Durante una de sus tantas intervenciones en las que dirigió unas cuantas palabras y anécdotas al público, Shirley Manson conceptualizó en una frase lo que significó el "Rage and Rapture Tour": "se trata de pasar la antorcha y de celebrar a las nuevas generaciones con un sentido artístico". Como todo un ícono de los noventa, la escocesa se rendía ante la influencia y relevancia de una banda como Blondie y una artista como Debbie Harry, uno de los más grandes referentes femeninos del rock en toda la historia. Con sus respectivas bandas, estas dos mujeres han unido el discurso de dos generaciones, el cual, a pesar de la relativa brecha, emerge como uno sumamente consistente, de resistencia feminista y celebración artística.
Los ochenta y noventa revivieron en plena segunda década del Siglo XXI con la doble presentación de Garbage y Blondie, quienes cerraron su gira veraniega con un divertido y nostálgico concierto en el Palacio de los Deportes. Si bien algunos podrían pensar que ambos actos han pasado a un lejano segundo plano en el panorama musical, bastaría con señalar sus últimas producciones discográficas, las cuales, a pesar de no haber figurado del todo, dejaron en claro que su talento sigue intacto y que todavía tienen la capacidad de concebir varios hits y darle un nuevo giro a su sonido. Strange Little Birds y Pollinator son dos álbumes muy sólidos que extienden un poco más dos grandes trayectorias.
Y ahora sí, de lleno al concierto. Las jerarquías musicales deben respetarse; por eso, los primeros en tomar el escenario fueron Garbage. Después del casi mítico Butch Vig y los demás, Manson saltó a escena envuelta en un aura carmesí respaldada por su cabellera de fuego y un camisón del mismo violento color. La misma agresividad se trasladó a su primer tema, "No Horses", su más reciente sencillo y el cual refleja con exactitud la oscuridad de los tiempos que vivimos. "This is the Apocalypse", cantaba Manson augurando un futuro incierto para la humanidad. Pero si todo terminaba en realidad esta noche, la banda se estaba entregando por completo.
Además de presentar otras canciones de su más reciente disco, como "Empty" y "Even Though Our Love is Doomed", uno de los momentos más introspectivos de su set, Manson y compañía hicieron un rápido recorrido por su discografía; no podían faltar "Cherry Lips", "Stupid Girl" y "Special". Derrochando sensualidad y haciendo suyo el escenario, Manson recibía todo el calor del público; ídolo y amor platónico para la mayoría de los presentes. Y a pesar de esa gran presencia que demostraba, la cantante también dejaba ver su lado más vulnerable y humilde al hablar con los fans. Esta abrió algunos espacios para declarar como México la hacía llorar cada vez que venía, reafirmar su respeto por Harry, a quien definió como su mentora, o contar algunas historias del tour, como aquella en donde vio a esta última maquillando a la vocalista de Deap Valley, banda que abrió algunos de sus shows en Estados Unidos recientemente. Fue precisamente esta anécdota la que sostenía otro poderoso argumento suyo: "las mujeres deben compartir su espacio con las demás". Esta se mostró tremendamente agradecida con Harry por dejarla viajar con ella y enseñarle todo lo que sabe. Por ello, instó a todas las mujeres a unirse para hacer frente a lo que sea que esté por venir.
Una gran sorpresa de la noche fue la interpretación de "The World Is Not Enough", el tema musical de la película de James Bond del mismo nombre, la cual emocionó en demasía al público. Y claro, "Only Happy When It Rains", con un dramático y solemne inicio, fue claramente uno de los instantes de mayor emoción en el recinto.
Y así, unos minutos después de haber desaparecido de vista, el zumbido de cientos de abejorros presagiaba la llegada de la abeja reina. Debbie Harry, portando una genial máscara y vestida con los distintivos colores y patrones del insecto, hizo acto de presencia con sus compañeros, un grupo conformado por viejos y jóvenes músicos. La fiesta comenzó con un gran hit, "One Way or Another"; de cualquier forma que fuera, sus seguidores se divertirían durante esta segunda parte del concierto.
A sus 72 años, Harry sigue siendo una diosa del rock y no cabe duda que pasará a la historia como una de las mujeres que diversificaron el género e impulsaron a las demás a perseguir este sueño. Irreverente, graciosa y talentosa, la cantante también de dio el lujo de expresar algunos mensajes. Su capa, la cual portaba el mensaje: "STOP FUCKING THE PLANET", y la playera que llevaba uno de los integrantes con la leyenda "The Future is Female" mostraban la misma preocupación ambiental y social que muchos colegas y contemporáneos han profesado a lo largo de los años.
Blondie presentaron temas de su excelente nuevo disco, como "Long Time", "Gravity" y "Too Much", los cuales son colaboraciones con artistas jóvenes como Charli XCX y Dev Hynes y que nos enseñan a una banda dispuesta a empaparse de las nuevas propuestas, lo que sin duda ha resultado en algo de calidad. Y aunque estos sí ponían a balar al público, fueron los éxitos de antaño los que verdaderamente hicieron vibrar a todo el mundo. "Atomic", "Maria", "Call Me", "Heart of Glass" y "The Tide is High" emocionaron al público mayor. Un recuerdo directo de las discotecas de ayer.
Cabe destacar que Harry se vio un poco exhausta durante algunos momentos, pero esto es perfectamente entendible dada la altura de la ciudad y su avanzada edad, la cual en realidad no es un impedimento para ella y seguir rockeando.
Con "Dreaming", Blondie puso fin a la velada y a un esfuerzo en conjunto liderado por dos de las más importantes exponentes del rock. Manson y Harry son un contundente ejemplo de empoderamiento femenino, humildad y conciencia social que se traduce en la música que las ha convertido en superestrellas. La antorcha ha sido entregada con éxito, resta por ver quién será la siguiente portadora, la voz de una nueva generación.
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