Con una muy buena entrada y un ambiente en el que la admiración y expectación eran más que evidentes, Wild Beasts regresaron al país tras casi dos y años y medio de su primer visita.
Con 4 discos ya en su haber, una todavía corta pero impecable carrera y una excelente reputación precediéndolos, el cuarteto inglés hizo suyo El Plaza Condesa apenas y unos minutos después de haber subido al escenario. Sin ninguna apoyo visual y un juego de luces sumamente sobrio, la banda comenzó con "Reach a Bit Further", donde pronto Hayden Thorpe hizo gala de sus exquisitos y agudos vocales. Más sorprendente aún era escuchar a Tom Fleming, el otro vocalista, el cual posee un rango totalmente distinto pero que lograba complementarse a la perfección con el de Thorpe.
Como el motivo del show era la promoción de su nuevo álbum, Present Tense, el grupo no tardó en presentar uno de los mejores cortes de este, se trata de "Mecca", la cual mantenía al público en una relativa pero contemplativa calma. "Sweet Spot" vino a continuación y con ella el aumento de los ánimos entre todos los espectadores.
Tras tocar "Albatross", Thorpe comenzó a interactuar con el público tratando de hablar en español al pronunciar extrañas frases como "¡hola guapa!" (o al menos eso se entendía). Clamando haber esperado por esta velada por mucho tiempo, los ingleses complacieron a sus seguidores con el primer gran momento de la noche, "The Devil's Crayon", en donde Fleming realmente se lució y el talento de toda la banda en general quedó de manifiesto.
"Pregnant Pause", "A Simple Beautiful Truth" y "Daughters" continuaron demostrando el gran nivel musical que han alcanzado como agrupación. Dejando de lado las guitarras un poco, Wild Beasts han apostado más por los teclados, los sintetizadores y todo el despliegue vocal de sus dos vocalistas, todo respaldado por unas discretas pero constantes y exactas líneas de batería.
El segundo gran momento del concierto se hizo sentir con "Hooting & Howling", de su aclamado Two Dancers, la cual puso a bailar a todos y cada uno de los presentes. "This Is Our Lot" y "Loop The Loop" seguían haciéndonos recordar todo el grandioso trabajo que Wild Beasts ha hecho en estos últimos años.
Agradeciendo al público por su afecto, preguntando cómo se decía "salud" en español y entregando lo mejor de sí, la banda seguía haciendo lo suyo y la interpretación de "Bed of Nails" volvía ya a la noche como una realmente digna de recordar. Con buena parte del público cantando a su lado, a Thorpe se le veía en confianza y encantado del momento.
Después de "A Dog's Life", una atrevida pero eficaz forma de cerrar su set principal debido a lo poco convencional del tema; Thorpe, enfundado ya en una bandera mexicana, y compañía se retiraron unos momentos del escenario.
El encore
Tras la breve pausa, el recinto fue inundado por el sonido de los sintetizadores a cargo de Fleming y Ben Little para hacer sonar "Wanderlust", en donde Thorpe se unió instrumentalmente más tarde con una contundente línea de bajo.
A continuación vino sin duda el punto más alto del show. Presentando a "All The Kings Men" como una canción "about fucking England", los 4 músicos derrocharon todas sus virtudes para impactar al público, en especial Fleming, quien se llevó todas las palmas por su excelsa vocalización. Impresionante también como este lograba alcanzar unas notas tan altas en algunas ocasiones.
Finalmente, con una mística y perfecta ejecución de "Lion's Share", Wild Beasts se despedían de su público llevándose consigo todo el caluroso afecto de este.
Despues de ver a Wild Beasts en vivo se pueden concluir un par de cosas. Primero, las tareas de frontman son compartidas por igual por Fleming y Thorpe, los cuales nunca logran opacarse, sino todo lo contrario, sus voces están hechas la una para la otra. Y segundo, no queda más que decir que a esta banda se le tiene que apreciar así, en un lugar íntimo, con una excelente acústica y con una audiencia dispuesta a contemplar en lugar de saltar y gritar. Sin duda un muy buen concierto.
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