Spider-Man: De Regreso a Casa - La gracia del arácnido está de vuelta

Si bien el Universo Cinematográfico de Marvel revolucionó la adaptación del cómic al tratar de emular su dinámica y generando la sensación de que estos superhéroes realmente comparten el mismo tiempo y espacio, la ausencia de personajes clave solamente ha dado vuelo a nuestra imaginación al visualizar propiedades como las de los X-Men y los Cuatro Fantásticos interactuando con los Vengadores. Afortunadamente, hace unos años ocurrió lo impensado, Spider-Man, una de las más celosas propiedades de Sony, finalmente compartiría créditos con Iron Man, el Capitán América y demás como parte de un increíble acuerdo que conmocionó a la industria fílmica. Esto, por supuesto, significaría un nuevo reboot del personaje, quien en esos instantes yacía moribundo producto de un par de mediocres películas. Pero ¿quién iba a pensar que la tercera adaptación sería la mejor de todas? Como bien lo dice su título, De Regreso a Casa es una grandiosa bienvenida al arácnido y una sólida cinta de superhéroes que le hace honor a uno de los personajes más reconocidos de la cultura popular.

Después de haber ayudado a Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) en su batalla contra el Capitán América y los Vengadores renegados, Peter Parker (Tom Holland), disfrutando de un nuevo traje construido por su mentor, vuelve a Nueva York para continuar sus estudios preparatorianos y proteger a los ciudadanos de la metrópolis como el todavía desconocido Spider-Man. Al mismo tiempo, Adrian Toomes (Michael Keaton), un ex contratista que perdió su trabajo de reconstrucción debido a las empresas de Stark, ha montado un pequeño negocio ilegal de armas potenciadas con tecnología extraterrestre que pretende vender al mejor postor. Al enterarse, Peter tratará de impedir los planes del villano, pero su inexperiencia y el tener que lidiar con su doble vida resultarán grandes obstáculos que tendrá que superar para emerger como un nuevo superhéroe.

Con el breve vistazo que el público tuvo el año pasado de Spider-Man en Guerra Civil, la expectación se elevó por los cielos. Poder verlo interactuar con las otras grandes figuras de Marvel era prácticamente un sueño hecho realidad. Con una representación más juvenil que en las pasadas adaptaciones, un fabuloso traje y ese sentido del humor tan característico, la nueva versión parecía estar destinada al éxito. Y vaya que así ha sido. De Regreso a Casa no ha recibido más que alabanzas y varios medios la catalogan como la mejor película que Marvel ha hecho en sus casi 10 años de historia. Apelando a la vibra del cómic, tanto de los clásicos números como de los más nuevos, muy buenas actuaciones de cada uno de sus protagonistas y una sencilla y divertida historia sobre lo que significa ser un superhéroe y adolescente por igual, esta película triunfa realmente como una de las mejores del verano y del catálogo de Marvel.


A cargo de un relativamente desconocido Jon Watts, De Regreso a Casa nos presenta a un Peter Parker que encaja perfectamente en estos tiempos, un chico comprensivo y muy inteligente que está obsesionado con la idea de pertenecer a algo más grande. Esa admiración que siente por los Vengadores nos abre una nueva perspectiva en este universo. Todas las cintas de la gran narrativa abordaban el punto de vista de dioses, héroes de guerra o billonarios, filántropos... Quizá junto a Ant-Man, pero ejecutada correctamente en esta ocasión, De Regreso a Casa representa esa mirada externa a esos extraños momentos como robots asesinos amenazando al mundo o estragos causados por una batalla entre superhéroes. Por más estrambóticos que suenen, estos acontecimientos finalmente adquieren un estatus terrenal al mostrarnos los efectos colaterales, tanto para bien como para mal. Además, la cinta explora otro nivel de amenaza, una más íntima y local que de una vez por todas explica el porqué los Vengadores no pueden actuar en cada crimen que ocurre en el mundo. Con los shows de Netflix se ha mantenido este aspecto cubierto, pero con un tono más maduro y oscuro. La nueva entrega de Spider-Man ofrece la posibilidad de dar un vistazo a este mundo a toda la familia.

Aunque las otras versiones fílmicas del personaje habían dado en el clavo en algunos aspectos de la caracterización de Parker o su heroica contraparte, ninguna nos había entregado un desarrollo tan completo. Por primera vez nos encontramos con un protagonista genuino cuya frustración nos deja identificarnos con él plenamente. También hay que agradecer que se haya omitido mostrar el origen de sus poderes, relato que conocemos a la perfección; una tercera vez hubiera sido demasiado. En su lugar, Watts y el equipo de guionistas optan por insertarnos en la vida del joven después de este acontecimiento, el cual realmente ya no tiene importancia, contrario a lo que ocurrió en la primer trilogía, donde el evento fue remembrado y tergiversado en varias ocasiones. Tampoco toman el odioso camino de El Sorprendente Hombre Araña, donde el detestable misterio alrededor de sus padres nos dirigía a un desastre inevitable. De Regreso a Casa no es más que las vivencias de un chico de Queens que tiene un amor imposible, que debe ocultarle a su tía y a la escuela su identidad secreta y que quiere impresionar a su ídolos. Estamos ante un filme juvenil al estilo de John Hughes que hace referencia a las tribulaciones adolescentes en un ambiente escolar, en el cual las caracterizaciones van más allá de los estereotipos.


A excepción de Loki y el Soldado del Invierno en primer instancia, los villanos del Universo Cinematográfico de Marvel han estado marcados por la unidimensionalidad y un nulo desarrollo. De Regreso a Casa nos entrega finalmente a otro antagonista memorable cuyos motivos resultan convincentes y pertenecientes a un contexto que se asemeja a la realidad. Si bien tener a un actor que vive un resurgimiento como Keaton es un gran avance, el Toomes que encarna nos recuerda al pequeño emprendedor que es devorado por las fauces del capitalismo y los intereses de las grandes compañías. Su resentimiento es entendible. No se trata de algún científico loco que quiere destruir la ciudad, sino más bien de un hombre común que encontró una extraordinaria manera de proveer a su familia. Sus métodos son cuestionables, pero resulta difícil poder juzgar a alguien a quien le arrebataron una oportunidad injustamente.

Algo sumamente raro para una película de Marvel es la ausencia de rimbombantes secuencias de acción. Si bien esta sigue la misma estructura con algunos espectaculares momentos, donde los efectos especiales brillan en demasía, y una batalla final con el villano, el porcentaje de estas escenas es notablemente menor al del resto. Por supuesto, esto no demerita para nada a la cinta; al contrario, los personajes tienen más espacio para desarrollarse y el drama fluye con una tensión inusitada en el género. Basta con mencionar ese gran giro cerca del final que le añade un toque muy especial a la historia; con este, el conflicto se vuelve sumamente personal para Peter.


El humor es quizá la mejor arma del filme. Ninguno de los chistes parece forzados e incluso los escritores se han dado el lujo de burlarse de la misma esencia del personaje haciendo eco a uno de los instantes más icónicos en una película de Spider-Man.

De Regreso a Casa es sin duda alguna una de las más finas producciones de las que Marvel ha estado a cargo. En ella, el estudio nos presenta a otro imperfecto superhéroe que, a pesar de que sus aliados y enemigos en repetidas ocasiones le recuerdan que no entiende cómo funcionan las cosas en el mundo real, al final lograr salir adelante haciendo sus propios sacrificios y comprendiendo que la figura heroica va más allá de usar un traje. Enhorabuena por Marvel en devolverle esa gracia a la cinta de superhéroes, la cual cada vez se va diluyendo más debido a la excesiva repetición de la fórmula. E igualmente por concebir una película incluyente con un elenco muy variado y a quienes indudablemente querremos ver de vuelta en la secuela.

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