Escándalo Americano

David O. Russell se ha consolidado como uno de los directores más importantes de los últimos años en Hollywood. Aunque ya con varios años en la industria, el cineasta comenzó a sonar fuerte cuando su nombre se volvió recurrente en las entregas de premios más recientes. Con El Luchador y Los Juegos del Destino, O. Russell demostró dos cosas básicamente: que es un director enfocado en los actores y que sus guiones, aunque simples y ligeros, podían llegar a ser interesantes sobre todo por lo ameno de sus diálogos. Ahora, con Escándalo Americano, el director ha tirado todo por la borda.
Sí, su nueva cinta se ha perfilado bastante bien para la próxima entrega de los Óscar, la pregunta es ¿por qué? ¿qué hay de especial en esta película?

La trama va así: Irving Rosenfeld (Christian Bale) es un maestro de la estafa; habiéndose dedicado toda su vida a ello, el hombre se ha hecho de un nada despreciable patrimonio y de una variedad de habilidades poco usuales para poder engañar la a gente. Su vida da un salto cuando conoce a Sydney Prosser (Amy Adams), una bella y seductora mujer de la cual cae perdidamente enamorado. Rápidamente, Irving la arrastra hacia sus turbios negocios y no pasa mucho tiempo antes de que esta aprenda el verdadero arte de la estafa. Su paciencia, estabilidad y futuro son puestos en juego cuando Richard DiMaso (Bradley Cooper), un egocéntrico agente del FBI, logra capturarlos con las manos en la masa. Para fortuna de ellos, la belleza y encanto de Sydney atrapan rápidamente a Richard, por lo cual, este les ofrece un trato para poder sortear los cargos criminales: habrán de ayudarlo a atrapar a varios peces gordos de la mafia con sus talentos del engaño. 

¿Familiar? Si bien la cinta está inspirada en hechos reales, y que en realidad a nadie debe de importarles ya, la historia resulta sumamente parecida a algo que Martin Scorsese pudo haber hecho. ¿Trató David O. Russell de hacer un Scorsese con su nueva cinta? Hagamos una comparación rápida entre esta y El Lobo de Wall Street. En ambas podemos encontrar al protagonismo en los "chicos malos", una trama centrada en el engaño, escenas cargadas de diálogo y un tono cómico que rodea todo el drama del mundo del crimen. Si bien suena descabellado comparar el trabajo de ambos, hay una gran diferencia que enaltece la última obra de Scorsese y que exhibe completamente a Escándalo Americano, El Lobo de Wall Street no se guarda nada, la desinhibición es total. Esta era realmente la única forma de contar convincentemente esta historia. El trabajo de O. Russell se siente "domado" en todos los sentidos, si bien las actuaciones no son malas ni mucho menos, estas se ven inhibidas por las situaciones poco interesantes que se nos presentan. No hay mucho espacio para trabajar, el guión no representa ningún reto para los involucrados. ¿Cómo es entonces que la película ha recibido tantos halagos en esta categoría? Quizá sea el giro final de la historia lo que ha "tomado por sorpresa" a todos, pero seamos sinceros, al enterarnos del desenlace de los personajes, principalmente de aquel interpretado por Bradley Cooper, cualquier emoción podría tomarnos por asalto menos la sorpresa.


Las caracterizaciones de los protagonistas cuentan con una peculiaridad a la que francamente no pude encontrar el sentido, se trata de los peinados, los cuales son realmente ridículos o sumamente elaborados en los 5 personajes principales. ¿Qué es lo que trataba O. Russell decir con esto, que todos buscan una manera de destacar, de aparentar, de mostrar lo "complejos" que son? La primer escena de la película nos muestra a Christian Bale elaborando su complicado y un poco grotesco peinado para ocultar su calva, ¿el propósito? difícil de encontrarlo si es que hay alguno. (Busquen el cameo de Robert De Niro igualmente con un peinado para el olvido.)

Otros de los aspectos de la cinta que ha llamado enormemente la atención es la presencia de Jennifer Lawrence como Rosalyn, la esposa de Irving, la cual si bien logra un nivel de actuación igual al de sus colegas, su papel dista mucho de ser cautivante, espectacular e interesante. Claro, O. Russell ha encontrado la forma de hacerla lucir sumamente atractiva en pantalla (cosa que no es tan difícil en realidad) y esta no es la excepción. Quizá haya uno o dos momentos cómicos dignos de recordar, pero nada más.

La selección musical es supuestamente otro de los grandes aciertos de Escándalo Americano, pero a decir verdad, muy pocas de las canciones elegidas para la cinta parecen dar en el clavo. Sí, todas remontan a la época en que se desarrolla la historia, pero a excepción de "I Feel Love", de Donna Summer, la cual aparece en una escena en una disco, por cierto uno de los momentos que sí valen la pena recordar, ningún tema lograr envolver las situaciones de una manera ideal.

Al final, la superación personal a como dé lugar y la supervivencia son las cualidades que todos lo personajes comparten, pero su representación se queda corta en todos los sentidos y sus respectivos desenlaces se quedan solamente en lo superficial, no hay ningún cambio significativo en ellos. Sobra decir que gran parte de la historia es aburrida, tediosa e insoportable.

¿Cuál es entonces el verdadero encanto de esta película? Ninguno, diría yo. David O. Russell ha dado por sentado tantas cosas en esta nueva producción que ha olvidado dotarla de vida. Incluso en sus últimas entrevistas se le nota un aire engreído al director, como si esta fuera su obra maestra y haya que tratarla como tal. Sería una pena que la cinta ganara algún premio importante en los Óscar y esperemos que más tarde que temprano O. Russell se dé cuenta de todos sus errores. 

Comentarios

  1. ESTAS DE LA SUUPER VERGA, EL GUION EN EXCELENTE, LA ADAPTACIÓN ES VERDADERAMENTE BUENA Y LAS ACTUACIONES SON ACEPTABLES, NO ES UNA OBRA MAESTRA PERO SI EN LOS OSCAR HUBIERA LUGARES 1º 2º ETC, SEGURO QUEDABA ARRIBA DE WALL STREET

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