Crítica - Buenas Noches, Mami: el curioso caso del remake hollywoodense

Hace más de media década, la película austriaca Dulces Sueños, Mamá (Ich Seh, Ich Seh, 2014) conmocionó a los entusiastas del cine independiente con una propuesta inquietante, inteligente y atractiva desde muchos ángulos. Como era de esperarse, y debido a su gran éxito, los derechos de la cinta de Veronika Franz y Severin Fiala fueron adquiridos para acercar al público estadounidense una versión de esta magnífica obra del cine de género. Si Michael Haneke lo hizo él mismo con Funny Games (2007), ¿por qué alguien más no iba a hacerlo? 

Imagen: Animal Kingdom, Playtime, Amazon Studios

En Buenas Noches, Mami (Goodnight Mommy, 2022), Naomi Watts —que también protagonizó el remake de Funny Games— interpreta a una madre que se ha sometido a una cirugía plástica. Cuando sus hijos gemelos llegan a su casa, estos comienzan a sospechar que algo anda mal con ella, pues su comportamiento es extraño y violento. Así, los niños ponen manos a la obra para descubrir si la mujer que está debajo de los vendajes faciales efectivamente es su mamá.

En una era como la nuestra, en que la originalidad brilla por su ausencia en buena parte de los grandes estrenos del mainstream, no es de extrañar que Buenas Noches, Mami sea un producto digerible, blando y estrictamente convencional. Las plataformas de streaming, en su búsqueda por alcanzar todavía más usuarios, han recurrido a todas las tácticas a su alcance, comprometiendo la calidad de su contenido. En este caso, Amazon se ha salido con la suya al presentar una versión limpia y hasta amigable del pronto por ser clásico del cine de terror. La pregunta es: ¿realmente era necesario?

La película, en realidad, no es terrible. Si quitáramos de en medio a la original, podríamos decir que tenemos en las manos algo sencillo pero decente. Para nada es memorable, a pesar de adaoptar un enfoque íntimo. Las actuaciones, por supuesto, son lo más destacado de ella. Watts entiende bien el papel de la madre perturbada y antinatural que se enfrenta a un sentimiento oscuro que amenaza con resurgir. Los hermanos Crovetti —sí, Elias (Cameron) es el hijo de Homelander en The Boys (2019-) también hacen un trabajo aceptable, aunque no al grado de los Schwarz en la original, que proyectaban emociones más profundas y agresivas. 

Imagen: Animal Kingdom, Playtime, Amazon Studios

El problema viene cuando el trabajo de Franz y Fiala entra en la ecuación. Así, es imposible notar que al remake se le ha despojado toda la tensión y la perversidad que hacían de la original algo exquisito. Los niños han sido reducidos a dos traviesos cualquiera, y que solo una vez se ven inmersos en una situación sombría en la que asumen el control, a diferencia del cambio que presentan los gemelos austriacos para asegurar su supervivencia. El conflicto de la madre tampoco queda del todo claro. Si bien Watts contribuye al hacer visible un sentimiento de desquicio, el guionista Kyle Warren falla al no hacer de este personaje algo multidimensional. 

Matt Sobel, director, apuesta por una historia ligera y genérica, incorporando incluso momentos característicos de filmes de terror que hemos visto una y otra vez en las últimas décadas. La trama apenas y rasca la superficie del conflicto emocional que poco a poco destroza la dinámica de la familia. La culpa y la falta de empatía no aparecen sino hasta que el giro final —el mismo que en la original— se revela ante nosotros. 

Si Hollywood insiste con este tipo de remakes es porque los consumidores lo demandan, al menos los de Estados Unidos. "¿Para qué recurrir a una película en un idioma que no entiendo si hay una que trata sobre lo mismo en mi propio idioma?". Queda claro que el dinero es más importante que poner a pensar un poco a la población en general.

Buenas Noches, Mami está disponible en Prime Video.