Ayer, en la 85º entrega de los Óscar, vimos quizá la premiación más repartida en mucho tiempo. Tal fue la repartición de premios entre los principales contendientes que Una Aventura Extraordinaria (Life Of Pi) se alzó como la más ganadora con 4 estatuillas, incluso por encima de Argo, aquí un recuento:
Una Aventura Extraordinaria - 4 Óscar
Los Miserables - 3 Óscar
Argo - 3 Óscar
Lincoln - 2 Óscar
Django Sin Cadenas - 2 Óscar
Skyfall -2 Óscar
Anna Karenina - 1 Óscar
Amour - ¿1 Óscar?
La Noche Más Oscura - ¿1 Óscar?
Los Juegos Del Destino - 1 Óscar
Desde que Ben Affleck no fue nominado a Mejor Director, cosa con la que estoy totalmente de acuerdo, se especuló rápidamente que el joven realizador sería redimido con el gran premio de la noche. Y así, el secreto a voces fue revelado ayer. Affleck, junto a Grant Heslov y George Clooney, recibió el Óscar a la Mejor Película por Argo.
¿Por qué Argo? ¿Qué hay de especial en esta cinta? Si bien la producción es buena y se logra mezclar comedia, drama y tensión en una sola historia, la última película de Affleck no tiene nada qué hacer con quizá otros de los 4 o 5 contendientes, y hasta con algunos que fueron terriblemente omitidos, como The Master.
No se trata de menospreciar a Affleck, el esfuerzo que ha implementado como director está a mil años luz del que ha desarrollado como actor en todo este tiempo. Sus dos primeras cintas, Atracción Peligrosa y Desapareció Una Noche realmente son trabajos en donde Affleck sacó a relucir un talento oculto. La manera en que nos presentó diversas situaciones alrededor de la mafia de Boston pronto se posicionaron como dos de los mejores dramas criminales de los últimos tiempos. Un buen camino se auguraba para el actor-vuelto-director.
Con Argo, Affleck no decepciona pero nos entrega su trabajo más débil y menos arriesgado. Argo es una película sobre las películas, una exaltación de la industria hollywoodense y de cómo su valor va más allá de los estudios de grabación y hasta las fronteras de su propio país. Sí sí, muy bonito, pero ¿qué más? El argumento de Affleck se queda en la superficie, la historia de que los EU siempre triunfan ya ha quedado muy desgastada, y aunque esté basada en hechos reales, simplemente cuesta trabajo creerle en esta ocasión.
Por otro lado, tenemos a La Noche Más Oscura, que aunque trata un tema de cuestión nacional estadounidense, nos adentra también en todas las dimensiones de su personaje principal, una mujer que se toma muy en serio su trabajo y llega hasta las últimas consecuencias, esta no es una cinta sobre los Estados Unidos, es sobre un obsesión personal. Es una lástima que la cinta haya quedado relegada ayer, su nivel técnico y creativo era realmente destacable.
Ya ni hablar de The Master, una de las películas más cautivantes de 2012 que al menos tuvo que ser reconocida por el trabajo de Anderson, Greenwood y la gran historia original que realmente nos hace sentir algo muy, muy extraño en nosotros.
Lo que resulta extraño es el hecho de que Affleck no haya sido nominado por su trabajo como director. Quizá la Academia quiso ser un poco más cauta y premiarlo por engrandecerlos pero no tan descaradamente. En su lugar, le dieron al premio a un Ang Lee que ni el se lo creyó, teniendo en la misma sala a otros merecedores del premio como Tarantino, Haneke, Anderson o Bigelow, que ni siquiera fueron considerados.
Sí, es cierto que no debemos creer siempre en lo que la Academia nos manda, pero ver cómo los mejores trabajos del año no son reconocidos a un nivel mediático, termina en generar una falsa visión de que Una Aventura Extraordinaria, Los Miserables y Argo son el máximo nivel fílmico que se puede alcanzar en el año, cuando en realidad, no es así.
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