El día pintaba
bien. Cielo despejado y un ambiente citado exuberante (que disfruté en plenitud
por primera vez) eran bueno augurio.
Todo cambió en
Six Flags. Al formarnos para entrar, las primeras gotas de lluvia caían
mientras una enorme nube negra y horrenda amenazaba la noche. Extrañamente, el
parque estaba cerrado por lo que los fans de Ladytron lo tenían a su
disposición. Lástima por la lluvia, que cobraba sus primera víctimas.
Fueron tan sólo
segundos después que nos dirigíamos al Teatro Chino cuando el diluvio cayó. El
foro se encontraba desolado y pronto los pocos que ya se encontraban en el
lugar tomaron refugio por un rato.
La hora para SONOIO estaba ya muy cerca
y la lluvia no cedía. Fue hasta mucho tiempo después que esta paró y el teatro
poco a poco comenzó a recibir a más asistentes. Sin embargo, una segunda
llovizna alejó nuevamente a todos y comenzaba a desesperarme. Afortunadamente,
el agua cedió poco tiempo después y todos pudieron regresar al foro.
Sin previo
aviso, SONOIO comenzó a tocar. Alessandro Cortini, quien alguna vez participó
con Nine Inch Nails y Muse tomó el escenario con un público disperso que
seguramente no tenía idea que quién se trataba.
Con sólo una
alfombra, un trío de focos, un micrófono con luces y un sintetizado frente a
él, Cortini inicio el concierto hincado y distorsionando su voz a un grado muy,
pero muy bizarro. Con algunos aplausos y la constante gratitud del artista, el
acto pasó sin pena ni gloria. Quizá lo que más me sorprendió fue el hecho de
que tocara hincado. Vaya manera de hacerlo.
Alrededor de 30
minutos después, con un foro con un poco más de la mitad del foro ocupado;
Aroyo, Marnie y compañía salieron ante el júbilo de los pocos asistentes.
Inmediatamente,
“Runaway” se hizo sonar. Las palabras de Marnie se entendían perfectamente pero
el volumen era notablemente muy bajo. No sé si esta sea la manera de tocar del
grupo o si en verdad había un problema, nunca lo sabremos.
Con “High Rise”,
esperaba que ahora sí subieran el volumen pero todo permanecía igual, a pesar
de una buena ejecución de la banda, no se percibía gran intensidad y el público
no parecía que se prendería en ningún momento.
“Ghosts” fue
recibida con más entusiasmo que los temas anteriores, aun así, la banda no
terminaba por explotar y las versiones grabadas parecían tener más punch que
sus versiones en vivo. Con Marnie, moviéndose constantemente por el escenario y
haciendo gestos de querer bailar, sus sintetizadores no estaban proyectando la
intensidad necesaria.
“International
Dateline” continuaba la noche y para la desgracia de todos, nuevas gotas de
agua comenzaban a caer del cielo. La gente comenzaba a distraerse cada vez más
y para el momento de “Little Black Angel”, el público se mostraba sumamente
disperso. Fue entonces cuando una tercera lluvia cayó sobre los asistentes
dejando el teatro con muy pocos fanáticos, la mayoría había ido a buscar
refugio nuevamente.
Con “Discotraxx”,
una de los más coreadas, los que quedábamos gritábamos al unísono de Marnie y
por fin se podía ver a unos cuantos bailar. Con el breve pero emocionante
discurso de Aroyo en búlgaro durante el tema, este fue uno de los momentos
destacados del concierto.
Con “Mirage” y “Ace
of Hz”, los europeos mostraban algunos de sus nuevos temas con los que la gente
no se mostraba muy familiarizados del todo. Marnie aprovechaba los espacios
entre canción en algunas ocasiones para saludar al público y mostrarse un tanto
preocupada por la lluvia.
Después de “Fighting
in Built Up Areas”, la banda dio una gran sorpresa al interpretar “Seventeen”
cuyo recibimiento fue de lo mejor y donde casi todos cantaron a la par de
Barnie. Con esto, los ingleses se despidieron
brevemente para regresar a tocar un par de temas más de su nueva producción “Gravity
the Seducer”.
“White Elephant”
y “White Gold” dieron paso al tema más esperado de la noche y que los vio
partir “Destroy Everything you Touch” fue sin duda lo mejor de la velada y a
pesar de también estar en el mismo rango de volumen, logró emocionarnos un poco
más.
Para haber sido
la primera fecha de la banda en su gira mundial, no les mostró muy emocionados
o dispuestos a entregar todo en el escenario. A pesar de tener muy buenas
canciones y de ser amos del synthrock, Ladytron no parece ser un banda para
tocar en vivo y mucho menos en espacios abiertos. A comparación de Royksopp
hace algunos meses en el mismo lugar, la banda noruega se los va llevando de
calle, y eso que sólo son dos aunque cabe destacar que la ausencia de sampleos en
el concierto de los ingleses, fue de destacar.
Gracias de todos modos, Ladytron.
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