Al otro lado del Corazón (y de Nicole Kidman)

La muerte de un hijo. No hay duda de que éste debe ser uno de los impactos emocionales más fuertes de un ser humano. ¿Cómo afrontarlo? ¿Cómo vivir con él? ¿Cómo superarlo? John Cameron Mitchell pero principalmente, Nicole Kidman, nos entregan una formidable reflexión de qué es lo que ocurre en un matrimonio después de un suceso de esta magnitud.

Becca (Nicolde Kidman) y Howie (Aaron Eckhart) son una pareja más o menos estable que ha perdido a su hijo en un accidente, donde el chico fue atropellado por un descuido de todos: el niño, conductor y padres por igual. 8 meses después, ambos han desarrollado una manera muy particular de vivir/resistir/sobrevivir a este gran dolor. Howie, nostálgico y débil emocionalmente se resiste a olvidarse de cualquier recuerdo de su hijo e insiste en rodearse con todo aquello que lo reconforte: su ropa, sus dibujos, vídeos, la misma casa, su esencia. Por el otro lado, Becca busca cualquier excusa para librarse de todo lo que la ata a la memoria de Danny, su hijo.



Es sumamente interesante la manera en que se exponen las cosas, ninguno puede comprender el dolor del otro. Ambos han estado escondiéndose entre su vida diaria y dejando que el hecho los consuma, llevándose consigo el delicado lazo afectivo que los une. Pero al verlos con atención, encontramos un detalle muy peculiar. Al intentar compartir el dolor juntos, nos damos cuenta que se han construido una fachada entre ellos mismos, su objetivo se ha vuelto todo lo contrario a lo que demuestran; Becca ha decidido encontrarse con el desdichado conductor que tuvo la mala suerte de atropellar a Danny. En ese acto, Becca descubre un lado de ella que tanto quería ocultar. Al confrontar de manera frontal y cruda la muerte de su hijo, no puede más que sucumbir ante ella y perdonarse a sí misma, de una forma que nunca lo hubiera pensado.

Mientras, Howie comienza un ligero flirteo con otra madre que ha perdido a su hijo. Es en esos momentos cuando se da cuenta que su matrimonio es más fuerte que el dolor y que la única manera de superarlo, es completamente opuesta a la que pensaba.

Kidman y Mitchell no nos exponen una manera universal de superar la muerte de un hijo, algo que hubiera sido muy sencillo de realizar. En cambio, la personalidad de Becca y Howie nos demuestran el océano de sentimientos que provoca una pérdida así.

Las relaciones amistosas y familiares también juegan un papel muy importante en la cinta. La familia de Becca es bizarra pero unida y a pesar de la renuencia de ésta por tratar de volver a ella, logra encontrar en su madre y en su hermana embarazada, otro medio de desahogar sus penas, para bien y para mal. 

Finalmente, hay un punto muy importante que quisiera destacar. En una escena en donde la pareja se encuentra en un grupo de matrimonios quienes han perdido a sus hijos; Becca, indispuesta a ir desde el principio, no soporta escuchar cómo otro hombre habla sobro cómo la muerte de su hijo fue un designio de Dios. Harta y quizá hasta asqueada, decide intervenir y aclarar su punto de la nula intervención de Dios en el asunto. ¿Por qué no hizo Dios a otro ángel en lugar de llevarse a uno de la Tierra? Interesante pensamiento.

Becca es un ejemplo de humanismo puro, en donde la culpa es un sentimiento constante y donde la única forma de salir adelante, es con el perdón a uno mismo.

Cinta recomendable no en el aspecto cinematográfico, sino en uno personal y emocional.

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