Capitán Phillips: crónica de un secuestro

En 2009, un carguero con bandera estadounidense fue secuestrado por piratas somalíes, a bordo se encontraba el Capitán Richard Phillips, quien más tarde fue tomado como rehén en un intento de los criminales por intercambiarlo por una gran suma de dinero. El caso fue muy sonado en aquel momento y el capitán, al terminar su odisea, escribió un libro A Captain's Duty..., en el cual está basada Capitán Phillips, la nueva película de Paul Greengrass (Identidad Desconocida, Vuelo 93).
Estelarizada por Tom Hanks, la película del director inglés es una crónica de todo lo acontecido desde que el barca zarpa de Omán hasta la eventual liberación del capitán. Greengrass, fiel a su estilo, ha decidido abordar la historia del capitán desde una doble perspectiva; la de este último y la de los piratas africanos, quienes tienen también una agenda, frustraciones y grandes motivaciones detrás de sus acciones.

Phillips, capitán del Maersk Alabama, tiene la misión de llevar ayuda humanitaria a Kenia rodeando todo el Cuerno de África, cuyas aguas están infestadas de piratas. Por el otro lado tenemos a Muse (Barkhad Abdi), un joven somalí que se dedica a la piratería y quien es encomendado por un guerrillero a tomar por asalto un buque de gran tamaño para poder pedir así un cuantioso rescate. Así, los caminos de ambos hombres se topan cuando tras un par de intentos, Muse y sus compañeros abordan finalmente la nave para secuestrarla.

La película se desarrolla en dos locaciones básicamente; la primera, a bordo del barco de Phillips, en donde el suspenso juega un papel muy importante; y la segunda, en una diminuta embarcación donde Muse y los demás piratas toman al capitán como rehén mientras tratan de llegar a la cosa de Somalia.

Con un estilo visual que se acerca por momento al cinema vérité, Greengrass nos acerca de una manera muy íntima a todo lo que está sucediendo, especialmente a las acciones que Muse y sus secuaces llevan a cabo. Los problemas internos a los que se enfrentan, sus discusiones y diferencias son partes integrales de la trama, pues demuestran las infinitas debilidades a las que tienen que enfrentarse constantemente. Muse, como el líder de facto, tiene que tomar las decisiones; por un lado se enfrenta a la presión de su grupo y por otro, a la inminente llegada a de la marina; pero más en el fondo, a las consecuencias que todas sus acciones tendrán, ya sea para bien o para mal. Muse no es un hombre malo en realidad, es solamente un sobreviviente. La caracterización del pirata se concentra en su lado humano y los enormes pesos que lleva consigo como miembro de una comunidad marginada y sumida en la desesperación humanitaria. Sin embargo, Muse es alguien que piensa con cautela, dispuesto a cumplir sus objetivos y listo para cualquier cosa.


Resulta interesante el simil entre los dos personajes principales. A pesar de sus muy distintas condiciones y orígenes, Phillips y Muse no son tan diferentes. A ambos se les ha encomendado una misión, y como lo "profesionales" que son, estos quieren cumplir de la mejor manera posible. Es aquí donde se plantea un dilema ¿Hasta dónde está dispuesto a llevar uno el deber? Aunque aparentemente las acciones del capitán llevaron a que nadie saliera herido en la vida real, algunos de los tripulantes llegaron a cuestionar al capitán por haberles llevado por esas aguas, cosa que pueda ser apreciada de manera vaga en una escena al principio.

Es importante destacar que Greengrass se apega al relato del capitán, la veracidad del asunto queda un poco en segundo plano, el relato es realmente lo que nos interesa. De cualquier modo, el director moldeó al personaje como alguien metódico, firme, paranoico y benévolo, características que contrastan con las de un típico héroe; entonces, el director hace que nos preguntemos, ¿actuó Phillips de manera heroica? Este lo deja a consideración del espectador. 

En cuanto a la trama, el ritmo suele ser adecuado buena parte de la cinta, pero hay momentos en que esta se sume en un profundo letargo y no logra avanzar del todo, sobre todo cuando Phillips y sus captores se encuentran en el buque salvavidas en altamar. 

Una tercera línea de la historia nos coloca del lado de la marina y con el apoyo que se ha solicitado para llevar a cabo la misión de rescate. Si bien estas escenas están cargadas de suspenso, gran parte de ellas se sienten cuadradas y con personajes planos. Claro, su relevancia para la historia no va más allá de las acciones que ejectuan para salvar a Phillips, pero a comparación de escenas parecidas en películas como La Noche Más Oscura, estas se sienten a veces demasiado dramáticas para un fin muy poco climático.

Aunque Tom Hanks hace un buen trabajo como el ecuánime capitán, es Abdi el que realmente se roba toda la atención no solo por la intensidad que aporta a su papel, sino por el dramático físico que presenta, una delgadez casi extrema que aporta información sobre su pasado y su personalidad.

A pesar de que ya conocemos el desenlace de la historia, Capitán Phillips cumple con lo presupuestado al armar un relato que, sea o no verídico, encuentra la manera en que podemos simpatizar con el protagonista y antagonista por igual. Si bien el ritmo a veces se estanca y los demás personajes no aportan mayor cosa a la trama, ya por ver la actuación de Abdi todo ha valido la pena.

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