Prometo Volver es una película franco–germana que nos cuenta la historia de Sarah Loreau (Eva Green), una astronauta que tiene en puerta la oportunidad de formar parte en una misión que la mantendrá un año fuera de casa trabajando en la Estación Espacial Internacional.
Su entrenamiento y confinamiento casi total está por comenzar; pero a la par de su preparación está su hija de siete años, Stella, y su fallido matrimonio con Thomas (Lars Eidinger), un físico con el que mantiene una relación decorosa. A pesar de la contradicción que esto significa, Sarah tendrá que forjar un vínculo irrompible con su hija antes de su partida.
Sarah no la tendrá nada fácil. Por un lado, debe lidiar con un entorno machista, representado por Mike (Matt Dillon), quien encabeza la triada que irá al espacio; y por el otro, las complicaciones a las que se enfrenta Stella por encajar en su nueva escuela, su nuevo hogar junto a su padre también ausente por el trabajo, y unos cuantos trastornos de aprendizaje.
En su tercer largometraje, la francesa Alice Winocour muestra la difícil labor que representa para una madre soltera el mantener una estabilidad física, psicológica y emocional entre el trabajo de sus sueños y el estar al pendiente de las necesidades de su pequeña hija, con la que no duda en disfrutar aquellos pequeños momentos en los que pueden estar juntas.
Destaca una escena en la que Sarah está recibiendo unas instrucciones que podrían significarle la vida mientras juguetea con su hija debajo de la mesa, rodeada de sus compañeros de misión y demás especialistas; nada más cercano a la realidad de muchas mujeres, al menos en México, donde la adversidad las obliga a llevar a su hijos a sus lugares de trabajo.
Si bien la película podría no sentirse demasiado intensa y parecer visualmente fría, no deja de ser cálida y sensible a las emociones. Aunque esta se desarrolla en la Tierra, resulta inevitable no pensar en dos propuestas recientes con las que comparte dos puntos centrales: el espacio exterior y las relaciones paterno–filiales.
Si gustaron, o no, de El Primer Hombre en la Luna (First Man, Damien Chazelle, EUA, 2018) y Ad Astra (James Gray, EUA, 2019) encontrarán una línea guía para aventurarse a este drama sobre apegos y promesas. Así que prepárense mentalmente para un viaje turbulento que podría terminar en una colisión de sentimientos.
Hacia el final de la cinta se muestra que los astronautas tienen permitido llevar cierto número de pertenencias que no sobrepasen los 1.5 kg y que puedan caber en un pequeño maletín. Y tú, ¿qué cosas te llevarías?
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