Todo quienes vimos el primer capítulo de la nueva temporada de American Horror Story la semana pasada solo podíamos pensar en una casa: ¿De qué demonios trata todo esto? Nunca antes había habido tanta anticipación por el regreso de esta serie que, a pesar de rayar casi todo el tiempo en lo ridículo y nefasto, mantiene cautiva a su audiencia. My Roanoke Nightmare, como aparentemente ha sido nombrada esta nueva temporada, llega en esta ocasión como un total sorpresa, pues nadie realmente conocía la temática ni la línea que seguirían. Si bien el primer capítulo nos respondió algunas preguntas, el misterio continúa, cosa que le ha devuelto la emoción que había perdido desde hace ya varios años.
Ryan Murphy y sus escritores han tenido un enorme acierto con el nuevo formato que han implementado. Más meta que nunca, My Roanake Nightmare se nos presenta como una recreación dentro de un documental dentro de una serie de televisión. Como una matrioska, poco a poco nos vamos adentrando en las capas del relato; y no solo eso, saltamos entre una y otra de una manera sumamente efectiva.
Todo comienza con los testimonios de Shelby y Matt Miller, interpretados por Lily Rabe y André Holland respectivamente. Ambos cuentan el suplicio que vivieron al mudarse de Los Ángeles a Roanoke, Carolina del Norte, huyendo de una terrible experiencia. Buscando iniciar de nuevo, Matt compra una casa en medio de la nada; sin embargo, a Shelby no le parece tan agradable la idea de vivir en ese lugar. Cabe mencionar que en la recreación dramática de los hechos, Sarah Paulson y Cuba Gooding Jr., actores de la total confianza de Murphy, encarnan a la atormentada pareja. Ambos son los protagonistas de lo que rápidamente se convierte en una pesadilla ocasionada por extrañas presencias que comienzan a acechar la casa y específicamente a Shelby.
Todo comienza con los testimonios de Shelby y Matt Miller, interpretados por Lily Rabe y André Holland respectivamente. Ambos cuentan el suplicio que vivieron al mudarse de Los Ángeles a Roanoke, Carolina del Norte, huyendo de una terrible experiencia. Buscando iniciar de nuevo, Matt compra una casa en medio de la nada; sin embargo, a Shelby no le parece tan agradable la idea de vivir en ese lugar. Cabe mencionar que en la recreación dramática de los hechos, Sarah Paulson y Cuba Gooding Jr., actores de la total confianza de Murphy, encarnan a la atormentada pareja. Ambos son los protagonistas de lo que rápidamente se convierte en una pesadilla ocasionada por extrañas presencias que comienzan a acechar la casa y específicamente a Shelby.
Las pistas sobre el verdadero concepto de la trama fueron escasas, pero de lo que se tuvimos oportunidad de ver se puede concluir que esta gira alrededor de un culto que tiene un tipo de conexión con la casa en medio del campo. De igual manera, fenómenos sobrenaturales apuntan al acecho de una entidad fantasmagórica, como la extraña lluvia de dientes que atestigua una Shelby aterrorizada. Pero además de todo ello, AHS nuevamente se da el lujo de introducir personajes atrapados en situaciones normales y tribulaciones muy humanas. Ejemplo de ello es Lee, hermana de Matt interpretada por Angela Bassett en la recreación. Como una policía con problemas psicológicos y quien ha sido despojada de su placa por lo mismo, Lee representa el lado más enfocado en la realidad que se enfrentará inesperadamente ante lo paranormal.
Parece que Murphy y su equipo finalmente han concebido la versión de American Horror Story que siempre han querido todo este tiempo. Al regresar completamente al horror y dejarse de las frivolidades, al menos hasta ahora, la serie se ve completamente revitalizada y con una nueva dinámica que sin duda pone las cosas más interesantes. Seguramente nadie tiene idea de lo que sucederá a continuación, pero claramente eso hace más emocionante esta nueva temporada de American Horror Story.
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