Skyfall: Bond por excelencia.

En 2005, el futuro del mítico personaje de James Bond vio un vuelco en su esencia más profunda. Con el anuncio de la retirada de Pierce Brosnan y la llegada de Daniel Craig (muy polémica por cierto), las cosas para la querida franquicia de Ian Fleming parecía estar fuera de control. Nadie esperaba algo sustancial en realidad, la crítica y audiencia por igual se habían acostumbrado a los últimos 4 Bond en donde los villanos eran tan ridículos como patéticos, las tramas tenían muy poco sustento y los clichés fílmicos abundaban. El futuro no era muy prometedor que digamos.

El 2006 llegó con "Casino Royale" bajo el mando de Martin Campbell y con Craig como el mundialmente famoso espía del MI-6. Con una renovada imagen, una trama muy inteligente y con una secuencia de poker tan emocionante como la acción misma de la cinta, la vigésimo primera producción de la franquicia inyectó sangre fresca a la serie para reinstalarse nuevamente como uno de los fenómenos fílmicos más importantes de toda la historia.
Con Craig rápidamente aceptado después de su interpretación y con grandes expectativas por delante, "Quantum Of Solace" llegó para tirar todo por la borda. Aunque manteniendo un poco la línea de su predecesora, la nueva entrega careció de toda la intriga y astucia de ésta al optar por secuencias a la Bourne que lo único que dejaron fue un mal sabor de boca para todos los seguidores de la serie. Como una secuela directa de la anterior, el trabajo de Marc Foster fue rechazado en gran medida a pesar de haber sido un éxito comercial en la taquilla. Nuevamente, el futuro era incierto.

Después de tantas especulaciones, la quiebra de MGM, la posible salida de Craig y demás obstáculos, la producción para la vigésima tercer cinta de la serie se puso en marcha a finales del año pasado y debido a la apuración del estudio por obtener un trabajo de calidad y fineza absoluta, Sam Mendes ("Belleza Americana", "Sólo Un Sueño") y el guionista Peter Morgan ("La Reina", "El Espía Que Sabía Demasiado" fueron traídos a bordo. Junto a Craig y Judi Dench de vuelta, todo estaba dispuesto para obtener un gran trabajo.

Así, la colaboración de todos estos personajes, y hasta de la famosísima Adele, terminó en lo que podría definir como la cinta más impactante, inteligente, tenaz y entretenida de Bond que jamás se haya visto. Aunque "Goldfinger" y "Dr. No" guardan un valor fílmico muy entrañable, éstas ha quen ahora más que como obras simplemente románticas y nostálgicas, con todo el respeto que les merece. "Skyfall" resulta la interpretación de Bond más radiante que hayamos visto en pantalla, con todo y  recursos fílmicos impresionantes y un guión lleno de vueltas de tuerca.

El argumento va así. Bond se encuentra en Istanbul tras un criminal con una lista de alto valor, cuyo contenido alberga los nombres de todos los agentes infiltrados en organizaciones terroristas alrededor del mundo, de caer en manos equivocadas, la seguridad no sólo de ellos estaría en riesgo, sino del propio Reino Unido. Eve (Naomie Harris), acompaña a Bond en la tarea mientras M (Dench) coordina la operación de manera remota. Después de que todo sale mal y M se encuentra ante la difícil decisión de todo o nada, Bond es dejado a su suerte, malherido y desaparecido, mientras que el malandrín escapa victorioso con la lista.

Así, después de un espectacular opening, fiel al estilo de la franquicia pero mucho más elegante y guardando algunos secretos de la trama misma, comienza la verdadera historia en donde vemos a Bond regresar de la "muerte" mientras M es culpada de comprometer la seguridad del país esperando una pronta jubilación adelantada.



Al casi matar a Bond al comienzo de la cinta, Mendes nos suspira sus pretensiones y de la gente a cargo. El espía más famoso del mundo había sido herido de muerte durante toda la turbulencia que tuvo que sostener en tiempos pasados, su renacimiento puede ser lento pero Bond siempre será Bond, tenemos espía para rato.

Durante toda la cinta, tenemos viejas referencias al glorioso pasado de la franquicia a través de diversas líneas o con el retorno de algunos personajes importantísimos para Bond. Con el regreso de Q (Ben Whishaw), el 007 volverá a tener a su disposición uno que otro artefacto, muy simples realmente, que le serán muy útil en el trabajo de campo. Con gracia, elegancia y cierta ironía, el nuevo Q se mofa de la misma franquicia al recordarnos que los tiempos de las plumas explosivas han quedado atrás.

Para este nuevo trabajo, Mendes y compañía recurrieron a uno de los actores más cotizados del momento para encarnar a un villano único en la serie. Javier Bardem fue el elegido para interpretar a Silva, un despiadado ciberterrorista con delirios de grandeza cuyo sadismo sólo es opacado por su destreza tras la computadora. Interpretado de manera maravillosa, pronto nos damos cuenta de que Silva no es un adversario ordinario, no señor, tenemos ante nosotros a alguien que la destrucción del orden mundial le importa un comino a pesar de tener la posibilidad de cambiarlo con un par de clicks. Su última y primordial fascinación, es acabar con M, con quien tiene una cuenta pendiente. Su relación con Bond también es única. En el momento de la cinta donde Bond es capturado, Mendes nos presenta a Silva de una manera inusual, al entablar un vínculo muy cercano con el 007 y haciéndolos hasta cierto punto iguales, volviendo todo el conflicto algo muy personal. Cierta tensión sexual de llega a respirar en el ambiente durante unos momentos, dejándonos claro una vez más que Silva no es un villano común y que sus pretensiones van más allá del clásico cliché antagónico.

Agradezco enormemente a Mendes por el trabajo que ha hecho en Skyfall. A pesar de mostrarnos una que otra locación exótica típica de la serie, como Shanghai o Istanbul, el director deja a Bond en Londres la mayor parte del tiempo, tratando de encontrar una vez más el sentido al personaje y haciéndolo renacer en al ambiente más propicio para lo mismo. Aunque en esta ocasión no vemos a Bond caer enamorado de una mujer, sí hay un fuerte lazo afectivo que Mendes trabaja de manera muy adecuada y que guarda el núcleo de toda la cinta

El último cuarto de la cinta es donde la cinta se lleva todas las palmas.

Solos, Bond, M y un personaje sorpresa tendrán que enfrentar a Silva una última vez y acabar con él de una vez por todas.

SPOILERS ADELANTE

Es aquí donde la cinta tiene el punto de inflexión más importante. Con la muerte de M y de Silva, Bond queda como el hijo pródigo, el que ve a su mentor morir en los brazos después de aniquilar la amenaza más grande para ambos, todo esto en el mismo lugar donde el pequeño James vivió su infancia y se convirtió en hombre. Es aquí donde se abre toda una gama de posibilidades. Bond, él siempre seguirá siendo el mismo pero todo su mundo es el que cambia radicalmente, regresándonos a esa etapa clásica en donde el nuevo M (Ralph Fiennes), quien juzgó a su antecesora radicalmente, Q y la revelación de Eve como la Señorita Miss Moneypenny, serán parte fundamental en las nuevas misiones del agente 007.

TERMINAR SPOILERS

Gracias Mendes por volver a dotar a James Bond con esa grandeza que sólo un agente con licencia para matar puede tener. Enhorabuena por todos los involucrados con esta producción que han regresado al pedestal al 007. No resultará muy extraño ver a Skyfall con algunas nominaciones al Óscar en enero próximo.

Y, por cierto, para todos los que se preguntaban, el martini y el Aston Martin también están de vuelta.

Comentarios

  1. En 'Skyfall' nos encontramos a un Bond crepuscular, después de 50 años, que regresa al origen mientras se enfrenta a un malo ceniciento, Bardem, que se abraza a la muerte. Casi es una de Bergman. Jajaja. Un saludo!!!

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