Las 8 mejores cosas que sucedieron en el Ceremonia 2015

El Ceremonia es tan ridículo como fascinante. Esa imagen representada con alienígenas místicos y una gigantesca tienda dedicada para los DJ's más amigables con las drogas llamado Camp Roswell es francamente irrisoria; sin embargo, el festival ofrece también un banquete musical sumamente variado y específico. ¿En qué otro evento en México podemos llegar a ver a los actos más populares de hip hop junto a algunas bandas alternativas con una base tan selecta de fanáticos? La tercera edición de la pronto por ser toda una tradición dejó satisfecho a todo el mundo no solo por los actos que se presentaron, sino también por una organización más que aceptable que ni siquiera un aguacero pudo arruinar.

Con el Foro Pegaso nuevamente como sede y con la mayor asistencia en sus tres años de existencia, el Ceremonia ofreció, a lo largo de tres escenarios, propuestas musicales que difícilmente se pueden ver en un solo lugar en cualquier parte del mundo. Con Snoop Dogg como un sorpresivo pero ciertamente exitoso headliner, Jungle y The Horrors representando la nueva ola de la Gran Bretaña y actos como Chet Faker y Melody's Echo Chamber demostrando su popularidad en el país, el joven festival continua arraigándose como una opción musical imperdible previo al Corona Capital. ¿Y qué pasó en este 2015? A continuación un recuento con 8 de las mejores cosas:


El inicio de Melody's Echo Chamber


"I Follow You" atrapó rápidamente a la considerable audiencia esperando el arribo de la francesa, quien finalmente se presentaba en México tras cancelar su participación en el Corona Capital el año pasado. Melody Prochet, acompañada de una pequeña banda, inició con su gran éxito y desplegando esa tierna voz que le ha ganado comparaciones con la misma Nico. La esencia de Kevin Parker (Tame Impala) podía sentirse de inmediato y la ejecución del tema fue grandiosa. El problema es que el grupo continuó la misma línea durante el resto de su presentación, no hubo ni altos ni bajos. Con algunos problemas técnicos, el público pronto apartó su mirada del escenario y su show acabó sin nada más que comentar. La verdad es que solo ese primer momento valió la pena.

Las opciones gastronómicas


El Ceremonia fue probablemente el primer festival en ofrecer la posibilidad de los ahora tan famosos food trucks hace un par de años. Desde kebabs hasta hamburguesas artesanales (esas de Butcher & Sons, para chuparse los dedos), las opciones gourmet satisfacían a todos los paladares con buenas raciones proporcionalmente equivalentes al precio de las mismas.

La ausencia de la lluvia y el lodo


El pronóstico de lluvia amenazaba con revivir la terrible experiencia del Corona Capital de hace tan solo unos meses. De cualquier modo, antes de esos fatídicos días de octubre, el Ceremonia ya era conocido por sus jornadas lluviosas llenas de lodo, de ahí la decisión de moverlo de agosto/septiembre a la primavera. Aunque una tremenda llovizna se precipitó mientras caía la tarde, esta duró no más de media hora y prácticamente todo el mundo pudo refugiarse en las distintas carpas disponibles. Con el cielo despejado para los actos importantes del evento, la gente pudo disfrutar sin ropas húmedas en su mayoría y sin ninguna otra interrupción.

Todo el set de Jungle


Jungle se robó el festival. Presentándose una vez más a tan solo unos meses de su debut en el país, los británicos demostraron el porqué son consideradas una de las bandas en vivo más excitantes del momento. Con un nutrido aforo, el grupo de siete integrantes puso a bailar incluso a los que no los conocían. Aunque por supuesto los hits "Busy Earnin'", "Time" y "The Heat" fueron los más celebrados, otras joyas de su primer disco, como "Platoon" y "Julia"recibieron un tratamiento que las hizo sonar mucho más poderosas. El final fue realmente algo esplendoroso.


Los ya clásicos de los Horrors


Los Horrors son una banda muy querida por un pequeño sector del público mexicano. Si bien no hubo mucha gente dispuesta a verlos por enésima vez, el quinteto volvió a dejar en claro que algunas de sus canciones en vivo son realmente espectaculares. "Sea Within a Sea", con un intro distinto lleno de guitarrazos, sigue siendo uno de sus momentos más geniales. La perfecta sincronización de los instrumentos y la gran intensidad que cada uno aporta resultan un disfrute para todos lo sentidos. De igual manera, "Moving Further Away", que más o menos tiene la misma estructura, se ayuda de sus distintos movimientos para llevar al público hasta un explosivo final. Hubo poco de lo nuevo, pero fue evidente que la larguísima "I See You" fue compuesta con los dos temas anteriores en mente. Muy buena decisión incluirlas todas en el set.


El ambiente con Snoop Dogg


Snoop Doggy Dogg se dio lujo de hacer prácticamente lo que quiso sobre el escenario. Con una pequeña banda, un DJ y dos MC's a su lado, el hiphopero se hizo con la audiencia más sobresaliente del festival. Una gran nube de mota fue uno de los invitados especiales del show, uno en donde fue precisamente la hierba lo que lo llevó de un instante a otro. Como es usual, Dogg interpretó un popurrí de poco más de una hora con buena parte de sus éxitos, como "Drop It Like It's Hot" y "The Next Episode" (De Dr. Dre), y bastantes covers clásicos que pusieron a los presentes a agitar sus brazos como todos unos gángsters. Curioso fue ver al ya legendario músico bailando al ritmo de "La Bamba", "I Love Rock N' Roll" y hasta rapeando el verso del popular tema de Katy Perry "California Gurls". Con un "Viva la México" por ahí y un "Let me hear you say..." por allá, Snoop Dogg cumplió con un show con todos los clichés de un acto de hip hop clásico, pero uno altamente entretenido.


La organización


Estacionamiento sin lodo, excelente distribución de los escenarios, carpas para refugiarse de la lluvia, pocos embotellamientos y con todos los servicios funcionando relativamente bien; la tercera edición del Ceremonia tuvo muy pocos problemas de organización. Esperemos que su cuarta edición se lleve a cabo de la misma manera.

La respuesta del público


Un aplauso para la gente que, aunque buena parte ni siquiera vaya a disfrutar realmente de la música, se comportó a la altura y atiborró las escenarios para al menos bailar, cantar o saltar con lo que estaba frente a ellos. No se puede pedir mucho en una época en la que las bandas se han convertido en los amenizadores de las borracheras juveniles en un festival, pero ver a todo el mundo disfrutando de Snoop Dogg al máximo o bailando con el contagioso sonido de Jungle fue altamente gratificante.

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