La Trinchera Infinita - Reseña: los olvidados de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil Española y la Dictadura de Francisco Franco han sido terreno fértil para el cine de aquel país durante tanto tiempo; sin embargo, el tema de los llamados "topos" pocas veces ha tenido representación en la pantalla grande. La Trinchera Infinita, ganadora al Mejor Guión y Mejor Director en la edición 2019 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y de dos Premios Goya, ofrece un exhaustivo retrato sobre aquellos que sortearon la represión franquista manteniéndose escondidos por años o hasta décadas en algunos casos. 

A través de un relato de resiliencia, anclado a una inisual épica intimista, la cinta enmarca el sentir de una sociedad traumatizada en busca de asimilar los cambios que trajeron consigo distintas épocas. 

La Trinchera Infinita reseña
Imagen: Irusoin, Moriarti Produkzioak, La Claqueta PC, Manny Films, Netflix

Higinio (Antonio de la Torre), concejal republicano de un pueblo de Andalucía, se ve obligado a esconderse ante la llegada de los franquistas. Perseguido por las tropa sublevadas, el hombre consigue borrar su rastro encontrando refugio en un recoveco de su propia casa. 

Rosa (Belén Cuesta), su esposa, cuida con recelo el secreto a pesar de ser objeto de tortura de parte de las autoridades y de un intenso escrutinio de los vecinos leales al nuevo gobierno. Ante el inicio de la Dictadura, Higinio no tiene más remedio que mantenerse escondido mientras Rosa sigue con su vida y el país vive una transformación social y política a través de los años.

El equipo conformado por Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga (Flores, Handia), volvió el año pasado con esta cinta, la cual ha sido recogida por Netflix ante su reciente elección para representar a España en la búsqueda de una posible nominación al Óscar. Con esta historia sobre los topos, inspirada en la vivencia de un alcalde malagueño que vivió oculto durante casi toda la Dictadura, los directores disponen del excelente guión escrito por el mismo Goenaga y Luiso Berdejo para resaltar esta lucha silenciosa y relativamente desconocida.

La Trinchera Infinita comienza a mil por hora con una intensa y crucial persecución. Con cámara en mano, los directores siguen de cerca y casi en tiempo real el suplicio de Higinio, quien encuentra en un oscuro y húmedo hoyo de su casa la única oportunidad de sobrevivir. 

Su otra esperanza es Rosa, estoica ante las constantes revisiones militares y el acoso de su vecino Gonzalo (Vicente Vergara), quien culpa a Higinio de la muerte de su hermano y otros crímenes de guerra. Es así como la pareja comienza la batalla más importante y larga de sus vidas, no solo para salvarlas, sino para no olvidarse del significado de su tormento.

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Imagen: Irusoin, Moriarti Produkzioak, La Claqueta PC, Manny Films, Netflix

Cuando Higinio se hace con su primer refugio, la cámara asume un papel subjetivo. Por medio de las rendijas que ofrece el escondite, el espectador toma el punto de vista del perseguido mientras observa con atención todo lo que sucede en su casa. Esto, eventualmente, se convierte en una experiencia tortuosa para el hombre, quien no puede hacer algo al respecto cuando su esposa es amedrentrada o incluso atacada por los guardias civiles. 

Pero, más adelante, este rol pasivo adquiere un tono voyerista cuando lo único que queda es observar. De esta manera, el protagonista se convierte en un testigo silente visiblemente consternado por su situación. Imposibilitado de salir de casa, la ignorancia sobre lo que sucede allá afuera comienza a consumirlo y a obsersionarlo, una clara referencia a La Ventana Indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954).

De la Torre y Cuesta hacen un formidable trabajo como la asediada pareja. El insostenible estado de Higinio pone a prueba la entereza de Rosa, quien debe guardar las apariencias durante años. Esto, por supuesto, comienza a causar estragos emocionales en su persona, llegando incluso a dudar en el valor de lo que está haciendo su esposo. 

Los mejores momentos de la película surgen, precisamente, a partir de este conflicto. La historia nunca pierde de vista el drama familiar, el cual se acentúa cuando la palabra "cobardía" comienza a hacerse presente. Los actores transmiten efectivamente esos sentimientos encontrados, mismos que se vuelven el núcleo de la trama.

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Imagen: Irusoin, Moriarti Produkzioak, La Claqueta PC, Manny Films, Netflix

Garaño, Arregi, Goenaga y Berdejo se valen del extenso cautiverio de Higinio para explorar el contexto social y política de esos tiempos. Historietas, periódicos y más tarde la radio y la televisión son el único medio que tiene el hombre para saber lo que está pasando en España y en el mundo. Los cambios pronto se hacen notar gracias a estos medios, en los que se percibe una legitimación del golpe de Estado por parte de otros gobiernos y entidades y una resignación del pueblo. 

Esto genera todavía más desconcierto en Higinio, prácticamente destinado a vivir el resto de su vida en el encierro. Este contexto consigue darle una dimensión mayor al predicamento de la familia. 

Pero no todo es desesperanza. Varios momentos de la película hacen referencia a los tiempos de cambio que trajeron consigo las nuevas generaciones, así como a la posibilidad de que todo no haya sido en vano. Cuando,  en pleno franquismo, Higinio hace un trato con una pareja homosexual para el beneficio de todos los involucrados, y cuando se encuentra con otro joven idealista en busca de transformación, la llama de la rebelión que ha mantenido prendida todo este tiempo parece estar lejor de extinguirse. 

Es por medio de estas pequeñas pero signifiactivas luchas que La Trinchera Infinita rinde un homenaje al valor de la resistencia. Todo se resume en las palabras producto de una alucinación de Higinio: "Puede que el miedo que tú tengas haga que nadie te vea como un héroe; pero no por eso vas a dejar de ser una víctima".

La Trinchera Infinita está disponible en Netflix.

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