¿Qué significa realmente un spoiler en el Siglo XXI? Una opinión sobre el trauma de toda una era

¿Miedo a que nuestra computadora se infecte con un malware o con un virus que se robe nuestra información confidencial? ¿Pavor a que alguien descubra pornografía en tu historial? En pleno 2016, eso ya no se compara con el verdadero temor a que alguien nos arruine el final o el gran secreto de nuestra serie favorita o la película que hemos estado esperando durante todo este tiempo. El spoiler es sin duda el gran villano de la cultura popular del entretenimiento hoy en día. ¿Y cómo no va a serlo? Todos hemos experimentado esa horrible sensación de enterarnos de una enorme revelación sin si quiera haber empezado a ver el material en cuestión. Pero a todo esto ¿qué es realmente un spoiler? En una era en la que las redes sociales forman una parte fundamental de nuestra vida y los grandes estudios promocionan sus productos en ellas, el concepto de este ha cambiado notablemente; la cuestión es saber identificar qué es un spoiler y qué no. A continuación trataremos de discernir las cualidades que lo definen con algunos claros ejemplos. Por supuesto, está de más decir que el siguiente texto contiene lo que muchos podrían considerar spoilers mayores. Comencemos.



Para poder identificar las distintas percepciones de un spoiler habrá que enumerar primero a los tipos de espectadores que acuden a las salas. Para ello, los dividiremos en cuatro grandes grupos:

  • El fan hardcore que sabe absolutamente todo lo que va a pasar. No hace falta explicar más. Este tipo de espectador ha hecho una investigación exhaustiva en la web acerca de todas las teorías, filtraciones y demás detalles que prácticamente le han revelado el 90% de lo que ocurren la trama.  ¿Qué chiste tiene entonces ir a verla? Piénselo bien. Al menos ellos nunca verán su corazón roto cuando alguien les cuente relacionado con la serie o película

  • El que ha visto todo el material promocional pero que se ha reservado de investigar. Este grupo es quizá el más raro de todos. No llega a ningún extremo. Sabe perfectamente de qué va la historia, quienes aparecen y tiene teorías sobre lo que podría ocurrir, pero si se mantuvo a salvo en redes sociales, las grandes revelaciones las ha reservado para cuando esté viendo la película.

  • El que no ha querido saber ni ver absolutamente nada. El más extremista de todos. Este espectador no solo no se conforma con no ver los trailers, spots ni saber los personajes que aparecerán, sino que incluso el subtítulo, los actores o hasta las reacciones (negativas o positivas) de sus amigos amenazan con influir su expectación. Para ellos, lo más importante es la sorpresa.

  • El casual que no sabe nada pero que quiere pasar un buen rato. La mayoría. El que no sabe quién es el bueno, ni el malo, ni la damisela en peligro, pero le encantaron las explosiones, los golpes, las persecuciones y que el villano al final haya resultado ser el hijo del héroe. 

Seguro ya saben a cuál de estos grupos pertenecen. Cada uno decide la forma en la que quiere entretenerse, no hay ninguna ideal, pero lo que hay que dejar en claro es el concepto del spoiler en este Siglo XXI, porque quieran o no los extremistas, sí que existen parámetros para poder delimitarlo. Para ello, mencionaremos algunos ejemplos destacados de los últimos tiempos que nos ayudarán en en esta examinación.

Hoy en día, la sensación de que los estudios nos bombardean con una cantidad inconmensurable de trailers y spots es generalizada. Y es la verdad. En películas de alto perfil, como los blockbusters veraniegos, podemos llegar a ver hasta 3 trailers principales con sus variaciones internacionales, 6 ó 7 spots para televisión, 4 ó 5 clips con escenas tal cual de la cinta y los llamados featurettes (detrás de cámara y entrevistas), que pueden llegar igualmente a ser entre 4 ó 5. Parece bastante, pero es sumamente común que el material expuesto sea repetido continuamente y las tomas nuevas que surgen día con día apenas agregan unos cuantos segundos a lo que hemos visto. Tomemos el ejemplo de Batman v Superman: El Origen de la Justicia. Los trailers y spots han caído al por mayor, la promoción ha sido inmensa; aún así, se estima que apenas hemos podido ver unos 4 ó 5 minutos de una película de 2 horas y 20 minutos. Los más puristas dirán que lo que han mostrado ha sido sumamente revelador, pero eso viene a continuación.



Existe una regla básica. Si aparece en el trailer, no es spoiler. ¿Por qué? Sencillo. Porque los publicistas y ejecutivos saben que hay algo más que sorprenderá al público una vez que estén sentados en la butaca. Sigamos con el mismo ejemplo de Batman v Superman. A estas alturas, una buena parte de quienes esperan con ansia esta cinta saben que Doomsday es uno de los villanos. Su aparición fue revelada hace meses con uno de los trailers. Para muchos resultó una gran decepción no solo por su apariencia, sino por el hecho de haberlo mostrado tan anticipadamente. Lo cierto es que el mismo Zack Snyder y ejecutivos de Warner Brothers han confirmado que todavía hay varias sorpresas aguardando. Como algunos sabrán, Aquaman, Flash y Cyborg tienen una participación menor en la cinta y hasta el momento no han sido mostrados en acción.

Otro notable ejemplo del último año es lo que pasó con la última entrega de Terminator. Aunque estamos hablando de una malísima película, la promoción de la misma jugó con la anticipación de los fanáticos de una manera muy singular. Previo a su estreno, uno de los avances reveló que John Connor, convertido ahora en una especie de híbrido máquina/humano, sería el villano principal. Esto cambió las expectativas radicalmente, para bien y para mal. Lo cierto es que los publicistas ocultaron hasta el día del estreno que uno de los soldados de Connor en el futuro era en realidad una manifestación de Skynet, responsable de la transformación del alguna vez héroe.


Y claro, otro de los secretos celosamente guardados que nunca fueron mencionados de manera oficial por los promocionales fueron los que pudimos descubrir en El Despertar de la Fuerza. Aquí los spoilers no eran que Finn era un stormtrooper o que la Primera Orden había surgido de las cenizas del Imperio, sino que Kylo Ren es hijo de Han Solo y que este murió en manos del primero.


Spoiler es que Darth Vader es padre de Luke, que Bruce Willis estaba muerto, que Snape lo hizo por amor, que Tyler Durden no existe, que Rose dejó morir a Jack, que los sobrevivientes del Oceanic 815 ya estaban muertos, que Rosebud era el trineo de Kane, que George Taylor estuvo en la Tierra todo el tiempo, que todos los amigos de John Nash eran ilusiones, que la chica es hija de Dae-su, que la madre de Norman Bates en realidad era él mismo, que Grace y sus hijos eran los fantasmas, que Jigsaw estuvo en el cuarto todo el tiempo, que Heisenberg muere al final... Por respeto a estos memorables giros de la historia del cine debemos darle al spoiler el lugar que le corresponde: la máxima revelación que nos aguarda en la sala.

Es perfectamente entendible que alguien quiera llegar sin ningún tipo de información reveladora sobre lo que está a punto de ver; pero seamos sinceros, el título, el póster o que tal actriz sea la protagonista no nos proporcionan información que pueda amenazar nuestra sagrada ignorancia.


Antes de cerrar es preciso mencionar el ejemplo de Capitán América: Guerra Civil. La promoción de la misma nos ha dado ya bastantes detalles sobre la trama, nos ha revelado quiénes conforman el equipo de cada superhéroe, nos ha mostrado sus nuevos atuendos e incluso nos ha presentado ya a los nuevos personajes como Pantera Negra y Spider-Man; sin embargo, es un hecho que Marvel todavía tiene varios ases bajo la manga, unos que sin duda tendrán que ver con los villanos y con el futuro del universo con miras al desenlace de toda la narrativa en Infinity War.

En resumen, si el estudio ha avalado su divulgación, no estamos hablando de un spoiler. Así las cosas, por más brutal que suene.


¿Es posible llegar "virgen" a la sala y enterarnos de todos los pormenores de la historia conforme van sucediendo? Con las redes sociales de por medio, resulta casi una gesta heroica poder alcanzarlo para quienes realmente se encomiendan en ello. ¿Vale la pena tanto esfuerzo solo para que la publicación de algún medio arruine la "sorpresa" a unos días del estreno? Quizá no. En estos tiempos lo más aconsejable seria relajarse un poco, dejar que la expectación guíe nuestro camino y maravillarnos con ese gran giro que nos espera.

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