Reseña - Placebo @ Pepsi Center, México 2017, 27 de marzo

Las giras de aniversario se han convertido en una tendencia de la industria musical en vivo. Que si el aniversario de tal disco, que si la conmemoración de tantos años juntos... Decenas de bandas con un importante trecho recorrido se han embarcado en tours de grandes éxitos en donde las podemos ver tocando un álbum en su totalidad o aquellos temas que definieron su carrera hasta el día de hoy. Algunos podrán verlo como una excusa para no sacar nuevo material y aun así exprimir el bolsillo de sus leales fanáticos; para otros representa la oportunidad de reencontrarse con su grupo favorito. Esto es justamente lo que hicieron Placebo anoche, banda consentida del publico mexicano que vino por enésima vez al país con la única excusa de festejar en grande.


Unos notablemente maduros Brian Molko y Stefan Olsdal, únicos miembros oficiales de Placebo quienes finalmente han aceptado que no podrán volver a tener un baterista estable, salieron al escenario del Pepsi Center para recibir a miles de fanáticos emocionados a tope con los primeros acordes de "Pure Morning", clásico de clásicos que hizo retumbar las paredes del recinto y que daba la bienvenida a la celebración. Antes, la proyección del video de "Every You and Every Me" nos hacía recordar una época de indiferencia y juventud y auguraba una ola de nostalgia por venir.


La primera parte del set fue un ir y venir. Temas más recientes como "Loud Like Love", "Jesus' Son" y "Devil in the Details" eran intercalados con los de la década pasada, como "Space Monkey", "Protect Me from What I Want" y "Special Needs", esta una de las más coreadas de la noche. "Remember Me", pedía Molko durante este himno adolescente que resultaba un golpe directo al corazón de los asistentes. Mientras las emociones se mantenían a flor de piel, el vocalista aprovechaba para saludar al público con un chillón acento castellano pero muy bien pronunciado. "Hermanos y hermanos" llamaba a sí a los presentes. No cabe duda que el dúo se sentía como en familia y canciones como "Soulmates" lo dejaban en claro.

Por supuesto, para los fans de antaño, los viejos temas eran el ingrediente que hacía de esta fiesta algo realmente inolvidable. La brutal melancolía de "I Know" o el misterio de "Lady of the Flowers" nos traían de vuelta esa faceta introspectiva de Placebo con la que miles de jóvenes incomprendidos e insatisfechos se identificaron hace tanto tiempo.

Y lo mejor estaba apenas por venir. La segunda parte del concierto estuvo regida por la interpretación de sus canciones más representativas. El oscuro romanticismo de "Without You I'm Nothing" era recitado a una sola voz; y al final, imágenes de un viejo amigo de la banda, un tal David Bowie, cargaba de más intensidad a este prodigioso corte. "Te extraño, David", confesaba Molko mirando hacia al cielo mientras el público lanzaba vitoreos.


Durante buena parte de su carrera, Placebo fueron una banda muy preocupada por el aspecto visual. Sus videos definieron la última valiosa etapa de MTV en donde esta forma de arte todavía representaba el contenido fundamental del canal. Por esta razón, la celebración también funcionó como una retrospectiva audiovisual, "Slave to the Wage", "The Bitter End" o "Song to Say Goodbye" fueron acompañadas por aquellas piezas que nos emocionaba encontrar en MTV después de regresar de la escuela.

Para el final, Molko y compañía, haciendo un tributo de la apertura sexual que tanto caracterizó sus inicios, rindieron una gran interpretación de "Nancy Boy", cuyo mensaje parece tener más fuerza que nunca. Y claro, el concierto no podía terminar sin la emotiva "Running Up that Hill" y la evocación a la legendaria Kate Bush. Un desolador pero puntual final para una noche llena de recuerdos, una en la que Placebo finalmente se REENCONTRARON con los suyos.


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