Reseña - The Cure @ Foro Sol, México 2019

Seis años tuvieron que pasar para el regreso de The Cure a México. En ese tiempo, bastantes cosas han cambiado en el grupo, a pesar de que anoche los vimos exactamente igual que antes. Por supuesto, los años, pero también estamos ahora ante una banda parte del Salón de la Fama del Rock and Roll (si eso significa algo para alguien), la cual se prepara ahora para lanzar un nuevo disco después de más de una década. Pero nada de esto probablemente pasaba por la mente de los casi 65,000 asistentes que se dieron cita en el Foro Sol anoche, lo único que deseaban era estar cerca de Robert Smith y compañía una vez más.

El anuncio de su show especial en México, uno de los pocos que no sucedieron en un festival este año, causó gran expectación entre sus seguidores, sobre todo al tener en cuenta lo que ocurrió aquel 21 de abril de 2013, cuando el grupo ofreció el concierto más largo de su carrera (¡cuatro horas y media¡), con todo y un temblor y el cumpleaños de Smith de por medio. ¿Podría entonces el público y sus ídolos cooperar para que algo así ocurriera nuevamente? Ciertamente lucía complicado, y el aviso de que el set solo duraría tres horas esta vez cortaba cualquier ilusión; sin embargo, los británicos solo tuvieron que recurrir a su energía y talento para convertir este show en otro recuerdo muy valioso para sus fans.

Así, justo a la hora pactada, The Cure saltó al escenario para comenzar una noche que pronto sería inolvidable. Todos, adultos de más de 30 años en su mayoría, habían dejado ya sus problemas y labores atrás, su completa atención estaría dedicada a su banda favorita durante las siguientes tres horas.


Con un vasto catálogo, los setlists de la agrupación suelen ser todo un misterio. Si bien sabemos que los clásicos no pueden faltar, los temas que lo completan siempre resultan una agradable sorpresa. La primera parte del show, la más larga y quizá la más densa, estuvo marcada por la melancolía de "Pictures of You", la intensidad de "Shake Dog Shake", el misterio de "A Forest", y la solemnidad de "Plainsong". Durante casi dos horas, la banda hizo un recorrido por toda su discografía, recordándonos cualquier cantidad de hits que han tenido en su trayectoria.

Smith habló poco, de repente se movía por aquí y por allá; y aunque la guitarra eléctrica fue su frecuente aliado durante la noche, la flauta y la guitarra acústica aparecieron de vez en cuando como parte de su acto. A sus costados, sus compañeros igualmente se mantenían estáticos casi todo el tiempo, a excepción de Simon Gallup, quien nunca duda en proyectar toda su energía como una verdadera estrella de rock. 

En cuanto a la producción, y a diferencia de muchos de sus contemporáneos, The Cure no necesita de gran parafernalia para hacer sentir a su gente. Juegos de luces y visuales muy sencillos y literales (fuego en "Burn" y una telaraña en "Lullaby") eran lo único de lo que el grupo echaba en mano para acompañar la música, pero la verdad es que no necesitaban más. Ver a la gente emocionarse con una simple pero honesta interpretación de temas como "Just Like Heaven" lo dejaba en claro.


Más adelante, el primer encore fue una absoluta fiesta. Aunque en esta parte fue donde Smith aprovechó varios espacios para dedicar algunas confusas palabras, la aparición de "Lullaby" daba paso a "The Caterpillar", la cual a su vez dejaba todo dispuesto para "The Lovecats" y "Hot Hot Hot!!!". Las sorpresas seguían llegando, mientras el público continuaba bailando estremeciendo las tribunas del foro. Abajo, en pista, miles se apretujaban pacíficamente disfrutando de la música.

Cuando todos pensaban que ya nada podía superar el canto al unísono con "Friday I'm in Love", "Close to Me" surgía de repente para pedir un poco más de los presentes. "Why Can't I Be You?", como era de esperarse, no pedía permiso, y más bien se apoderaba de las piernas y brazos de todos como si de un decreto se tratase.

La segunda desaparición del grupo presagiaba ya el final del show, pero para el eventual retorno había algo muy especial preparado. "Boys Don't Cry" simplemente no podía no ser tocada para el beneplácito de todos, fans de antaño y casuales por igual. El final con "Killing an Arab", una de las grandes sorpresas de la noche, significó todo para quienes tuvieron que esperar media década para verlos de nuevo, o para quienes lo hacían por primera vez. ¿Había algo más que pudiéramos pedirle a The Cure?

El show fue todo lo que se esperaba y más. La pregunta ahora es: ¿volveremos a verlos en vivo? Quién sabe, lo que es casi un hecho es que muy pronto podremos escuchar nueva música.


Fotos: Fabiola As

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