Una edición más del Vive Latino ha pasado ante nosotros. Al
denominarlo como el festival de música en español más grande del continente,
nos queda claro que el esfuerzo para levantar este evento año con año es
realmente considerable. La magnitud del Vive ha crecido constantemente y ahora
con 3 días de fiesta, es imposible negar que la organización del evento es
excelente y hay muy pocas cosas qué reprochar.
Teniendo en cuenta eso, sólo le queda a las bandas y al
público hacer su parte. Estos últimos cumplieron abarrotando todos los
escenarios y creando todo un abanico cultural y social que por unos días, se
vuelve un referente de la consciencia juvenil de nuestro país.
Finalmente, tenemos a las bandas. La mayoría de las
hispanoamericanas no suelen tener problemas. Están con su gente y el éxito de
su presentación es altamente probable, el fracaso es una posibilidad muy remota
que rara vez se aparece en un Vive Latino.
Son las bandas internacionales de habla no hispana las que
tienen el mayor reto en un festival de esta categoría. El cartel con este tipo
de grupos llamaba la atención quizá como nunca antes. El año pasado, los
Chemical Brothers volaron la cabeza de miles de asistentes con su grandioso
espectáculo audiovisual y así, colocaron un estándar que sería difícil se
superar. Kasabian, Fatboy Slim, Foster The People, Tv On The Radio, The Horrors
y Gogol Bordello serían los principales encargados de brindar otra opción al
público del Vive Latino. Veamos cómo le fue a cada una de ellas.
Tv On The Radio
No tuve la dicha de poder ver a Tv On The Radio pero todos
los comentarios han sido muy positivos. A pesar de un set con sólo unas cuantas
canciones, los neoyorquinos lograron un gran recibimiento con temas como “Wolf
Like Me”, “Will Do” o “Staring At The Sun”. Me parece que esta gran banda
merecía un poco más tiempo para poder disfrutar de grandes canciones que no
tuvieron la oportunidad de tocar como “Caffeinated Consciousness”. La Ciudad de
México todavía está a la espera de ver un show completo de esta magnífica
banda, una de las mejores que nos ha dado la última década.
Foster The People
Foster The People era una de las razones por las que el día
sábado fue el primero en agotarse. La expectación por ver a los californianos
era altísima y ya para cuando era el turno para que aparecieran, todo el foro
ya estaba a reventar.
La popularidad de la banda es innegable pero quedaba por ver
la calidad en el escenario. ¿Mi veredicto? Foster The People es una banda con
muchas limitaciones. Hacen su esfuerzo pero no logro encontrar algo emocionante
en sus guitarras, en sus teclados o en sus letras. Varios de sus temas son muy
parecidos y sólo algunas secuencias logran diferenciar uno del otro. “Helena
Beat” o “Pumped Up Kicks” son quizá las excepciones pero esta última se ha
desgastado tanto que ha perdido ya el poco valor musical que contenía. Con 10
canciones en su set, fue éste el tema que daría por terminado su show. Justo
antes de comenzar, Mark Foster avisó al público de una sorpresa que tenían
reservada y fue entonces cuando un grupo de mariachi saltó al escenario para
interpretar junto a la banda su más grande éxito. El resultado… una mezcla de
sonidos innecesaria y sin rumbo alguno. Las guitarras y violines de los
mariachis se diluyó rápidamente y fueron reemplazados por una versión cuasi
dubstep de una parte del tema que, sinceramente, no fue nada grata.
A pesar de su buena respuesta en el público, la decepción de
Foster The People me era evidente desde
tiempo atrás.
Kasabian
La siguiente banda tenía un reto aun mayor y quizá el más
grande de todas estas bandas. Siendo el acto anterior al más esperado de la
noche, que era Café Tacvba, Kasabian cargaba con un peso muy grande. El
escenario, con una gran manta del logo de su nueva producción y una serie de
luces ya en posición aguardaban el regreso de la banda después de 5 años de
ausencia.
Con “Days Are Forgotten”, la banda entro en escena. Los
problemas se dejaron ver desde el principio. El público fue muy poco efusivo,
era obvio que más de la mitad de los asistentes sólo estaban ahí para ver a
Café Tacvba y no perder su lugar. Tom Meighan, el vocalista, parecía no estar
cómodo y constantemente indicaba a los operadores que subieran los niveles, por
momentos su voz se perdía entre el bajo y los teclados. Las guitarras
resultaron contundentes en muy pocos temas. Me parece que Pizzorno suena muy
diferente en vivo y no puedo entender la razón. Los numerosos premios ganados
por sus actuaciones en vivo hablaban muy bien de ellos pero algo pasó en el
Vive que realmente no estuvieron a la altura de lo esperado.
Todos los temas del inicio tuvieron algún tipo de problema.
“Shoot The Runner”, “Underdog” y “Where
Did All The Love Go?” simplemente no tuvieron el punch que les conocemos a
estos grandes temas y no fue hasta un tema un poco más tranquilo como “I Hear
Voices” que logramos escuchar a un banda finalmente acoplada. “Club Foot”
cumplió igualmente pero la respuesta del público fue nula. “Re-Wired” fue de
las pocas canciones que realmente logró prender a buena parte de la gente pero
los problemas regresaron con “Empire” y “L.S.F”, algo no se escuchaba bien, la
batería estaba perdida entre todos los instrumentos y Meighan y Pizzorno hacían
un esfuerzo por hablar con la gente.
Los últimos 3 temas fueron lo mejor de la noche siendo “Vlad
The Impaler” el mejor ejecutado y en donde todos se sincronizaron finalmente,
destacando la grandiosa distorsión de Pizzorno en su guitarra. “Fire” dio por
concluida la intempestiva presentación de Kasabian y a pesar del buen cierre,
hubo pocas cosas qué resaltar, una verdadera lástima.
Gogol Bordello
Tomando en cuenta todos los aspectos, desde lo técnico hasta
lo musical, me parece que la presentación de Gogol Bordello fue la mejor de una
banda de habla no hispana. Con una muy buena convocatoria para el horario que
tenían, los gitanos punks dejaron muy satisfechos a todo el público. Los slams
y el baile estuvieron a la orden del día mientras Eugene Hütz cantaba
alocadamente con una botella de vino tinto en una mano y su micrófono en la
otra. Ver la alineación del grupo era también algo muy llamativo. Entre sus
filas encontrábamos a un rastafari, un anciano tocando el violín y a otro tipo
más con aspecto de chopper. También entre ellos se encontraba un latino
cantando y apoyando a Hütz, levantando al público con pequeños discursos sobre
la inmigración y la familia transcontinental.
“Not A Crime”, “Immigrant Punk”, “Immigraniada” y “Ultimate”
destacaron en el gran set de los gitanos.
The Horrors
The Horrors regresaba después de unos meses de presentarse en
la ciudad. Con una buen público, la banda se tomó el tiempo para mostrar una
selección de grandes temas de sus dos aclamadas últimas producciones como “Sea
Within A Sea” y “Still Life”. Con buena respuesta y buena ejecución, The Horrors
cumplió.
Fatboy Slim
Finalmente, Fatboy Slim sería el encargado de cerrar la noche
y el festival. Creo que muchos nos esperábamos un acto en vivo de Cook pero
desgraciadamente, nos llevamos una sorpresa cuando una tornamesa y una
computadora era lo único con lo que Cook pondría a bailar a los que todavía
estaban ahí. El DJ Set de cook logró cautivar a los asistentes poniéndolos a
bailar pero para mí, fue un desperdicio total. Es una pena que no se nos haya
avisado que la presentación de Cook sería de este modo, muchos se hubieran
podido evitar la pena.
En conclusión, creo que las bandas de habla no hispana
dejaron un sabor agridulce, al menos para mi gusto. Kasabian resultó ser la
decepción más grande y Gogol Bordello, la mayor sorpresa. Veremos qué nos trae
el Vive Latino en su siguiente edición.
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