Una edición más del Corona Capital ya ha quedado atrás. No hay duda de que este año fue el más caótico en la todavía breve historia del festival. Los poco funcionales brazaletes, la intensa lluvia, las toneladas de lodo... Fue difícil poder aguantar tantas horas en un ambiente hostil y con tantos obstáculos de por medio; sin embargo, la calidad del cartel era tal que había que hacer un esfuerzo por poder apreciar todo lo que festival tenía por ofrecer. ¿Valió la pena al final? Veamos con detalle:
Mø
Desde muy temprano ya había una artista a la que valdría la pena darle un vistazo. Mø, uno de los referentes de la música danesa en este momento, invadió uno de los escenarios principales del festival con éxito rotundo. La extraña cantante conectó rápidamente con un público que se mostraba impaciente por verla. Fueron varias las veces que esta bajó del escenario para sentir de cerca a los suyos, y hasta en una ocasión decidió mandar todo al demonio y aventarse para "surfear" unos momentos entre la horda de sus emocionados fanáticos. Mø presentó buena parte de su álbum debut No Mythologies to Follow, el cual tiene dos o tres cosas que llaman bastante la atención. La danesa tiene la voz, el talento y el estilo para destacar todavía más en el futuro en el panorama internacional. Veremos si puede quitarse próximamente esa etiqueta de la "Grimes de Escandinavia".
- Mejor momento: "Don't Wanna Dance" y su crowdsurfing.
Real Estate
Muy temprano, los de Real Estate hicieron su aparición en el festival visitando así nuestro país por segunda vez en el año. La banda de Martin Courtney, presentando Atlas, su nuevo material, tuvo un buen desempeño en el escenario. A pesar de que algunos problemas de sonido irritaron a Courtney de manera evidente desde el principio, Real Estate salieron adelante haciendo mover al pequeño grupo que los observaba. Si bien fue evidente que el vocalista no la pasó del todo bien, su contraparte fue el bajista, quien trató de minimizar los problemas de ecualización e instaba al público a saltar, cantar y aplaudir. Al final, Real Estate salieron bien librados con una discreta, pero buena actuación.
- Mejor momento: "It's Real".
Kongos
Poco qué comentar sobre Kongos. El grupo sudafricano goza de una gran popularidad en la actualidad, cosa que quedó demostrada con la numerosa audiencia que tuvieron a una hora tan temprana en la jornada; de cualquier modo, no hay nada que se pueda destacar de su acto en vivo, Kongos es un grupo de rock más que trata de incorporar elementos poco comunes como el uso del acordeón, pero que falla al momento de proponer. Sí, la gente saltó y se emocionó con "Come With Me Now" y "I'm Only Joking", pero no era para tanto, bandas como Gogol Bordello ya habían usado al acordeón con muchos mejores resultados hace muchos años atrás. Con esta presentación, Kongos demostraron que son un grupo que se ve "cool", pero sin nada de contenido.
- Mejor momento: ninguno en realidad.
Best Coast
Bethany Consentino y Bob Bruno volvieron a México 3 años después ya como una banda un poco más grande y con muchos más seguidores. El dúo aprovecharía esta ocasión para dejarlo en claro; sin embargo, lo único que Best Coast nos enseñó con esta presentación fue que no se ve por dónde se puedan llegar a superar. Su actuación no fue mala en realidad, pero hay algo que pareciera decirnos que ya han alcanzado el máximo de su potencial. En sí, no hay algo que se puede destacar de su show. Consentino carece de una gracia que la haga brillar en el escenario, mientras que Bruno parece hacer lo suyo totalmente desconectado de su compañera.
Debido a la corta duración de la mayoría de sus temas, la vocalista aprovechaba cada pausa para hablar más de lo normal con todos los presentes, cosa que realmente no le interesaba a nadie. El público apenas y se emocionó con temas como "Boyfriend" o "The Only Place", para la cual, Consentino pidió que nos imagináramos el D.F. en lugar de California, algo verdaderamente bizarro de hacer.
En resumen, Best Coast fue justo lo que se esperaba, mucho lo-fi y un poco de aburrimiento.
- Mejor momento: "Boyfriend"
Jenny Lewis
Jenny Lewis la tuvo un poco difícil. ¿Tocar toda una hora para un público que apenas y la reconoce? Su colaboración con The Postal Service y su época dorada con Rilo Kiley; sin mencionar su trabajo como solista, la posicionaron como una de las mujeres más destacadas del rock independiente de la década pasada. Sin embargo, en México nada de esto ha trascendido realmente; por ello, Lewis se valió de una enorme banda que realmente parecía excesiva y un repertorio que, aunque incluye varias facetas de su carrera, no tuvo ningún efecto en una audiencia que ya buscaba algo más mientras caía la noche. Aunque la ya veterana cantautora hizo su esfuerzo, este no valió para mucho.
- Mejor momento: poder apreciar su colorido atuendo.
Weezer
Uno de los platos fuertes del día convocó a una gran cantidad personas, aún cuando la lluvia ya se dejaba sentir en los terrenos del festival. Con el clásico intro de la Twentieth Century Fox como música de presentación, como si se tratase en efecto de una clásica película, Weezer volvieron a un escenario mexicano tras muchísimos años de ausencia. ¿Qué mejor para volver a hacerse sentir que con "My Name Is Jonas"?
Sonando fuertes y claros, Weezer comenzaron con una noche plagada de éxitos, recuerdos y con Rivers Cuomo como el protagonista principal, pues su excelente español y su aparente gran conocimiento sobre la cultura popular mexicana rápidamente le valieron los corazones y atención de todos los ahí presentes. En general, Weezer no decepcionaron en lo absoluto. Su set fue en recorrido por gran parte de su trayectoria. Sus más asiduos fanáticos pudieron haberse sentido ofendidos tras no haber escuchado cortes fuera de los sencillos que la banda presentó el sábado; de cualquier modo, esto se trataba del regreso de Weezer a México después de varios discos de estudio y una gran espera, había que irse por lo seguro.
Aunque la intensidad fue una constante, sí existió una pequeña decepción al escuchar temas como "Perfect Situation" o "(If You're Wondering If I Want You To) I Want You To", las cuales no sonaron como uno hubiese querido. Este sería el único reclamo para la gran noche de Weezer.
Cabe mencionar que entre tanto recuerdo, el cuarteto se dio el tiempo de estrenar un tema en vivo, "The Waste Land", una composición instrumental muy buena que sirvió para que cada uno de sus integrantes de luciese.
Mención aparte merece Cuomo, quien hizo reír a todo mundo con sus ocurrencias, vistiendo una ya mítica playera de los Tiburones Rojos del Veracruz, demostrando su gran conocimiento del slang mexicano y hasta tocando un extracto del cover más extraño que escuchamos en el Corona Capital este año, "¿Quién Como Tú?", de Ana Gabriel, cantado con un perfecto español.
Al final, Weezer lograron su objetivo. Respaldados por todos sus clásicos, la enorme conexión entre Cuomo y sus fanáticos y el hecho de seguir en forma tras ya bastantes años, la banda puede irse tranquila de habernos complacido.
- Mejor momento: todo mundo cantando "Buddy Holly".
Massive Attack
La lluvia se hacía cada vez más fuerte conforme avanzaba la noche. Decenas ya buscaban refugio, mientras que cientos más seguían aguantando a la espera de Massive Attack. "Battlebox" pronto hizo vibrar a todo mundo, las secuencias estremecían y Martina Topley-Bird, eterna colaboradora de la banda. se movía como un ente encapuchado en el escenario mientras nos deleitaba con su magnífica voz.
Así, el aire pronto se comenzaba a electrificar, y no solo en el sentido figurado, un par de impactantes rayos iluminaron el cielo en un par de ocasiones, sirviendo como el fondo perfecto para un show que prometía bastante, pero que apenas y podría despegar.
Tras solo seis canciones, con una lluvia sumamente intensa, convertida ya en una tormenta eléctrica, inundando las inmediaciones del festival, las actividades pararon de manera inmediata, cortando así el set de Massive Attack, el cual ya no se pudo reanudar más adelante.
A pesar de que Daddy G no vino con la banda en esta ocasión, Robert Del Naja, y ocasionalmente Topley, conducían el show excelentemente hasta que este fue interrumpido. De igual manera, los músicos acompañantes ejecutaban sus instrumentos formidablemente, principalmente la batería y las guitarras.
Aunque pudimos ver poco de los visuales que caracterizan su show, los que acompañaban a "United Snakes" fueron los que más llamaron la atención. Durante su interpretación, cientos de logos de compañías internacionales aparecían rápida e intermitentemente en las pantallas, revelando con cierta frecuencia el de algunas de las empresas mexicanas a las que se les podría acusar de enriquecimiento a partir del sufrimiento y la necesidad del pueblo. sin duda algo interesante que los de Massive Attack estén al tanto de ello.
Es una verdadera lástima que no hayamos podido escuchar "Angel" o "Teardrop".
- Mejor momento: el inicio con "Battlebox" y el espectacular rayo durante "Paradise Circus".
Jack White
Tras una suspensión de actividades de cerca de una hora, Jack White finalmente pudo hacer su debut como solista ante un público no tan nutrido (bastantes habían decidido ya mejor retirarse) empapado y cansado, pero con bastantes ganas de ver al ícono musical.
White llenó las expectativas tocando la hora y media completa que bien pudo haber sido reducida por todos los inconvenientes del día. El set alguien tan prolífico como él debe despertar el interés de cualquiera. Además de presentar varias de sus canciones de su todavía breve obra como solista, el guitarrista incorpora algunos de sus éxitos con White Stripes, The Raconteurs y The Dead Weather, aunque de estos últimos no incluyó ninguno en esta ocasión para nuestro infortunio.
Su escenario, inundado de una luz azul sumamente intensa, custodiado desde las alturas por el enorme símbolo que evoca al "Thirdman", el cual lo ha acompañado durante toda su carrera, pero más notablemente desde que se convirtió en solista, resulta toda una caja de tesoros para cualquier coleccionista musical: guitarras clásicas, un theremín, violonchelo, violín, etc... Jack White sabe exactamente cómo presentar su música.
La banda que lo acompaña es de las mejores que pudimos ver en el festival. El enérgico baterista, un misterioso hombre multiinstrumentista de pinta campirana y la bella violinista Liilie Mae son algunos de ellos. Cada uno aporta al estrenduoso show de su jefe no solo con su talento, sino con su estilo notablemente particular de desenvolverse en el escenario.
En cuanto al concierto en sí, la hora y media de duración del mismo parece una sola y larguísima canción, White y su banda literalmente no paran, pues entre tema y tema aprovechan para hacer incontables jams que terminan por ser puentes a cada una de las interpretaciones en forma. Por si fuera poco, las canciones de sus anteriores proyectos suenan muy diferente a como las hemos escuchado en su versión de estudio, es como si White decidiera presentar su edit personal de estos clásicos, principalmente en las de White Stripes, como "Fell in Love With a Girl" o "Seven Nation Army".
Se dice que a White no le gusta tocar en festivales, no sabremos si en esta ocasión lo disimuló o realmente sí lo disfruto, pero desde lejos se le podía notar con gran energía, siempre en movimiento tratando de apantallar con sus solos y hasta hablando con el público en diversas ocasiones.
- Mejor momento: White cantando a dueto con Lillie Mae "We're Going to be Friends" y el masivo coreo de "Seven Nation Army".
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