Reseña - El Agente Topo: la soledad y resignación del adulto mayor

Sergio, discreto y sigiloso, se desliza por los pasillos del asilo al que ha sido enviado para cumplir con una misión ultrasecreta. El objetivo, elusivo y misterioso, yace en algún rincón de este laberíntico lugar. La encomienda es de vital importancia, por lo que el agente secreto utiliza dispositivos de alta tecnología y las nuevas técnicas de subterfugio que ha aprendido durante su capacitación. Su manejador de forma remota lo contacta constantemente para obtener actualizaciones sobre el estado del encargo; Sergio, cauteloso, le reporta todo lo acontecido en la casa de retiro. 

Estas escenas —acompañadas, por supuesto, de una enfática música de misterio bien podrían haber sido sacadas de una película de espías o de cine negro; pero la realidad es que se trata de un documental: El Agente Topo (2020), cinta chilena que se está robando el corazón de los espectadores.

El Agente Topo reseña
Imagen: Micromundo Producciones, Motto Pictures, Sutor Kolonko, Volya Films

Después de toparse con una oferta laboral exclusivamente para gente mayor en los clasificados del periódico, Sergio Chamy, de 83 años, decide acudir al llamado. Rómulo Aitken, un detective privado, le explica que el empleo requiere infiltrarse en un asilo por unos meses para descubrir si una de sus residentes, madre de la clienta que lo ha contratado, sufre de abuso por parte de los empleados. Una vez concluido el proceso de selección, Sergio resulta elegido para el trabajo, y con el apoyo de sus hijos, se interna en la casa de retiro para cumplir con su misión. Pero las cosas no van del todo como estaban planeadas, pues el anciano comienza a descuidar su tarea mientras trata de ayudar a los viejitos que poco a poco va conociendo.

El Agente Topo dirigido por Maite Alberdi (La Once, Los Niños) es un documental que no parece un documental. De forma poco convencional y muy astuta, la realizadora chilena mezcla el género ya mencionado, un poco de falso documental y hasta la ficción no para denunciar el posible abuso del adulto mayor en los asilos, sino para enaltecer la figura de la tercera edad y darle un merecido espacio para desenvolverse en muchos niveles. A tan solo un paso de alcanzar una nominación tanto en la categoría de Mejor Documental como en la de Mejor Película Internacional en los Óscar, la cinta emerge como un llamado a procurar nuevamente a los ancianos, muchos olvidados y relegados por su descendencia. 

Sergio, por supuesto, es la estrella del filme. El adorable y bienintencionado viejo demuestra un carisma único y un tacto superior que quizá no sean las herramientas más necesarias para cumplir con su misión, pero sí para brindar aunque sea temporalmente un momento reconfortante a todo quien se cruza con él. Resulta curioso saber que Sergio no fue la opción principal de Alberdi; el original tuvo que salir de la producción debido a un problema de salud. Por tal razón, la directora y su equipo lanzaron el anuncio en el periódico para buscar al nuevo protagonista. La inclusión de este proceso que funciona como prólogo en el documental permite obtener una primera impresión del mundo de la tercera edad, la cual se traduce en las ganas y disposición que tienen los mayores de seguir siendo productivos. A partir de ahí, Alberdi sigue una línea que ahonda en el valor de estos personajes, rara vez protagonistas de una historia. 

El Agente Topo reseña
Imagen: Micromundo Producciones, Motto Pictures, Sutor Kolonko, Volya Films

El microcosmos que El Agente Topo retrata está habitado por todo tipo de personajes mujeres en su mayoría cuyas intervenciones pueden ser tan graciosas como desconsoladoras. Berta, por ejemplo, no duda un segundo en lanzarse románticamente sobre el "nuevo inquilino", lo que genera un par de inesperadas y chuscas situaciones. Rubira, por otro lado, visiblemente afectada por la soledad que siente al permanecer en ese sitio, se sincera con Sergio acerca de su estado emocional y mental, ambos sumamente frágiles. La presencia del topo es un aliciente para los residentes, quienes ignoran su verdadero propósito. Irónicamente, el protagonista se convierte en uno más de ellos, lo cual queda claro no solo con la manera con la que se integra a la dinámica diaria, sino con sus constantes anotaciones en su diario que comparte siempre con Rómulo, donde poco a poco expone sus sentimientos encontrados acerca de lo que ha vivido y visto en aquel lugar.

Hay que mencionar que Alberdi se mueve en un terreno muy delicado con su último trabajo. Su intención es noble y valiosa, aunque uno podría preguntarse si las imágenes que la directora muestra resultan irrespetuosas dada la naturaleza del proyecto es importante mencionar que la producción obtuvo el consentimiento de todos quienes aparecen en la cinta. En varias escenas, por ejemplo, es posible ver de reojo a un par de ancianas postradas en cama pasando un mal momento; en otra, una más es llevada de emergencia al hospital. Cada quien tendrá un juicio al respecto, pero lo que es cierto es que la chilena en ningún momento pretende hacer una crítica sobre el cuidado de los adultos mayores en los asilos, sino más bien entender por qué terminaron ahí. 

También podría argumentarse una posible manipulación de los hechos para obtener la historia; pero, con una notable vocación casi periodística, Alberdi se mantuvo atenta esperando encontrar algo valioso, tal y como reveló recientemente a The Guardian. Como toda documentalista, su determinación la lleva a mover las piezas para darle cohesión y más sustancia a su relato. 

El Agente Topo reseña
Imagen: Micromundo Producciones, Motto Pictures, Sutor Kolonko, Volya Films

La ficción que Sergio vive en la casa de retiro es un reflejo de una triste realidad. "Es cruel después de toda esta vida", le dice una de sus compañeras después de revelarle que sus hijos no la visitan porque ya tienen sus propias familias. Lo más triste de la situación es que ella, así como casi todas las residentes, aceptan su destino. Esta resignación impregna cierta pesadumbre en el ambiente, uno que insta a Sergio a ver lo afortunado que todavía es. Aunque todo el aparato de Alberdi parece estar dispuesto para que el protagonista llegue a la única conclusión posible, el proceso es realmente lo que ofrece una vista hacia la perpetua tristeza que rodea a los ancianos. 

El Agente Topo sin duda debió haber sido una experiencia reveladora para todos los participantes. Sergio, su familia, Rómulo, Alberdi y el espectador se encuentran ante la inmejorable oportunidad de repensar el papel del adulto mayor en una sociedad que prefiere mantenerlo al margen. La infiltración de Sergio y Alberdi en este mundo abre la puerta que se opta por mantener cerrada la mayor parte del tiempo. Autovalentes, todavía con muchas aspiraciones y deseosos de volver a ver a sus seres queridos, los inquilinos del Hogar San Francisco son una acumulación de recuerdos y vivencias a los que la película les rinde un merecido homenaje. 

El Agente Topo —ganadora del premio a la ¿Mejor Película Europea? en el Festival de San Sebastián el año pasado— está disponible en Netflix.

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