta de amigos, una pareja y una mayor ambición profesional. Sus escapadas nocturnas también los tienen sumamente alarmados, pero ignoran el hecho de que su hija las utiliza para ir a bares, fingir embriaguez, "pescar" hombres y exhibir sus deplorables intenciones de aprovecharse de ella.
Consternada todavía por lo que le pasó a Nina, Cassie se empeña en desenmascar a tantos hombres como pueda; sin embargo, esta empresa pronto se ve afectada por dos acontecimientos: la aparición en su vida de un "buen tipo" como Ryan (Bo Burnham) y la reapertura de viejas heridas que, a pesar del dolor que conllevan, finalmente le podrían la venganza que ha añorado durante todo este tiempo.
La actriz y guionista Emerald Fennell (The Crown, Killing Eve) hace su debut como directora con Promising Young Woman, película seleccionada para estrenarse durante la pasada edición del Festival de Sundance. En ella, Fennell dispone de una sorprendente Mulligan, en un papel muy distinto al que nos ha acostumbrado por años, para insistir en el empoderamiento femenino y la oportunidad que merece cada mujer atacada de contar su historia en busca de que los agresores reciban su merecido.
Promising Young Woman se construye como un thriller que, a pesar de tener varios instantes cómicos, se acerca a un terreno oscuro en el que cualquier cantidad de víctimas se encuentran, y del que muchas tristemente nunca pudieron salir. Si bien la directora y guionista argumenta su discurso con dos terceras partes buenas y muy entretenidas, el último acto sin duda resulta tan polémico como inesperado.
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Mulligan, dejando de lado la chica apacible con la que ha sido identificado por buena parte de su trayectoria, muestra una faceta más salvaje e incendiaria intepretando a una mujer que vive las terribles consecuencias emocionales de una violación sin haber sido afectada directamente.
Durante el prólogo, Fennell nos presenta a Cassie como la supuesta eterna víctima del abuso masculino cuando hay alcohol de por medio. La introducción a su modus operandi, a través de esta y otra viñeta en la que aparecen Adam Brody y Christopher Mintz-Plasse como dos tipos desagradables, es extrañamente divertida, pero no por eso menos seria al señalar esta conductiva abusiva.
La condición emocional y mental de Cassie también representan un aspecto muy importante de la cinta, el cual se conecta directamente con el trauma de su juventud. Habiendo dejado la escuela de medicina, a pesar de una prometedora carrera, de ahí el irónico título, Cassie queda sumida en un estado casi catatónico que le ha impedido desarrollarse socialmente, cosa que podría importarle menos; lo único que desea es hacerles sentir a los hombres aunque sea una parte del temor que experimentó su amiga después de lo ocurrido.
El estancamiento que se asoma al mantenerse como empleada de cafetería y la falta de rumbo alguno en Cassie hacen referencia a esas otras consecuencias de una agresión como la que aquí tiene lugar, aquellas que impiden a cualquiera volver a sentirse capaz de hacer algo con su vida. Lamentable resulta el hecho de que, al menos en este caso, los perpetradores se gradúen con honores para convertirse en respetados médicos.
Mientras se interna cada vez más en un territorio muy doloroso, Fannell trata de aligerar la trama con la interacción romántica entre Cassie y Ryan. Ambos protagonizan cándidos momentos que, al menos por un instante, hacen que la primera se olvide un poco del peso que lleva consigo. La directora y escritora nos adentra tanto en esta relación al grado de que la próxima vuelta de tuerca llegue como una cubetada de agua fría. Y es aquí donde las cosas se salen de control un poco.
Al impedirle la felicidad y la tranquilidad al personaje principal, Fannell la lanza en una última misión con tintes violentos que da como resultado un grandilocuente desenlace que parece desentonar con el resto de la trama. Cada quien tendrá su punto de vista acerca del final, pero la realidad es que nadie quedará indiferente.
Imagen: FilmNation Entertainment, LuckyChap Entertainment, Focus Features |
Resulta curioso que los hombres que son parte de esta historia se definan a sí mismos como "buenos tipos", y que lo que hicieron es parte del pasado y de sus días como adolescentes estúpidos. Para Cassie se trata de algo más que eso, pues el tiempo para el arrepentimiento ya quedó atrás.
Su cruzada no es precisamente un llamado a la acción, sino más bien una triste forma de aliviar su dolor y evitar que el nombre de su amiga quede en el olvido, no por nada advierte al responsable directo de la tragedia que hará lo que sea necesario para que recuerde por siempre a Nina. Esto es ficción, pero la realidad no podría estar más alejada.
En Promising Young Woman, Fannell se compromete sin tapujos con el movimiento que empezó hace algunos años para exponer a miles de hombres que han utilizado su poder o fuerza para someter a las mujeres de cualquier manera posible. Si bien su guion se tambalea conforme Cassie se acerca a la culminación del esfuerzo que ha emprendido desde hace quién sabe cuánto tiempo, varios momentos desgarradores hacen eco de las implicaciones personales de Mulligan y de la directora como mujeres.
En uno de los momentos más tristes de la película, Cassie revela que "solo quiere arreglar las cosas" mientras trata de darle sentido a sus acciones; Mulligan y Fannell hacen lo propio no del mismo modo que la antiheroína, sino contribuyendo a la causa con un ejercicio irreverente y hasta cierto punto incómodo para muchos.
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