Reseña - Roger Waters @ Foro Sol, México, 29 de septiembre 2016

Como uno de los más grandes exponentes de la historia del rock, Roger Waters una vez más se presentó ante el que el mismo califica no solo como uno de los mejores públicos, sino uno de los más conscientes; por supuesto, el mexicano. Con la gran conexión que tiene el ex bajista de Pink Floyd no resulta nada sorprendente atestiguar una respuesta como la que tuvo en su última visita a México, pero dadas las complicadas circunstancias que atraviesa la nación en estos momentos y el gran odio que parece emanar del primer mundo hacia otros pueblos, esta realmente tuvo un gran significado en todos los sentidos.


Podemos hablar de estos magníficos y memorables conciertos desde varias perspectivas. En el aspecto musical, estos fueron prácticamente el sueño hecho realidad de todo fan mexicano de Pink Floyd. Muy, pero muy pocos tuvieron la dicha de ver al grupo en los 90 cuando ofrecieron el único show de su carrera en el país. Si bien Waters ya no estaba en la alineación en ese entonces, David Gilmour y compañía presentaron en vivo por primera vez algunos de sus icónicos temas y una que otra rareza. En esta ocasión, Waters hizo lo propio haciendo un recorrido por los más emblemáticos álbumes de la banda: The Dark Side of the Moon, Wish You Were Here, Animals y The Wall. Acompañado de su magistral banda de apoyo, incluido el vocalista que invariablemente hacía sentir la presencia de Gilmour de alguna forma, el músico lideró este monumental y casi conceptual viaje sonoro por la obra de uno de los grupos más relevantes de todos los tiempos.


Afortunados debemos sentirnos al saber que pudimos escuchar el The Dark Side of the Moon, Wish You Were Here y Animals casi en su totalidad. Sin importar que temas como "Dogs" o "Shine On You Crazy Diamond" se extendieran por más de 10 minutos, el público prestaba suma atención a lo que estaba sucediendo y a la impecable ejecución de cada uno de los músicos en escena. Con un sonido envolvente de primer nivel y una cierta electricidad en el ambiente era imposible no disfrutar del gran show que estaba teniendo lugar. Como era de esperarse, temas como "Another Brick in the Wall (Part 2)", "Comfortably Numb" y "Money" eran coreados enérgicamente por todos los presentes;,mientras que otros como "Wish You Were Here" y "Mother" lograban estremecer hasta la médula. Y eso no fue todo, pues Waters sorprendió tocando viejos temas de Pink Floyd como "Fearless" y "One of These Days" por primera vez en años. No cabe duda que se trató de un set perfecto.


Como ya es una costumbre, la parte visual fue una parte sumamente importante del espectáculo. Valiéndose de una kilométrica y espectacular pantalla, Waters presentó una narrativa centrada en la protesta y las nobles causas que ha encabezado el británico en los últimos años. Si no era una protesta contra la creciente discriminación racial en Estados Unidos o la eterna crítica hacia el gobierno de Israel por la represión ejercida hacia el pueblo palestino, los visuales se encargaban de ridiculizar a Donald Trump de una manera muy singular o señalar al gobierno de Enrique Peña Nieto, cosa con la que los asistentes se identificaron plenamente. El significado de temas como "Pigs (Three Different Ones)" y "Another Brick on the Wall" adquirieron una nueva dimensión en estas noches; un fuerte y contundente ataque contra aquellos que, por medio de la corrupción o la discriminación, atentan contra nuestra misma humanidad. Y claro, el nivel de los visuales fue sencillamente impresionante, bastaba con ver los paisajes lunares que hacían eco a The Dark Side of the Moon, el espectacular prisma formado por láseres o las torres humeantes que aparecieron en el escenario recreando a la mítica Estación de Battersea.


Finalmente, la carga del política del show fue notable y poderosa. Antes de finalizar, Waters leyó un pequeño discurso en el que pedía al Presidente de manera directa que cambiara sus políticas y que escuchara de una vez por todas a sus gobernados. El público respondió pidiendo la renuncia de Peña Nieto y haciendo un conteo en memoria de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, crimen que se la atribuye al Estado y con el que el músico está familiarizado a un nivel muy personal.

Roger Waters ofreció uno de los conciertos del año no solo por el nivel de producción y el gran set que armó, sino por su relevancia social y la solidaridad que mostró con el pueblo mexicano en estos momentos de oscuridad e incertidumbre. 

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