Reseña: Gorillaz @ Vive Latino 2018

Hace ya mucho tiempo, a principios de siglo, un suceso sin antecedentes se estaba gestando en la escena musical. En el último año de primaria, los chiquillos pubertos empezaban a adentrarse en cualquier vicio, pasión o pasatiempo, los cuales comenzarían a definir su vida futura. Al mismo tiempo, la música se hacía parte importante de sus vidas; por eso, después de las clases, muchos llegaban a la escuela, prendían su televisor, sintonizaban MTV (el desahogo juvenil por excelencia en esa época) y miraban con atención un extraño video de unos tétricos "monitos" tocando una siniestra canción mientras unos gorilas de ultratumba realizaban una vistosa coreografía. ¿Qué demonios era eso y quién estaba detrás de ello?

Ya en la prepa, los denominados Gorillaz volvían a hacer su aparición. Los que ya entendían algo de música sabían que Damon Albarn, vocalista de Blur, era el encargado de dar vida a este grupo virtual, el primero de su tipo. Algunos más se enteraban de su existencia gracias a esa peculiar entrevista en Rebelde. El punto es que ya todos hablaban de ellos. El éxito comercial no tardó en llegar y de pronto ya eran una de las bandas más famosas del mundo. Y entonces ¿qué hacían exactamente Gorillaz? ¿Hip hop, rock, pop? ¿Cómo le hacían para dar conciertos? 2-D, Russel, Murdoc y Noodle se convertían en íconos de MTV y hasta Madonna quería trabajar con ellos. Pero esto apenas era el comienzo.



Los universitarios que habían crecido con Gorillaz ya los veneraban y ansiaban verlos en vivo. Solo unos cuantos afortunados asistieron a ese mítico concierto de proyecciones en el Palacio de los Deportes en 2002. Mientras, el MTV que conocíamos agonizaba; pero antes de volverse en el odioso canal de realities que es ahora ahora, el grupo volvía una vez más para presentar uno de sus mejores álbumes lleno de participaciones especiales y con el que finalmente se consagraban como un acto listo para encabezar festivales. La mayoría ya comprendía que Albarn se rodeaba de músicos de confianza para representar este proyecto en el escenario. Desafortunadamente, los indicios de una nueva visita no se veían por ningún lado.

Fue hasta hace poco que los ahora graduados comenzaron a disfrutar una vez más de su grupo favorito, ahora en las tan amadas/odiadas plataformas de streaming. Albarn estaba listo para volver a poner a Gorillaz en lo más alto y, lo mejor de todo, volver a México con un magno, sublime y memorable concierto para cerrar la 19ª edición del Vive Latino. Aquellos niños que veían "Clint Eastwood" en sus viejos televisores finalmente tendrían la dicha de verlos en vivo y a todo color.

Después de haber estado en nuestro país bastantes veces en los últimos años con Blur y como solista, Albarn se apropió nuevamente del Vive Latino y de un Foro Sol completamente abarrotado (literal era imposible moverse con facilidad) en esta ocasión. Tras un calentamiento muy adecuado cortesía de Queens of the Stone Age, el británico y su multitudinaria banda emergieron con máscaras de luchadores clásicos mexicanos ante el júbilo y excitación de los asistentes. Los que habían estado aguardando en primera fila desde la tarde y los que habían aguantado los embates de las mareas humanas finalmente tenían su recompensa. Hora y media de éxitos de la época estaba por delante.


Albarn, consciente del largo tiempo que pasó desde la última aparición de Gorillaz en suelo mexicano, hizo un detallado recorrido por la corta pero sustanciosa discografía de su proyecto alterno, calificativo que queda corto si tenemos en cuenta que su impacto podría equipararse ya al de Blur para las nuevas generaciones. Muy pocos músicos en el mundo pueden darse ese lujo.

"M1 A1" y "Last Living Souls" ponían a todos en sintonía. "Rhinestone Eyes" hacía lo suyo con  su infeccioso beat y la fiesta ya se comenzaba a sentir. Acompañado por guitarristas, bateristas, percusionistas y los siempre confiables coristas que Albarn lleva a todos lados, este se encontraba bien protegido en el aspecto musical. Como es usual, la conexión con sus fans fue inmediata. Acercándose constantemente a la valla para verlos de cerca y decirles cuan especial es su espíritu, el rockero no ocultaba su emoción por saberse un ídolo para todos ellos. 

En las pantallas, 2-D y los demás comenzaban a aparecer. "Tomorrow Comes Today" nos daba la primer señal de que los integrantes virtuales también estaban entre nosotros. Los celulares en todo lo alto capturaban cada momento, las voces se unían en una sola y el famoso beat de trip hop se apoderaba del recinto. El niño de primaria dentro de todos salía del inconsciente para atestiguar y entender de una vez por todas la esencia de Gorillaz.

Por supuesto, Albarn vino a presentar el nuevo álbum del grupo, Humanz, uno muy denso pero muy valioso a pesar de no contar con los ganchos que sí tenían otras de sus producciones. "Saturnz Barz" hacía mover a los cuerpos de forma errática; después, una versión extendida de "Andromeda" ponía a todos a bailar por unos cuantos minutos.


Quizá uno de los momentos más emotivos de la noche fue "On Melancholy Hill", aquella balada del Plastic Beach cuyo video protagonizado por Noodle nos devolvió a unos tiempos menos complicados, donde la felicidad no era tan difícil conseguir y solo teníamos que preocuparnos por hacer la tarea o estar bien con nuestros novi@s. "'Cause you're my medicine. When you're close to me..." cantaban algunos mientras un par lágrimas se escapaban por ahí.


Gorillaz es una agrupación que ha confiado buena parte de sus contribuciones a otros vocalistas; por eso, Albarn no dudo en invitar a un grupo de ellos a su concierto en el Vive Latino. De la Soul, Peven Everett y Little Simz fueron algunos de estos. Haciéndolo solos o apoyando a su amigo en algunos temas, los cantantes cumplían con su trabajo aportando los vocales de varias de estas o los famosos versos de ya clásicos del Siglo XXI como "Stylo" o "Feel Good Inc.", esta última cerrando con gran intensidad el set principal. Desgraciadamente, ya nada se supo de la colaboración con Kali Uchis que estaba confirmada.

"Kids with Guns" y la canción con la que todos los conocieron cerraron el show. Algunos se sabían todo el rap de este última y lo recitaban a todo pulmón, otros solo gritaban las frases que recordaban, pero absolutamente todos cantaban el famosísimo coro. 

Gorillaz dieron uno de los mejores shows de los que se tengan memoria en el Vive Latino. Damon Alban demostró una vez más ser un referente de la música contemporánea y alguien muy querido por el público mexicano. Nuestros niños interiores quedaron satisfechos, ya no hará falta explicarles nada.

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