Metal Gear Solid V: The Phantom Pain - Primeras impresiones

Tras una enorme expectación y una controversia alrededor aún mayor, Metal Gear Solid V finalmente ha sido lanzado. Firme contendiente a Juego del Año y con calificaciones mayores a 9 de sitios especializados, la más reciente entrega de la mítica saga creada por Hideo Kojima, y quien aparentemente cerrará una era con este juego, parece ser el sueño hecho realidad de todo jugador. Tomando las riendas de Big Boss una vez más, The Phantom Pain promete la experiencia definitiva en cuanto a jugabilidad e involucramiento se refiere. Con un enorme mundo abierto, decenas de actividades alternas y un sinfín de opciones de personalización, el videojuego se mantiene a la altura. Para quienes todavía no lo tengan en sus manos, he aquí una breve descripción sobre las primeras horas de juego.

Historia

The Phantom Pain continúa con los sucesos de Ground Zeroes, el prólogo del año pasado, en los que Big Boss cae en una mortal trampa que le cuesta quedar en coma por casi una década. Al despertar, Boss es ahora un hombre frágil que lo ha perdido todo. Sin embargo, al enterarse de que sigue con vida, quienes quisieron acabar con él reactivarán sus esfuerzos para cumplir con su objetivo. Salvado por el alguna vez oponente Ocelot, Boss se propone a reconstruir de las cenizas a su organización militar para vengarse de aquellos que le vencieron en el pasado. Es en el Afganistán invadido por la Unión Soviética que el héroe comenzará su aventura.

Generalidades

Metal Gear Solid V es hermoso gráficamente. La definición es espectacular y podemos encontrar detalles al por mayor: los rostros empapados de sangre, las escenas en cámara lenta, el movimiento del cabello, las expresiones faciales de los personajes, el diseño de audio... He aquí la obra de un hombre perfeccionista que trabaja para y por los jugadores. La jugabilidad, por supuesto, no se queda atrás. Manejar a Big Boss es relativamente sencillo, pues una asombrosa fluidez nos hace olvidar lo frustrante que puede resultar jugar con Geralt en The Witcher 3. No hace falta más que un par de horas para tomar el ritmo.

Las primeras misiones en Afganistán ponen a prueba varias habilidades, como infiltrarse en campamentos enemigos, secuestras objetivos, rescatar rehenes y, en la menor medida posible, atacar de frente al enemigo. Aunque en un comienzo Big Boss cuenta con un equipo y arsenal limitado, esto no representa ningún tipo de freno, pues la búsqueda de ítems especiales o de tesoros van llenando nuestras arcas para ir adquiriendo mejores artefactos. 

De cualquier modo, The Phantom Pain nos arma en un comienzo con dos herramientas que han de ser fundamentales durante todo el juego.

También podemos usar de nuestro fiel caballo para atravesar las inhóspitas regiones del desierto del país.

Los binoculares

Más vale estar usándolos todo el tiempo, pues marcar a los enemigos al avistarlos y estar al tanto de sus movimientos es imprescindible para llevar a cabo un infiltración sin haber alertado a los soldados de nuestra presencia. El zoom equipado nos viene bien para hacer reconocimientos de la zona y poder identificar objetivos estratégicos. Además, si encontramos algo interesante, la comunicación radiofónica con Ocelot o Miller (Kazuhira) nos puede dar pistas sobre cómo cumplir una parte específica de la misión. 

El fulton

Después de la primera misión en Afganistán, Ocelot entrega a Boss otra herramienta sumamente importante: el fulton, un dispositivo aéreo que permite al protagonista poder sacar de la zona en la que se encuentra cualquier cosa que nos pudiera ser útil: animales, vehículos, soldados, herramientas, armas, etc. En un inicio, el uso está limitada a unas cuantas veces, pero conforme vaya avanzado el juego seguramente también incrementará el número. ¿Y para qué queremos las cosas previamente mencionadas?

Mother Base

Uno de los aspectos más importantes de MGS V es Mother Base, la base de operaciones de Big Boss y de su siempre creciente milicia. Es aquí donde vienen a dar todos los recursos que encontramos en las zonas de combate. El personal que traigamos al conjunto será esencial para poder desarrollar todo tipo de cosas, como armas, accesorios, medicinas, etc., según las habilidades de cada uno de ellos, es por eso que siempre habrá que estar atentos de los enemigos que pudieran sernos útiles al traerlos a la base. Que los números de la milicia crezcan también es importante para el juego en línea, pues MGS V ofrece la posibilidad de adentrarte en las bases de otros jugadores para robar cualquier recurso o simplemente generar un poco de caos (algo así como lo que se podía hacer en Watch Dogs). Es así como tener buenas defensas será esencial para frustrar los ataques en línea.

En la Mother Base, Big Boss también puede llevar a cabo otro tipo de actividades, como bañarse, recorrer el conjunto, interactuar con el personal y supervisar que todo marche en orden.

Sigilo

Este no sería un Metal Gear si el sigilo no fuera el arma más importante de Big Boss. Estar agachado, acercarse silenciosamente a los enemigos por detrás, incapacitarlos y hacerlos hablar sobre cuestiones estratégicas es realmente gratificante. Algunos detalles como hacer ruido al tirar vasos o vasijas, usar de la siempre confiable caja de cartón o escuchar lo que los enemigos dicen hacen de toda la experiencia algo muy interesante. Pero cuidado al principio, Boss ya no entiende el ruso debido a su casi mortal accidente, por lo que será necesario reclutar un intérprete para poder entender las conversaciones enemigas

Detalles

Por último, hay algunas cuestiones al momento que sí podrían ser criticadas, como la exhaustiva presentación de créditos en cada misión (como si Kojima quisiera dejar todavía más claro que él fue el responsable del juego), la próxima implementación de las microtransacciones, las cuales no han sido bien vistas en general debido a la fórmula "pagar para ganar" que muchos usarán al momento de invadir las bases rivales, y los problemas de conexión a los servidores que han venido desde el día de lanzamiento. Esperemos que estos últimos puntos no influyan en una experiencia que hasta ahora parece ser todo lo que uno estaba esperando.