Y llegó el día. El día más esperado desde hace unos meses. No
había nubes en el cielo ni nada qué temer. Renovada, aumentada y mejor
planeada, una nueva edición del Corona Capital estaba ante mí. El cartel era de
respetarse y la expectación estaba a tope. Fue alrededor de las 2 de la tarde
cuando entré a los terrenos del Autódromo Hermanos Rodríguez para comenzar con
este experiencia.
Wavves
Mi primera parada fue Wavves, la banda ya había comenzado su
set y no fue hasta “I Wanna Meet Dave Grohl” que realmente ya podía
distinguirlos conforme me acercaba. Después de la energética interpretación de
“Post-Acid”, ya estaba frente a la banda californiana liderada por Nathan
Williams. Desgraciadamente, sólo pude presenciar unos cuantos temas más así que
no hay un juicio contundente que puede emitir sobre estos chicos pero no cabe
duda de la intensidad y entusiasmo que proyectan a su público. Desenfrenados,
irreverentes y quizá un poco erráticos son los adjetivos con los que podríamos
definir a esta banda.
Wild Beasts
El tiempo apremiaba y Wild Beasts llamaba. Al llegar al
escenario Capital, los miembros de la banda ya se encontraban preparando el
sonido y sus instrumentos para su inminente presentación. Con un ligero
retraso, Hayden Thorpe salió finalmente al escenario, los asistentes pronto
exclamaron de emoción al verlo. Con una decente audiencia, los ingleses
comenzaron excelsamente con “Bed Of Nails” y “The Devil’s Crayon”
inmediatamente después. ¿Qué podemos destacar de este grupo?
Desafortunadamente, estos dos temas son los únicos que pude escuchar (debido a
la banda siguiente), pero no cabe duda de la calidad vocal que Thorpe posee. La
sensualidad y sutileza empapa cada una de las notas de sus guitarras y en
ningún momento se les nota nerviosos ni apáticos. Existe una cierta arrogancia
en Thorpe que de ningún modo demerita su trabajo, sino todo lo contrario, lo
vuelve más exquisito.
The Antlers
Después de 10 minutos de caminata, The Antlers ya se
encontraba tocando puntualmente. “Parentheses” y ese inquietante riff de la
guitarra mostraban desde el principio la calidad de los estadounidenses.
Combinando un dramatismo y melancolía en cada una de sus canciones, Silberman y
compañía realmente hacían un gran esfuerzo por demostrar su habilidad musical. Con
temas como “I Don’t Want Love” y “Every Night My Teeth Are Falling Out”, The
Antlers demostró que es una las bandas independientes a quienes hay que
seguirles el paso en los próximos años.
These New Puritans
Cerca de ahí, en el escenario Bizco Club, los técnicos de
These New Puritans ya preparaban todo el equipo. Puntuales, los músicos ya se
preparaban alrededor de Jack Barnett, viento, percusiones y teclados lo
rodeaban. A pesar de que el sonido sonaba sumamente saturado en momentos, el
grupo mostró la complejidad con la que ejecutan cada uno de sus temas. La bizarra
fusión de música clásica, rock y hip-hop hacen de esta banda una propuesta
fuera de lo ordinario. Se le notaba a Barnett entregando todo su potencial y a
sus músicos haciendo bien su trabajo. Fue “Elvis” quizá el tema que más prendió
a los pocos asistentes y que aunque quizá estaban un poco dispersos, supieron
contemplar la presentación de estos artistas, en toda la extensión de la
palabra.
M83
En el mismo escenario y a pasos acelerados, la siguiente
banda ya se preparaba para la primera fecha de su nueva gira mundial. M83 era
el siguiente acto del día y quizá uno de los más esperados porque la gente
comenzaba a abarrotar el lugar que por primera vez se vería lleno. Sin embargo,
un retraso de casi media hora ya desesperaba a todo mundo. Anthony Gonzalez, la
mente de todo este proyecto, tuvo que salir a preparar el mismo sus aparatos
con toda la ovación del público. Cuando la gente ya se mostraba realmente
inquieta, el Intro de su más reciente producción se hizo sonar para el
beneplácito de todos. Con un sonido nuevamente saturado en ocasiones, el
francés trataba de hacerse paso entre varios problemas en el escenario.
“Midnight City” siguió desatando finalmente la euforia completa de sus
fanáticos y fue el mismo Gonzalez quien después de saludar, pidió a todos que
fueran pacientes ya que ésta era la primera vez que tocaban después de mucho
tiempo. Para ser la primera fecha de su gira, no resultó nada mal pero se
percibía una apuración en Gonzalez que nunca pude comprender. Fue después de
una excelente interpretación de “Graveyard Girl” que éste pareció discutir con
su tecladista y fue ella quien anunció que la siguiente sería su última canción
después de sólo 5 temas y la evidente frustración de Gonzalez. Rayando casi en
lo épico, M83 se despidió con “Couleurs”, sin duda lo mejor de su breve set.
Editors
El escenario Capital sería nuevamente escenario para la
siguiente banda que me dirigía a ver. A la hora pactada, Editors apareció ante
su público que ya llenaba las inmediaciones del lugar. Debo de admitir que
nunca he escuchado realmente a esta banda como se debe y muchos de sus temas no
me resultaron familiares pero hay que destacar la destreza de su guitarrista y
la enjundia que Tom Smith, su vocalista, pone en cada uno de sus temas. Los
ingleses complacieron a sus fanáticos con un set variado y razonable que
incluyó “An End Has A Start” y una gran, gran interpretación de
“Smokers Outside The Hospital”. El sonido realmente se escuchaba impecable y se
podía apreciar cada uno de los instrumentos acompañando la contundente voz de
Smith. La noche ya caía y fue esto quizá uno de los inconvenientes de la
presentación, la oscuridad pudo haber hecho de su show aun más impactante e
intenso porque, realmente, el público no se prendió del todo; ni siquiera
“Munich” pudo hacer que todos corearan con Smith. “No Sound But The Wind” fue
un gran momento pero insisto, la oscuridad hubiera hecho todo muy diferente.
Fue hasta “Papillon” que ya la noche había caído pero la banda ya se despedía y
dejaba el escenario. Sin duda fue de lo mejor del festival pero creo que pudo
haber resultado mejor.
Portishead
Finalmente, el gran momento llegaba. Después de alrededor de
40 minutos, el aire se llenaba de electricidad y ya todos se mostraban
realmente inquietos por ver a la banda legendaria que estaría frente a ellos en
cualquier segundo. Con un estruendoso aplaudo y con medio festival abarrotando
el escenario Capital; Gibbons, Barrow y Utley salieron junto a sus músicos para
comenzar lo que sería una presentación sin igual. Sin ninguna presentación, “Silence”
estremeció al público. Gibbons se encontraba de espaldas y las pantallas ya
mostraban a los ingleses con impresionantes efectos de video y una calidad
cinematográfica.
Gibbons continuaba de espaldas mientras sus compañeros hacían
lo suyo, ¿realmente podría haber estado anonadada con lo que tenía ante sí? Fue
entonces cuando cantó y mi piel se erizó, todos se paralizaron y se dejaron
arrastrar por la decadencia de Gibbons, las emociones comenzaba a encontrarse.
“Nylon Smile” subía un poco los ánimos y
se le veía a los oriundos de Bristol realmente impresionados por estar frente a
cerca de 50 mil personas. Una fuerte ovación vino con “Mysterons”, el scrtach
de discos volvía locos a los fanáticos y Gibbons cantaba con una pasión y
sentimiento que contagiaba a cada uno de nosotros. Utley también hacía lo suyo
con grandes acordes de guitarra que seguía erizando la piel y mientras todos
coreábamos “Did you really want?”
Para “The Rip”, las pantallas comenzaban a mostrar el video
oficial, un corto animado surreal que servía de perfecto acompañante para los
arpegios de la guitarra acústica Utley y los grandes versos que seguían
emanando de Gibbons. Su DJ remató el grandioso tema con electrizantes sampleos.
La base de batería de “Sour Times” nuevamente voló la cabeza
de los fanáticos y seguía cada una de las palabras de Gibbons. Resulta
impresionante ver como la cantante interpreta cada uno de sus temas aferrada a
su micrófono sin ningún otro movimiento, como si tuviera miedo de desprenderse
de éste. Su rostro siempre lo decía todo. “Magic Doors” cumplía con mostrarnos
un poco más de su última producción titulada “Third”, “Wandering Star”
continuaba con los scratch de discos y ese inconfundible sonido que los ha
posicionado como pioneros del trip-hop; por otro lado, “Machine Gun” dejaba
claro el poder y la intensidad que ponen en cada una de sus presentaciones y no
cabía duda que el hecho de estar en nuestro país, los incitaba a dar lo mejor
de sí. Los golpes en la batería de Barrow dejaban a todos boquiabiertos.
“Over” dejaba cimbrado a todo el Autódromo con la pasión que
desbordaba del escenario y fue hasta “Glory Box” cuando los gritos de los
asistentes se dejaron escuchar para cantar a lado de Gibbons en uno de los
momentos más memorables.
“Chase the Tear” y su emocionante sampleo daban paso a otro
viejo tema de la banda “Cowboys” y una sombría interpretación de “Threads” que
daba la oportunidad a Utley para sacar lo mejor de su guitarra. Así terminaba
el set principal de la banda pero no pasaron más de 5 minutos hasta que los
británicos regresaron para un par de temas más.
“Roads” fue quizá lo más esperado de la noche y en donde
Gibbons se veía opacada por el canto de miles de personas que se emocionaban
con uno de los temas más famosos de la banda. Gibbons cantaba como si fuera la
última vez que lo haría.
Para despedirse, el trío presentó una larga y épica versión
de “We Carry On” y en donde Gibbons decidió bajar a la valla para la locura de
todos los que se encontraban al frente. La locura se desató y nadie quería
perderse del saludo de Gibbons, que tocaba a todo quien alcanzará. Después de
unos minutos, la cantante subió nuevamente y visiblemente conmovida y con la
voz entrecortada, Gibbons agradeció a su público mexicano y se despidieron
finalmente del escenario Capital.
Fue así como de inmediato supimos que éste había sido el
concierto del año.
The Strokes
Las hordas de gente de inmediato se movieron hacia el
escenario Corona, paso a paso y por casi media hora, era imposible caminar un
poco más rápido.
Los Strokes empezaron un poco después del tiempo pactado y
“Heart in a Cage” ya se escuchaba a lo lejos. ¿Qué puedo decir de estos chicos
de Nueva York. No cabe duda que su popularidad es inmensa pero al verlos por
tercera vez en mi vida, no encuentro un detalle que varíe en cada una de sus
presentaciones. El hecho de que se aferren a “Is this It?” ya resulta patético
y es cuando irónicamente nos preguntamos “¿Es realmente todo?” Mi única gran
expectación era escuchar algunos de los buenos temas del “Angles”, del cual sólo
pude apreciar “Machu Picchu” y “Under Cover of Darkness”. Con un Valensi
liciado tocando sentado y un Casablancas hablando constantemente, la
presentación de los Strokes pasó sin pena ni gloria para mí, dejándome claro
que la banda llegó a su tope hace mucho y que su fin no se ve muy distante.
En conclusión, esta edición del Corona Capital mejoró
bastante respecto a con la anterior y fuimos testigos de una gran organización.
Los detalles fueron mínimos y estoy seguro de que la mayoría vivió una gran
experiencia, al menos yo lo hice al estar presente en la ya legendaria
presentación de Portishead.
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