Star Wars: El Despertar de la Fuerza: la magia está de vuelta

Hemos regresado a una galaxia muy, muy lejana. El día que todos veían lejano finalmente ha llegado y una nueva era de Star Wars ha comenzado con El Despertar de la Fuerza. Tres años después de que Disney comprara los derechos a George Lucas para hacer nuevas películas, el séptimo episodio de la saga ha llegado a los cines como uno de los sucesos cinematográficos más importantes de toda la historia. Y no es para menos. ¿Quién pensaba que volveríamos a ver a nuestros héroes favoritos? De la mano del director J. J. Abrams y la productora Kathleen Kennedy, El Despertar de la Fuerza continúa con la historia que Lucas comenzó a contar hace décadas, una en la que los más improbables individuos se enfrentan con su destino para convertirse en "alguien" y llenar de esperanza a aquellos quienes no tienen nada. En este nuevo capítulo, nos topamos con la misma fórmula que llevó a la cinta original al estrellato, pero ¿fue realmente lo que todos estaban esperando? Veamos.

Han pasado 30 años desde que el Imperio Galáctico fue derrotado. La Primera Orden ha surgido de sus cenizas para instaurar la opresión y el miedo en la galaxia una vez más. La Nueva República, instaurada a partir de los ideales de la Alianza Rebelde, ha creado a la Resistencia con la intención de contrarrestar los embates de la Primera Orden. Pero la dominación total no es el único propósito de la maligna entidad. Decididos a exterminar todo rastro de los Jedi, la Orden ha encomendado a Kylo Ren (Adam Driver), un poderoso adepto del lado oscuro, a encontrar al desaparecido Luke Skywalker y acabar con él. Pero ellos no son los únicos que lo están buscando. Su hermana, la General Leia, cabeza de la Resistencia, ha encontrado una nueva pista que podría dar con el paradero de su hermano y una nueva esperanza en la guerra contra la Primera Orden.



Es difícil recordar alguna otra película con la expectativa que había alrededor de esta. El elegido para tratar de traer de vuelta la esencia de la saga perdida a través de los años tenía no solo que tener talento, sino un total entendimiento de lo que significa Star Wars para millones de personas alrededor del mundo. Abrams parecía la opción natural. Como un verdadero fanático, el director entendió perfectamente lo que tenía qué hacer y en El Despertar de la Fuerza somos testigos de cómo su pasión ha moldeado la siguiente etapa del relato. Esto implica tanto cosas buenas como malas, pero lo que queda claro es que Abrams le ha devuelto la mística, un indudable factor de asombro y la dignidad que tan desesperadamente necesitaba.

Aunque nuestros héroes favoritos, Han, Luke y Leia están de vuelta, los verdaderos protagonistas de esta historia son Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega) y Poe (Oscar Isaac), sobre todo los dos primeros. Rey, una chatarrera de un inhóspito planeta llamado Jakku, es el personaje a quien se le ha dado el mayor peso y quien seguirá el mismo "viaje del héroe" con el que Luke comenzó en Una Nueva Esperanza. En su soledad y completa marginación, la joven aguarda algo que quizá nunca sucederá. Un esperado retorno le da sentido a su existencia, pero será su espíritu bondadoso y su aparente inocencia lo que la embarcará en una inimaginable aventura y una confrontación con su verdadero propósito. Finn, un stormtrooper consciente de las atrocidades que comete la Primera Orden, huye de su pasado tratando de buscar mantenerse al margen del conflicto. es así como desiste de la lucha y deserta de manera estrepitosa. Ambos jóvenes representan fuerzas o sentimientos contrarios: mientras una quiere anclarse al pasado, el otro busca olvidarlo todo y huir para no volver jamás. Pero es el ansia por el futuro y el miedo al pasado lo que une no solo sus caminos, sino sus más profundos miedos y aspiraciones. Con su guión, Abrams y Lawrence Kasdan ha creado nuevos personajes totalmente creíbles dentro del Universo de Star Wars. Su inseguridad y renuencia a involucrarse en algo mucho más grande nos permite identificarnos con ellos y comulgar con todo lo que representan.


Del lado del mal tenemos a Kylo Ren, un despiadado villano pero con un conflicto interno que lo perturba y lo hace lucir vulnerable a pesar de toda la crueldad que emana. El equipo creativo ha creado otro memorable personaje dentro de la mitología. Si bien su concepción tiene una fuerte influencia de Darth Vader, su parecido tiene una poderosa razón de ser que sería contar demasiado explicarla; pero la máscara, el atuendo y su porte guardan una sorpresiva conexión con el emblemático antagonista. Su obsesión con Vader es quizá la fuente de su gran poder, pero también el origen de sus miedos y frustraciones. 

Al tratar de rescatar la magia de la saga, Abrams recurre a todo lo que hizo de la trilogía original uno de los acontecimientos más grandes del cine, quizá demasiado para el gusto de uno. El Despertar de la Fuerza es en sí una repetición de la fórmula de Una Nueva Esperanza, tanto en la ejecución como en la narrativa. No se puede negar que todos los fanáticos añoraban volver a ver los efectos prácticos, las escenas en locación, las emocionantes batallas, la nostalgia, el misterio de la Fuerza... El director se lo tomó muy en serio y es así como él y sus co-guionistas se lavan las manos y se alejan de la oportunidad de tomar cualquier tipo de riesgo. El apego a la fórmula es tal que decenas de cosas nos remiten al episodio ya mencionado. La protagonista que se encuentra con un destino inesperado, el villano enmascarado, la búsqueda de un MacGuffin, el arma de destrucción masiva... Incluso los actos de la trama parecen estar concebidos de la misma manera y con solo unos cuantos cambios por aquí y por allá. Es grato saber que ya no tendremos nada de midiclorianos, tediosos conflictos políticos o abominables personajes como Jar Jar Binks, pero quizá, solo quizá, Abrams pudo ir más allá y tomarse un par de libertades para verdaderamente volar la cabeza de todos los fanáticos. Pero no hay que temer, a pesar de la evidente repetición, estamos ante una entretenida historia que se logra sostener por sí misma.


Con la presencia de tantos nuevos personajes, la dificultad para poder desarrollarlos queda manifiesta. Algunos logran cautivarnos con poco tiempo en pantalla pero con una intervención que rápidamente define su rol en esta nueva narrativa. Un ejemplo de ello es Maz Kanata (Lupita Nyong'o), dueña de un castillo habitado por los más excéntricos personajes (un guiño a la cantina de Mos Eisley) y con un improbable conocimiento sobre la Fuerza. Su singular apariencia y evidente sabiduría la vuelven rápidamente en uno de los personajes entrañables de la película y no cabe duda que la volveremos a ver más adelante. Pero quien se roba las risas y el aprecio del público es ciertamente BB-8, el droide astromecánico de Poe Dameron. Su intrépido diseño es solo uno de sus atributos, pues su actitud, que nos recuerda a un pequeño cachorro, sus ágiles movimientos y su indudable ternura lo han vuelto ya en un nuevo favorito.

Pero en el otro lado de la moneda tenemos a los nuevos personajes a quienes nos hubiera encantado ver un poco más. La Capitán Phasma (Gwendoline Christie), quien obtuvo un envidiable estatus de aceptación sin siquiera haberse estrenado la cinta, queda a deber por su nula intervención en la trama mas que para ser ridiculizada por sus oponentes. Su impecable diseño y su actitud de "mala" nunca son evidenciados. Ni una sola escena de acción para ella. Está claro que también la veremos en los próximo episodios, pero resulta una verdadera lástima no haberla visto en combate. 


Lo que no se puede recriminar en lo absoluto es el diseño de producción. El balance entre efectos especiales y prácticos hacen toda la diferencia. La sensación de falsedad que trajeron consigo las precuelas acabaron con la fascinación de las originales. Abrams y su equipo la traen de vuelta regalándonos excelentes secuencias en donde se nota el esmero y dedicación por crear algo tangible. Han regresado al camino.

Y sí, El Despertar de la Fuerza está llena de momentos nostálgicos, revelaciones y momentos que solo pueden ser concebidos en una saga como esta. Ver a entrar a Han y Chewie a escena de la manera más Han y Chewie posible, el reencuentro de los héroes de antaño, las batallas aéreas entre X-Wings y TIE's, combates de sable de luz, trágicas revelaciones... Tenemos de todo un poco.

El nuevo episodio de Star Wars es todo lo que las expectativas marcaban, tanto para bien como para mal. Abrams y todo su equipo han enderezado el rumbo y nos han devuelto una esperanza que parecía se había perdido en los confines del Universo. Si bien el clasicismo del director le impide implementar algún tipo de locura, nos hemos reencontrado con nuestros héroes de la manera que siempre soñamos. Habrá que ver qué es o que hace un tipo menos convencional como Rian Johnson con Star Wars en sus manos. Por lo pronto, prueba superado. La fuerza ha estado con ellos.

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