The Master

Es difícil encontrar hoy en día a un autor como Paul Thomas Anderson. Sin restarle valor ni significado al enorme trabajo que representa el desempeñar el de director de una película, es cuando nos referimos a este hombre que nos damos cuenta que el catalogarlo como tal, se queda corto. Anderson es un autor en toda la extensión de la palabra, su trabajo no deja lugar a dudas y "The Master", por supuesto, no es la excepción.

¿Cómo abordar una cinta con una narrativa tan intrincada como esta? Quizá antes debamos recordar los contundentes y magníficos momentos de nos regaló hace unos años con "Petróleo Sangriento", en donde Anderson nos demostró una categoría sin igual en una historia de avaricia y engaño, con una potente narrativa y una serie de elementos visuales que conformaron una de las cintas más interesantes de los últimos años. Todo esto sin mencionar la magistral interpretación de Daniel Day Lewis como un "afortunado" magnate del petróleo de principios del siglo pasado.

En su nueva obra, Anderson nos entrega el trabajo más extraño de su carrera hasta la fecha. En este, el director nos presenta a Freddie Quell (Joaquin Phoenix), un perturbado hombre que regresa de los frentes del pacífico la Segunda Guerra Mundial para reintegrarse a una sociedad estadounidense rápidamente cambiante. A pesar de tratar varios oficios, desde jornalero hasta fotógrafo, Quell parece aguantar su insoportable y solitaria vida gracias a un par de recuerdos y una misteriosa bebida que prepara con los ingredientes más extraños y peligrosos. Extrañamente, esta no parece hacerle tanto daño evidente como a otros más a quién se les da a probar.

El primer giro de la historia viene cuando Quell, borracho y sin rumbo, se infiltra a una fiesta privada en un barco en donde termina inconsciente y zarpando hacia altamar. Es aquí donde conoce a Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), un hombre maduro  de buen ver y de un envidiable estatus dedicado a la ciencia y la literatura,  el cual le ofrece aceptarlo a bordo sin ningún problema a cambio de que continúe haciendo la misteriosa bebida.

Al principio, resulta todo un reto saber a dónde nos quiere llevar Anderson. ¿Estamos ante la historia de Lancaster o Freddie? Durante su estancia en el mar, Quell se da cuenta que Lancaster no es un hombre ordinario, su carisma e intelecto parecen ser la luz de todos los pasajeros a bordo; de una manera que va más allá de la religión y la devoción, Lancaster es el líder de un grupo llamado "La Causa", él y su familia encabezan una serie de principios y valores, que poco a poco, Freddie empieza a valorar, o quizás no.

Desde el mismo principio, y es aquí donde se centra una de las polémicas de la cinta, encontramos similitudes entre el grupo de Lancaster con el de L. Ron Hubbard y la Cienciología, uno de los cultos más controversiales que dejó el siglo XX.

Aunque fácilmente descrito en una oración, el precepto principal de Lancaster yace en una compleja tarea que supuestamente puede curar una variedad de males que pudieran aquejar al hombre, ya sea de índole físico y mental. A través de una supuesta hipnosis, Lancaster invita a sus pacientes a viajar por el tiempo hacia un momento en el pasado para "abrirle los ojos" y darse cuenta realmente de quiénes son, curando así el dolor que lo agobie. Su argumento, basado en todo un discurso científico y de la mente humana, no parece sorprender a Freddie, pero tampoco inquietarlo. La relación que entablan ambos es tan peligrosa como productiva.

Peggy (Amy Adams), la esposa de Lancaster, juega un papel fundamental al ser el principal apoyo de este, su amor incondicional pero también su adepto número uno.

Al adentrarnos más en la historia, Anderson continua desarrollando la relación entre Lancaster y Quell, quien se vuelve uno de sus protegidos y lo acompaña en cada de uno de sus actos por todo los Estados Unidos. A pesar del comportamiento errático de Quell, Lancaster insiste en tenerlo a su lado, es probable que crea que el muchacho es el prototipo ideal para inculcarle todos los principios de La Causa. Freddie se vuelve el principal defensor del tipo pero por alguna razón, también siente un odio inmenso por él, sabe que todo lo que rodea a Lancaster es una farsa y maldice el día en que lo conoció. Podría parecer que Freddie necesita más a Lancaster y a La Causa pero ¿no será acaso que el maestro lo necesita más a él para legitimar su orden?


Apoyado de una cinematografía soberbia, en donde la manera en que se separan los planos nos adentra a un más en los personajes; un score, cortesía de Johnny Greenwood, que no hace más que rodear la cinta de aún más mística y unas actuaciones de primer nivel de Hoffman y Phoenix, que nos demuestran a gran detalle cómo cada uno se complementa y destruye a la vez, hacen de "The Master" una de las películas más completas del año, pese a quien le pese.

Las secuencias que Anderson construye a lo largo de la película emanan una tensión dramática que realmente nos hacen sentir lástima por ambos personajes, los mejores momentos vienen cuando estos interactúan, cuando parecen abrirse ante el otro, o no.

Aunque la película cautiva a todo momento, hay dos momentos en especial que realmente atrapan toda la atención del espectador. Primero, cuando Lancaster somete a Freddie a su innovadora aplicación no sin antes hacerlo pasar por una difícil prueba de preguntas que tiene que contestar con la verdad y nada más que esta sin parpadear una sola vez. Phoenix nos hace sentir atrapados con él en ese momento. Complementado por momentos que no sabemos si ocurren o no, Anderson acierta triunfalmente.

El segundo momento del que hablo viene más adelante en la cinta cuando Lancaster, su familia y todo el grupo se comprometen a ingresar a Freddie de manera definitiva a La Causa. A través de una serie de pruebas que conforman lo que Lancaster denomina como una aplicación, Freddie se ve ante el reto de cambiar la percepción de las cosas, ver cosas que no están ahí y pensar en otros espacios y tiempos. La mística, la música de Greenwood y el montaje de las escenas no hacen más que crear uno de los momentos cumbre de toda la historia.

Al final de todo, es difícil saber quién cumplió con sus objetivos, cosa que muchos le podrán reclamar a Anderson por dejar una sensación de insatisfacción; es importante mencionar cómo Anderson monta un equilibrio excepcional entre varias perspectivas de la historia, sea Lancaster un charlatán o no, queda en segundo plano, es un relación con Freddie lo que cautiva e importa.

Aunque el impacto visual de la cinta es de comentar, este nuevo trabajo de Anderson no lograr superar lo que hizo hace unos años con Daniel Day Lewis, pero de cualquier manera, no me queda más que agradecer al director por contar historias originales con un profundo significado alejándose de los estándares narrativos pero manteniendo ese aspecto cinemático que hace de sus trabajos todo un deleite para la vista.

Comentarios

  1. Gran película 'The Master', la mejor del año, cine y conocimiento, sobre la naturaleza de la locura, la amistad, de la relación maestro y discípulo, sobre la vida misma. Interpretaciones geniales... y un barco que se dirige a China. a solas, para uno mismo. Un saludo!!!

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