El Universo Cinemático de Marvel es quizá el fenómeno más interesante que le ha ocurrido al género de superhéroes en toda la historia el cine. ¿Cuándo llegamos a pensar que nuestros héroes favoritos estarían compartiendo la pantalla luchando contra todo tipo de amenazas? Pensar siquiera en adaptaciones de propiedades no tan populares como X-Men, Spiderman o los Cuatro Fantásticos sonaba un tanto descabellado. Si bien los Estudios Marvel no pretenden ganar un Óscar con excelentes guiones o formidables actuaciones, sus aciertos en el casting, la generalmente buena elección de tramas y la sensación de que todo pertenece a un gran universo ha contribuido al gran éxito de todas sus películas. Ahora, con la segunda entrega en solitario del Capitán América, en Marvel se han superado a sí mismos en todos lo sentidos.
La Fase 2 de los planes cinematográficos de la legendaria casa de cómics empezó un poco titubeante. El giro antagónico de Iron Man 3 molestó a la gran mayoría y el hecho de que el personaje de Thor no termina de despegar dejaron varias dudas en cuanto a que si el camino por el que los estaban llevando era el correcto. El éxito comercial fue indudable, pero después del gran sabor de boca que nos dejó Avengers, se esperaba un poco más. Capitán América: El Soldado del Invierno vino a redimir las cosas. Dirigida por los hermanos Russo, (Arrested Development), el segundo capítulo en la historia del Capitán es sin duda la mejor película que los Estudios Marvel han logrado construir.
En esta nueva entrega, se ha decidió adaptar una de las historias más famosas y amadas en toda la larga trayectoria, me refiero por supuesto a la de El Soldado del Invierno, creada por Ed Brubaker y de la cual ya se nos había dado algunas pistas en la primer aventura del superhéroe en solitario.
La última vez que habíamos visto a Steve Rogers (Chris Evans), este todavía no había tenido tiempo de adaptarse a su nueva vida den el siglo XXI. La súbita invasión de Nueva York por parte de Loki y su ejército Chitauri lo obligó a mantenerse en la línea de batalla todavía sin asimilar del todo el hecho de que sus seres queridos y todo lo que conocía ya habían quedado enterrados en el pasado. En esta nueva ocasión, nos encontramos con un Capitán en control, mucho más maduro y trabajando como agente especial de S.H.I.E.L.D. para Nick Fury (Samuel L. Jackson). Acompañado en todo momento de Natasha Romanoff, "La Viuda Negra" (Scarlett Johansson), Rogers se ha hecho ya de una reputación en la agencia y en toda la sociedad de su amado país. Pero después de que varios sucesos ponen en duda el verdadero propósito de S.H.I.E.L.D., el Capitán no podrá confiar en nadie y tendrá que limpiar su nombre de una supuesta traición.
El Soldado del Invierno es todo lo que podríamos pedir de una película del Capitán América. Los guionistas han dado en clavo al tomar los elementos más destacados de la historia original y adherirlos a la situación actual del protagonista como un forastero en su propio país. Varios dilemas comienzan a poner en duda su misión como guardián de la nación: ¿Proteger través del miedo? ¿Seguir órdenes que van en contra de sus principios? Por si fuera poco, Rogers todavía se aferra al pasado y a todo lo que dejó atrás, y es precisamente la llegada de el Soldado del Invierno lo que reaviva todos estos sentimientos.
La identidad del villano que da nombre a la cinta no es precisamente una gran revelación, pero por si las dudas, SPOILER ADELANTE. Convertido ahora en un brutal asesino, dotado de un poderoso brazo metálico y con armamento de la más alta tecnología a su alcance, Bucky (Sebastian Stan), el viejo gran amigo del Capitán que creía muerto en acción, ha regresado de manera inexplicable decidido a terminar con él. Así, un nuevo conflicto se apodera de sí ¿lastimar o no a su más grande amigo? Todo estos dilemas lo ponen a prueba como nunca antes y si hay algo seguro es que no será el mismo después de todos estos sucesos. TERMINA SPOILER.
Stan hace un gran papel como el Soldado del Invierno. Los traumas que tienen sometida su existencia son quizá su mayor arma contra el Capitán, pues estos lo han convertido en una formidable máquina de guerra; pero por otro el lado, un conflicto también se gesta poco a poco en sí, lo que lo aleja de los poco convincentes, brutos y unidimensionales antagonistas que hemos visto no solo en varias cintas de Marvel, sino en innumerables películas de acción. Además de Loki, el Soldado del Invierno se ha convertido ya en uno de los antagonistas más interesantes que el Universo Cinemático de Marvel nos ha entregado hasta el momento.
Los hermanos Russo han acertado en casi todo. La interpretación como Steve Rogers y el Capitán por parte Evans es sin duda la mejor en lo que va de todas sus apariciones. Es también sumamente gratificante poder apreciar ese lado renegado del personaje que tanto le hacía falta y que definirá su participación en la próxima aventura a lado de sus colegas en Age of Ultron.
La relación entre el protagonista y Romanoff también es una parte importante de la cinta. En lugar de abordarla desde un punto de vista romántico, es la tensión sexual que existe entre ambos personajes lo que realmente saca chispas. El Capitán y La Viuda tienen muy poco en común, cada uno tiene su forma muy particular de lidiar con los obstáculos que se les ponen en frente; pero hay algo que los mantiene cerca además de ser compañeros de equipo: los dos son personas sin pasado, no tienen algo a qué aferrarse realmente y puede que por fin hayan encontrado a un confidente en cada uno en este momento de sus vidas. No se puede hablar de una relación amorosa como tal, pero es obvio que algo sucede o sucederá entre ellos. Será interesante ver cómo el regreso de Hawkeye (Jeremy Renner) impactará en su relación.
Samuel L. Jackson no vuelve a decepcionar y ahora podemos ver una faceta de su personaje nunca vista hasta ahora, pues por primera ocasión podemos apreciar miedo, desconfianza y vulnerabilidad en él.
Robert Redford igualmente hace un buen trabajo como Alexander Pierce, el secretario general de S.H.I.E.L.D. Su rol en toda la historia es determinante y sus acciones afectarán todo el Universo Cinemático hasta sus mismos cimientos.
Por último y no por eso menos importante, la inclusión de Anthony Mackie como el Halcón resulta una enorme ganancia para la franquicia del Capitán. Esperemos verlo en Age of Ultron charlando por qué no con Máquina de Guerra (Don Cheadle) acerca de que lo se siente ser el leal y solidario apoyo a un superhéroe.
Hay poco qué recriminarle a Soldado del Invierno. Está claro que el guión no es perfecto y un par de cosas pueden resultar sumamente predecibles; de cualquier modo, esto se perdona con las fenomenales e impactantes secuencias de acción que han sido armadas para esta película. Destacadas son en especial las escenas que tienen lugar al comienzo de la misma, en el barco secuestrado, y la pequeña guerra urbana que el Capitán y el Soldado el Invierno originan más adelante. Todo lo vale gracias a esa toma del Soldado portando el escudo de su rival amenazadoramente y abriendo la puerta a todo tipo de especulaciones, si saben a lo que me refiero.
La última película de Marvel no solo es la más espectacular que han producido, sino que esta también ha cambiado las reglas de juego en todo el Universo, además de revitalizarlo por completo. Ciertas referencias a otros puntos del mismo y las dos sorprendentes escenas después de los créditos representan un gran paso para todo el proyecto que el estudio tiene en mente y que dará frutos nuevamente en Age of Ultron. Eso sin mencionar las sorpresas que nos tienen preparadas los Guardianes de la Galaxia. ¡Enhorabuena por Marvel!
Stan hace un gran papel como el Soldado del Invierno. Los traumas que tienen sometida su existencia son quizá su mayor arma contra el Capitán, pues estos lo han convertido en una formidable máquina de guerra; pero por otro el lado, un conflicto también se gesta poco a poco en sí, lo que lo aleja de los poco convincentes, brutos y unidimensionales antagonistas que hemos visto no solo en varias cintas de Marvel, sino en innumerables películas de acción. Además de Loki, el Soldado del Invierno se ha convertido ya en uno de los antagonistas más interesantes que el Universo Cinemático de Marvel nos ha entregado hasta el momento.
Los hermanos Russo han acertado en casi todo. La interpretación como Steve Rogers y el Capitán por parte Evans es sin duda la mejor en lo que va de todas sus apariciones. Es también sumamente gratificante poder apreciar ese lado renegado del personaje que tanto le hacía falta y que definirá su participación en la próxima aventura a lado de sus colegas en Age of Ultron.
La relación entre el protagonista y Romanoff también es una parte importante de la cinta. En lugar de abordarla desde un punto de vista romántico, es la tensión sexual que existe entre ambos personajes lo que realmente saca chispas. El Capitán y La Viuda tienen muy poco en común, cada uno tiene su forma muy particular de lidiar con los obstáculos que se les ponen en frente; pero hay algo que los mantiene cerca además de ser compañeros de equipo: los dos son personas sin pasado, no tienen algo a qué aferrarse realmente y puede que por fin hayan encontrado a un confidente en cada uno en este momento de sus vidas. No se puede hablar de una relación amorosa como tal, pero es obvio que algo sucede o sucederá entre ellos. Será interesante ver cómo el regreso de Hawkeye (Jeremy Renner) impactará en su relación.
Samuel L. Jackson no vuelve a decepcionar y ahora podemos ver una faceta de su personaje nunca vista hasta ahora, pues por primera ocasión podemos apreciar miedo, desconfianza y vulnerabilidad en él.
Robert Redford igualmente hace un buen trabajo como Alexander Pierce, el secretario general de S.H.I.E.L.D. Su rol en toda la historia es determinante y sus acciones afectarán todo el Universo Cinemático hasta sus mismos cimientos.
Por último y no por eso menos importante, la inclusión de Anthony Mackie como el Halcón resulta una enorme ganancia para la franquicia del Capitán. Esperemos verlo en Age of Ultron charlando por qué no con Máquina de Guerra (Don Cheadle) acerca de que lo se siente ser el leal y solidario apoyo a un superhéroe.
Hay poco qué recriminarle a Soldado del Invierno. Está claro que el guión no es perfecto y un par de cosas pueden resultar sumamente predecibles; de cualquier modo, esto se perdona con las fenomenales e impactantes secuencias de acción que han sido armadas para esta película. Destacadas son en especial las escenas que tienen lugar al comienzo de la misma, en el barco secuestrado, y la pequeña guerra urbana que el Capitán y el Soldado el Invierno originan más adelante. Todo lo vale gracias a esa toma del Soldado portando el escudo de su rival amenazadoramente y abriendo la puerta a todo tipo de especulaciones, si saben a lo que me refiero.
La última película de Marvel no solo es la más espectacular que han producido, sino que esta también ha cambiado las reglas de juego en todo el Universo, además de revitalizarlo por completo. Ciertas referencias a otros puntos del mismo y las dos sorprendentes escenas después de los créditos representan un gran paso para todo el proyecto que el estudio tiene en mente y que dará frutos nuevamente en Age of Ultron. Eso sin mencionar las sorpresas que nos tienen preparadas los Guardianes de la Galaxia. ¡Enhorabuena por Marvel!
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