Crítica - La Decisión de Partir: recorriendo el laberinto de la obsesión

"En el momento en que me dijiste que me amabas, tu amor terminó. Y el momento en que tu amor terminó, el mío empezó". La línea de Seo-rae (Tang Wei), durante uno de los instantes más emotivos de la película, engloba la esencia romántica de La Decisión de Partir (Heeojil Gyeolsim, 2022), lo nuevo de Park Chan-wook (Oldboy, Sed de Sangre). Se trata de una trágica historia de amor que, además, alberga un misterio criminal que pone a sus personajes en las más difíciles de las situaciones. Y, por si fuera poco, fiel a su estilo, el aclamado director coreano inyecta una sutil pero suficiente dosis de humor negro que termina por redondear uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. 

La Decision de Partir critica
Imagen: CJ Entertainment, Moho Film

Hae-jun (Park Hae-il) es un detective con un problema de insomnio que investiga la muerte de un burócrata en una montaña de Busan. Seo-rae, la atractiva viuda, se convierte en la principal sospechosa al mostrar poco dolor por lo sucedido. Obsesionado con ello, Hae-jun comienza a espiarla, y cuando esta se da cuenta, una relación prohibida comienza entre ellos, dejando salir su faceta más romántica. Pero las cosas se complican aún más cuando Hae-jun descubre los secretos de Seo-rae y una serie de detalles que finalmente le permitirán dar con lo que ocurrió en la cima de la montaña.

Nominada a la Palma de Oro y ganadora del premio a Mejor Dirección en la pasada edición del Festival de Cannes, La Decisión de Partir nos invita a atestiguar una trágica pero bella historia romántica protagonizada por dos individuos que hacen en lugar de decir. En una entrevista con Los Angeles Times, el director Park Chan-wook comentó que su filme «no es una historia de amor que dice "Te amo"». No, estamos ante un relato en que los personajes observan y sacan conclusiones. Ya sea Seo-rae viendo cómo Hae-jun se enfrenta a un maleante o el detective observando a lo lejos el día a día de su sospechosa, un vínculo nace entre ellos a partir de la observación. Aquí, en efecto, no se escucha un "te amo" o  un "yo fui"; la película nos insta más bien a descubrir cómo lo que no se dice suele ser lo más importante.

Park Chan-wook y el coguionista Jeong Seo-kyeong construyen una laberíntica trama que nos pone a prueba. Al, precisamente, evitar declararlo todo, la cinta nos deja la responsabilidad de recoger las pistas, establecer las conexiones y recordar varios detalles clave. La trama tiene claro su camino, pero nunca se detiene a explicarse a sí misma, y eso se agradece en una época tan didáctica como esta. En su lugar, el director deja en el montaje la tarea de insinuar, comparar y yuxtaponer para darle fluidez a la obra. Y si a eso agregamos los diálogos astutos, las actuaciones sólidas y los giros narrativos inesperados, estamos ante un filme altamente efectivo en todas sus intenciones. 

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Imagen: CJ Entertainment, Moho Film

Podría pensarse en La Ventana Indiscreta (Rear Window, 1954) y Vértigo (Vertigo, 1958) como influencias directas, y aunque algunos elementos hitchcockianos la observación, la esencia noir y la construcción clásica son evidentes, La Decisión de Partir se desprende de lo derivativo gracias al estilo de Park Chan-wook, quien se vale también de la comedia en momentos inesperadas para aligerar la carga dramática, que en algunos escenas resulta abrumadora en el buen sentido. Ya sea con comedia física o diálogos ingeniosos, el guion mezcla muy bien la comedia con el romance, el drama y el misterio, demostrando un manejo excepcional de los géneros, inclueso en una misma secuencia.

La relación entre Seo-rae y Hae-jun es el núcleo del relato, el cual la desarrolla de una forma muy poco convencional. Así como el policía asegura que el dolor puede llegar de golpe o en lentamente, lo mismo parece aplicar para el amor. Estos individuos encuentran algo atractivo en el otro, pero no siempre se muestran seguros de que lo que sienten por ellos. La decisión de partir puede entenderse entonces como la única forma de saberlo con claridad: alejarse, ¿pero para liberarse o obsesionarse más? La cinta deja abierta la pregunta a la interpretación.

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Imagen: CJ Entertainment, Moho Film

La influencia de Wong Kar-wai también se siente en buena parte de la cinta. El romance de In the Mood for Love (2000) tiene eco en el de los protagonistas en cuestión; un romance destinado a nunca consumarse por completo. El crimen y su fatídica relación con el amor también recuerdan al maestro hongkonés, así como el uso de la música, particularmente el de la canción coreana "Mist", de Jung Hoon He, que prácticamente define el vínculo entre los amantes.

La Decisión de Partir es contenida con sus personajes, pero Park Chan-wook emplea cualquier cantidad de recursos para mostrarnos su sentir; llama la atención, por ejemplo, cuando Hae-jun se imagina a él mismo dentro del departamento de Seo-rae mientras la vigila; o cuando distintos flashbacks surgen casi de la nada para dejarnos conocerlos aún más; o cuando la cámara toma el punto de vista de formas inesperadas. Si bien no estamos ante un thriller oscuro como los que el cineasta nos ha entregado en el pasado, su más reciente obra nos atrapa de la misma manera y propone una de las historias más románticas de los últimos tiempos.

La Decisión de Partir está actualmente en cartelera.

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