Reseña - Su Casa: entre el cuchillo y la pared

Bol (Sope Dirisu) y su esposa Rial (Wunmi Mosaku) se ven obligados a dejar su país a causa de la guerra en Sudán del Sur. Después de un fatídico trayecto cruzando el mar, la pareja logra llegar a Inglaterra. Recluidos en un centro para refugiados políticos, estos se encuentran a la espera de una resolución que les permita iniciar una nueva vida en un pequeño poblado.

Con una oportunidad de integrarse a la sociedad inglesa, el gobierno les otorga una casa descuidada, un limitado presupuesto y una serie de estrictas reglas, como la prohibición de obtener cualquier ingreso económico extra. De seguir estas normas al pie de la letra, podrán obtener la ciudadanía.

Su Casa reseña
Imagen: Regency Enterprises, BBC Films, Vertigo Entertainment, Starchild Pictures, Netflix


Pero, al poco tiempo de estar en su nueva casa, una malévola fuerza que vino con ellos empieza a atormentarlos de diferentes formas, principalmente a través de las paredes. Voces y rostros con expresiones terroríficas les quitan el sueño y les recuerdan un pasado lleno de culpa, una que les exige un sacrificio humano.

Por si no fuera suficiente, el terror no solo se limita hacia dentro de la casa. Afuera también tendrán que enfrentar otro tipo de miedos. Bol, en su intenso deseo por pertenecer a la comunidad, visita los pubs, canta las canciones locales y se viste como ellos, pues teme no poder acoplarse a su nueva vida.

Mientras tanto, Rial, por extraño que parezca, se siente más segura en casa, pues afuera todo parece un laberinto; en cada esquina le acechan peligros mayores, como el acoso, la discriminación y el racismo. Desorientada y confundida por no hallarse en ese lugar, y con el temor de olvidar sus usos y costumbres, la mujer termina por recluirse entre las tenebrosas paredes susurrantes.


Su Casa reseña
Imagen: Regency Enterprises, BBC Films, Vertigo Entertainment, Starchild Pictures, Netflix


Su Casa es una propuesta que juega eficazmente con el género y la temática de la crisis migratoria, aderezada con elementos del folclor africano. Se trata de una película que combina los clásicos entes perturbadores, los crujidos y chirridos y una serie de perturbadoras alucinaciones visuales que incluyen el mar como elemento de sentencia.

La locura es otro aspecto presente que podemos observar en algunas escenas, las cuales recuerdan bastante a la propuesta de ¡Huye! (Get Out, Jordan Peele, 2017), en la que los sujetos ríen como consecuencia de su quiebre emocional o quedan como cuerpos petrificados con las miradas perdidas mientras se alejan de la realidad.

Tras presentar su ópera prima en la pasada edición del Festival de Sundance, Remi Weekes se une a la tendencia del género de horror que fusiona de manera efectiva una problemática social con los traumas personales de los protagonistas. De esta forma, el debutante director entrega una cinta fresca que entretiene y provoca consciencia.

Su Casa nos recuerda que, sin importar a donde vayamos, nuestros fantasmas nos perseguirán y habitarán cada rincón de nuestro hogar.


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