Para Mark Schultz, la meta está muy clara, quiere ser el mejor del mundo. La verdadera cuestión es ¿tiene las habilidades requeridas para lograrlo? pero quizá todavía más importante ¿qué está dispuesto a sacrificar para alcanzar su objetivo? Foxcatcher es la bizarra historia de cómo un hombre cumple uno de sus más grandes sueños, solo para derrumbarse después ante el deseo, poder y manía de otro hombre, uno igual de ambicioso que él, pero cuyas maneras no solo lo quiebran, sino que cortan de tajo todas sus aspiraciones. Dirigida por Bennett Miller (Capote, El Juego de la Fortuna), esta cinta ahonda en acontecimientos sucedidos realmente de una manera muy detallada y peculiar en donde no es el fatal desenlace de esta serie de acontecimientos lo que importa, sino la lenta, pero efectiva reconstrucción de los hechos.
Mark Schultz (Channing Tatum) es un medallista olímpico de lucha grecorromana de Los Ángeles 1984. Desahuciado, solitario y olvidado por una nación que ha fallado al momento de honrarlo como un ganador, Mark continúa con su entrenamiento y con la aspiración de volver a repetir como medallista en los siguientes Juegos Olímpicos. Junto a su hermano y también medallista Dave (Mark Ruffalo), Mark vive al día esperando ese gran llamado de la gloria, pero es cuando recibe la invitación de un enigmático hombre llamado John E. Du Pont (Steve Carell) cuando su suerte cambia. Du Pont, un excéntrico millonario y entusiasta de la lucha, le ofrece a Mark la oportunidad de entrenarse con él, viviendo en sus lujosos terreno y usando sus impecables instalaciones, recibiendo por supuesto un jugoso pago. Al aceptar, Mark se acerca poco a poco a un hombre al que primero reconoce como un mentor y hasta como el padre que nunca tuvo, pero más tarde también como el responsable de su frustración como atleta y como ser humano.
Foxcatcher es una obra oscura en donde nos topamos con un detestable y sumamente especial personaje en Du Pont. Descrito a sí mismo como un patriota y un filántropo, el magnate es en realidad un arrogante, ególatra y obsesionado hombre quien cree que todo tiene un precio y que sus servicios a la nación resultan fundamentales para el bienestar de la misma. Du Pont cree que su país ha perdido la moral y que al llevar a Mark al triunfo no solo le está haciendo un favor a él, sino a todos los estadounidenses. Interpretado maravillosa y crípticamente por un improbable Steve Carell, Du Pont es el núcleo de esta película. Desde un comienzo podemos darnos cuenta que hay algo oculto en su identidad, algo siniestro y perturbador que inquieta en demasía, sin mencionar su singular físico, el cual contribuye también a construir su personalidad, tan distinta e indescifrable a la vez.
Está también Mark, un joven atleta que busca la excelencia deportiva. Cuando conoce a Du Pont, un gran abanico de oportunidades se abre ante él. El dinero ya no será un problema, tampoco las herramientas necesarias para entrenar, ¿qué más puede pedir? Hasta ese momento, el único del que había tenido un verdadero apoyo en su vida era su hermano Dave, pero es con Du Pont con quien establece una amistad sumamente especial. Además de que comparte con él su deseo ganador, el entrenador pronto se convierte en una figura paternal, una que poco a poco moldeará a Mark a su gusto encaminándolo en un sendero de autodestrucción y discordia. En un comienzo, Mark y Du Pont encajan como un perfecto engranaje, pero es la megalomanía de este último la que convierte su relación en un peligro para Mark, pues cuando este lo veía a su entrenador como un amigo y como un padre, el errático comportamiento de Du Pont pronto comienza a atentar contra su auto estima y su máximo deseo de convertirse en el mejor del mundo.
Todo cambia cuando Du Pont insiste a Mark que traiga a su hermano Dave a entrenar. En un principio, el magnate también invita a Dave a sus instalaciones, pero ante su negativa, este poco a poco comienza a lavar el cerebro de Mark para hacerle creer que nunca podrá superarse a sí mismo hasta que se aleje de la sombre de su hermano. Su errática conducta queda manifiesta cuando los roces con Mark comienzan a hacerse más frecuentes, y en un arranque de ira, decide llamar a Dave finalmente, sin importar cuánto dinero pida para venir. Es aquí donde Mark comienza a derrumbarse, celoso y extrañado por la decisión. Sin embargo, esto termina por ser contraproducente para Du Pont, pues aunque fue a base de manipulación que logró hacerse con el afecto de Mark, el hecho de verlo nuevamente cercano a su hermano y siguiendo sus consejos lo enerva hasta el punto de la desesperación. ¿Pero por qué? John Du Pont y Mark Schultz son personas más parecidas de lo que uno podría pensar. Al igual que Mark, John se ha sentido opacado por una sombra mucho más grande que la de él, la de su exigente y sobreprotectora madre, quien siempre ha expresado su desdén por la lucha. Aquí podemos empezar a entender a John y su extraña fascinación por el deporte ¿se trata entonces de un simple capricho para poder ir en contra de ella? Varias escenas en la cinta nos lo demuestran, además de dejarnos ver el "amor" que tiene John por este deporte. Al encontrarse con la amistad de Mark, John obtiene finalmente a alguien que lo reconozca, que lo venere y que lo idolatre por sí mismo. Sin haber pensado previamente en ello, Dave se ha vuelto una amenaza para su relación con Mark, lo que lo lleva a cometer el atroz crimen que prácticamente acabó con su vida.
Aunque esta es la historia de un asesinato, Miller y sus guionistas creyeron que el incidente era en lo que menos debía enfocarse su película. El director entiende que está trabajando con sucesos de la vida real, algo que suele atentar contra lo bello de este arte. Por eso, su trabajo se concentra en construir personajes imperfectos y sumamente interesantes. El homicidio final es un mero trámite comparado con la evolución que los protagonistas presentan en la pantalla. Alguien con un enfoque mucho más convencional hubiera puesto nuestra atención en el asesinato y las consecuencias inmediatas.
Las actuaciones en Foxcatcher son gratamente convincentes y altamente efectivas. Cada uno de estos tres actores aporta algo distinto a la ecuación, siendo Carell el que más llama la atención por la tétrica forma en que encarnó a Du Pont. Pero también vale la pena destacar a Tatum, actor acostumbrado a las comedias románticas y sin sentido y quien entrega ahora la mejor actuación de su carrera como un luchador inmaduro y atormentado por sus propias decisiones. No cabe duda que Miller ha demostrado ser un buen director al lograr sacar lo mejor de actores como Tatum y Carell o Philip Seymour Hoffman y Jonah Hill en el pasado reciente.
Otro aspecto que hay que mencionar es la cinematografía de Greg Fraser, la cual logra atraparnos con esas tomas cerradas de las peleas y su contraparte, las espectaculares panorámicas de los terrenos de Du Pont. El minucioso retrato de lo ostentoso y excéntrico de la mansión del millonario es igual de impactante.
La última escena de esta película es quizá el momento más impactante de la película. En ella, Mark se encuentra ahora como peleador del estilo MMA, la cual más temprano en la cinta es catalogado por el mismo Mark y sus compañeros como la forma más baja de este deporte. Resignado y marcado por el fracaso, Mark se dispone a pelear mientras el público se une en un grito orgiástico de "¡USA, USA, USA, USA!". Esa ironía que hace eco del falso patriotismo de Du Pont cierra la trama de manera brillante.
Foxcatcher es una interesante historia sobre cómo una gran aspiración se puede convertir en nuestra peor pesadilla y de cómo los que están más cerca del dinero y el poder creen que pueden manipular a aquellos menos afortunados y dispuestos a entregar sus sueños a personas como estas, quienes esconden sus propias frustraciones en sus pretensiones casi divinas.
Aunque esta es la historia de un asesinato, Miller y sus guionistas creyeron que el incidente era en lo que menos debía enfocarse su película. El director entiende que está trabajando con sucesos de la vida real, algo que suele atentar contra lo bello de este arte. Por eso, su trabajo se concentra en construir personajes imperfectos y sumamente interesantes. El homicidio final es un mero trámite comparado con la evolución que los protagonistas presentan en la pantalla. Alguien con un enfoque mucho más convencional hubiera puesto nuestra atención en el asesinato y las consecuencias inmediatas.
Las actuaciones en Foxcatcher son gratamente convincentes y altamente efectivas. Cada uno de estos tres actores aporta algo distinto a la ecuación, siendo Carell el que más llama la atención por la tétrica forma en que encarnó a Du Pont. Pero también vale la pena destacar a Tatum, actor acostumbrado a las comedias románticas y sin sentido y quien entrega ahora la mejor actuación de su carrera como un luchador inmaduro y atormentado por sus propias decisiones. No cabe duda que Miller ha demostrado ser un buen director al lograr sacar lo mejor de actores como Tatum y Carell o Philip Seymour Hoffman y Jonah Hill en el pasado reciente.
Otro aspecto que hay que mencionar es la cinematografía de Greg Fraser, la cual logra atraparnos con esas tomas cerradas de las peleas y su contraparte, las espectaculares panorámicas de los terrenos de Du Pont. El minucioso retrato de lo ostentoso y excéntrico de la mansión del millonario es igual de impactante.
La última escena de esta película es quizá el momento más impactante de la película. En ella, Mark se encuentra ahora como peleador del estilo MMA, la cual más temprano en la cinta es catalogado por el mismo Mark y sus compañeros como la forma más baja de este deporte. Resignado y marcado por el fracaso, Mark se dispone a pelear mientras el público se une en un grito orgiástico de "¡USA, USA, USA, USA!". Esa ironía que hace eco del falso patriotismo de Du Pont cierra la trama de manera brillante.
Foxcatcher es una interesante historia sobre cómo una gran aspiración se puede convertir en nuestra peor pesadilla y de cómo los que están más cerca del dinero y el poder creen que pueden manipular a aquellos menos afortunados y dispuestos a entregar sus sueños a personas como estas, quienes esconden sus propias frustraciones en sus pretensiones casi divinas.
Desde que vi el primer tráiler de Foxcatcher me llamo mucho la atención, tenía muchas ganas de ver está película, ha gustado mucho al público y estuvo nominada al Oscar, esperaba algo bueno y no me ha decepcionado ni tampoco me he aburrido, la película me ha gustado y la he disfrutado
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