Kingsman: El Círculo Dorado, una pobre e innecesaria secuela

Hace poco más de dos años, Kingsman: El Servicio Secreto causó cierto revuelo en el mainstream por la naturaleza gráfica de sus imágenes y la irreverencia de su protagonista. Si bien la cinta no tomó otro tipo de riesgos más allá de los que tenían que ver con su clasificación, esta más o menos salió adelante con la crítica y en la taquilla como un decente esfuerzo que trataba refrescar el cine de espías y acercarlo a un público más juvenil. Aunque parecía que Kingsman se quedaría en una sola entrega, la serie de personajes introducidos en la original tenían el potencial para crear una franquicia según los ejecutivos de Fox, algo que ni siquiera su director, Matthew Vaughn, veía con buenos ojos. Al final, los primeros se salieron con la suya y dieron luz verde a El Círculo Dorado logrando convencer a Vaughn de volver. Como era de esperarse, la secuela ha fallado en todos los sentidos al concentrarse en expandir el tamaño de este universo dejando nulo espacio para el desarrollo de los personajes.

Un año después de que Eggsy (Taron Egerton), nuevo integrante de la organización secreta Kingsman, y Merlin (Mark Strong) evitaron que Richmond Valentine llevará a cabo sus malévolos planes de dominación mundial, el joven se ha convertido en un agente muy habilidoso y una amenaza para cualquier grupo criminal; por eso, Poppy Adams (Julianne Moore), una narcotraficante estadounidense, no duda en deshacerse de él y todo lo que representa Kingsman para seguir con sus planes de llevar su negocio ilegal a un nuevo nivel. Aunque Eggsy y Merlin logran escapar de los ataques de Poppy, estos quedan indefensos y sin recursos, por lo que tienen que viajar a Estados Unidos y recurrir a otra organización secreta llamada Statesman, quienes guardan un secreto importante relacionado con un viejo conocido de Eggsy.

El Círculo Dorado es un verdadero suplicio. Durante casi dos y horas y media de duración, el espectador es sometido a una pesada e irrelevante trama que, en realidad, no es más que una repetición de la primera: un  desfachatado villano toma rehén al mundo para cumplir con sus narcisistas objetivos. La única diferencia palpable es que Eggsy ya no es más un principiante, sino uno de los mejores agentes de Kingsman. Sea como sea, los guionistas se las idearon para encontrar al personaje torpe e ingenuo, que en esta ocasión se trata de Galahad (Colin Firth), quien tiene que volver a aprender todo lo que sabía después de haber tenido un encuentro muy cercano con la muerte que lo ha dejado incapacitado mentalmente. Es así como una vez más tenemos que ver a los Kinsgman salvar al mundo de una mujer que también cuenta con su propio matón con letales modificaciones corporales. Desafortunadamente, ni siquiera la clase de Firth puede llevar este barco a buen puerto.

Los nuevos personajes, la mayoría integrantes de Statesman, dejan mucho que desear. Si no se tratan de fugaces apariciones especiales, como las de Jeff Bridges y Channing Tatum, nos topamos igualmente con otros agentes con poca tela de dónde cortar. Si bien Whiskey (Pedro Pascal) es el más dotado en cuanto a habilidades se refiere, su concepción y eventual desenlace no sorprenden en lo absoluto. Halle Berry es relegada a un papel terciario que por momentos parece de relleno. Finalmente, Moore hace un pésimo trabajo como la extrovertida y demente villana; por supuesto, esto se debe a la dirección de Vaughn y al pobre desempeño de los guionistas. Ni siquiera un cameo de Elton John puede mantener cautiva a una audiencia que tiene que ser sometida a larguísimas  y vulgares secuencias sin sentido, como aquella en la que Eggsy tiene que, literalmente, introducir un rastreador en la vagina de una mujer durante la celebración de un festival musical. ¿?

Tratando de ponerse políticos con una trama que hace un comentario sobre la legalización de las drogas, tal y como la primera trató de hacer un punto con el consumismo en la actualidad, El Círculo Dorado no solo falla como un blockbuster, sino como la continuación de una saga que difícilmente tendrá un nuevo capítulo.