Crítica - Beetlejuice Beetlejuice: una secuela sin alma

Está claro que el apogeo de Tim Burton ya pasó. Considerado alguna vez como uno de los directores más fascinantes y originales de la industria, el paso del tiempo no fue benévolo con sus ideas, las cuales se vieron plasmadas en burdas películas por encargo u otras simplemente aburridas. Beetlejuice (1988), por supuesto, permanece como una de sus más queridas obras hasta el día de hoy; su extrañeza y desfachatada ejecución sentó las bases para lo que se convertiría en todo un sello. La secuela, después de muchos años e intentos fallidos, finalmente llega a salas con la promesa de entregar una nueva y divertida aventura del fantasma más irreverente; sin embargo, el abuso de la nostalgia y un enfoque evidentemente errático dejan en claro que Burton ya no es capaz de emocionar como antes.

Beetlejuice Beetlejuice critica
Imagen: Plan B Entertainment, Tim Burton Productions, The Geffen Company, Domain Entertainment, Warner Bros. Pictures

Beetlejuice Beetlejuice (2024) es una más de esas secuelas que lleguen décadas después de sus antecesoras, una tendencia en auge en Hollywood desde hace tiempo. Con tres de los grandes protagonistas de la original de vuelta, y la adición de caras interesantes al elenco, la expectativa era notable, pero dada la racha actual del cineasta, la cautela también era necesaria. El resultado es una película ciertamente no terrible, aunque sí decepcionante; la insistencia en querer recrear momentos icónicos de la anterior y un guion sumamente irregular impiden que algo fresco y más atrevido surja de un universo que, definitivamente, tenía más potencial

El filme recorre sus mejores pasajes cuando se acerca a la rareza del Burton noventero, aquel que nos entregó joyas como El Joven Manos de Tijera (Edward Scissorhands, 1990) y Batman Regresa (Batman Returns, 1992). Esto ocurre, principalmente, cuando obtenemos más vistazos al inframundo y a otros aspectos de su divertido funcionamiento, como la incorporación de un cuerpo policiaco liderado por un siempre convincente Willem Dafoe y el negocio de bioexorcismos del personaje titular con los Bobs como estresados empleados. Aunado a ello, los instantes en que vemos interactuar a Beetlejuice con la versión adulta de Lydia Deetz (Winona Ryder) entregan la mejor comedia de la historia. 

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Imagen: Plan B Entertainment, Tim Burton Productions, The Geffen Company, Domain Entertainment, Warner Bros. Pictures

Pero lo menos efectivo de Beetlejuice Beetlejuice es cuando trata de parecerse a Merlina (Wednesday, 2022 - ); los guionistas Alfred Gough y Miles Millar son los creadores de la popular serie de Netflix, mientras que el mismo Burton fungió como director de todos los episodios. Jenna Ortega interpreta aquí una versión no maligna y menos excéntrica de la protagonista de aquel programa, aumentando la sensación de que ya hemos visto esto antes. Además, la subtrama romántica en la que se involucra resulta aburrida y ordinaria. El giro, de nuevo, recuerda lo trillado de la serie.

Quizá uno de los más grandes desaciertos de la cinta es tomarse demasiado en serio a sí misma. La trama ve a Lydia no solo lidiar con su madre, sino con su hija, que duda de sus habilidades paranormales y que cree que no le ha prestado la debida atención. El conflicto intergeneracional no está mal logrado, pero se siente que pertenece a otra película. Si bien es cierto que la original, entre todos sus absurdos, encontró espacios para criticar la voracidad del capitalismo y la gentrificación ni los muertos se salvan, al menos lo hacía de forma singular y picaresca. Aquí el melodrama no se integra tan bien con la comedia y lo fantástico.

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Imagen: Plan B Entertainment, Tim Burton Productions, The Geffen Company, Domain Entertainment, Warner Bros. Pictures

Beetlejuice Beetlejuice divierte con sus momentos más absurdos lo del soul train es un buen chiste y el ingenio que emana de la mezcla de efectos prácticos y CGI que nos hace sentir en una caricatura de antaño, pero que el gracioso personaje de Willem Dafoe no tenga mayor agencia, que el de Monica Bellucci sea un completo desperdicio y que una gran cantidad de subtramas no lleven a ningún lado dejan un sabor de boca agridulce. Al final, se trata de una secuela demasiado blanda que, aun con algunos chispazos, confirma que la imaginación de Burton ya no es como la de antes.

Beetlejuice Beetlejuice está actualmente en cartelera.

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