Brandon (Fassbender) es un tipo de mediana edad con el nivel socioeconómico que demanda la exclusividad del centro de Nueva York. Con un buen departamento, un buen trabajo y un porte sumamente atractivo para las mujeres, Brandon parece tenerlo todo. Sin embargo, hay algo ausente en su vida, a pesar de tener algunos buenos amigos y una aparente sana vida social dentro de su empleo, Brandon se consume poco a poco dentro de sí mismo, producto de una obsesión que cada vez más lo aleja de una vida convencional.
"Shame" es el trabajo de un visionario director que con un par de cintas bajo el brazo, ha logrado cautivar a la escena fílmica con el crudo y voraz retrato de Brandon. Steve MacQueen nos presente esta obra sin ningún tipo de compromiso o pretensión alguna. "Shame" es el retrato de un hombre con una obsesión sexual más allá de los límites de lo pensado, más allá de lo que nos atrevemos a pensar.
Desde el inicio de la cinta, conocemos de lleno la vida Brandon. Prostitutas, pornografía, masturbación y cibersexo al por mayor son el pan de cada día. Su vida sexual es quizá el único santuario donde Brandon realmente se refugia de algo o alguien de su pasado. Lo prohibido es lo que marca el paso en su vida.
Todo hubiera seguido igual en su día a día de no haber sido por la súbita llegada de su atractiva pero inestable hermana Sissy (Mulligan). Cuando Brandon se topa con ella en su casa, desnuda y tomando un baño, nos damos de cuenta de la relación que existe entre ellos. El pudor se encuentra ausente a cada momento y un aire incestuoso se respira en su casa deseque aquel momento. Más que una agradable sorpresa, la llegada de Sissy sirve como un parteguas y como una constante amenaza para su vertiginoso ritmo de vida. ¿Por qué le tiene miedo? ¿Qué es lo que Brandon tanto teme de su repentina aparición?
Es así como, poco a poco, Brandon no sólo tiene que enfrentar a su recién aparecida hermana, sino a sí mismo y a la vida que se ha creado. Los encuentros casuales resultan el constante clímax en su vida, parece no tener problemas para encontrar mujeres y robárselas a sus amigos no parece molestarle; nuevamente, lo prohibido lo lleva a los límites de su misma excitación. Las mujeres casadas son quizá su mayor debilidad, lo que lo fulmina y lo que absorbe aun más en un su obsesión.
Sissy lo perturba y atormenta a cada momento. Su presencia le deja ver el lado más oscuro de sí mismo y le hace ver que hay algo vacío en su vida, sin embargo, existe algo que lo reprime, algo que no lo deja acercarse a ella, algo que lo irrita cuando la escucha teniendo relaciones sexuales con su propio jefe.
Cuando Brandon se enfrenta al reto de entablar una relación seria, cuando nos enteramos de su miedo al compromiso y su renuencia a querer a una mujer más allá del sexo, nos damos cuenta también de que la esperanza de acabar con su vació todavía existe en Brandon. La cita con su compañera del trabajo es un ejemplo de ello, un ejemplo de cómo Brandon realmente lucha contra sí mismo. Sin embargo, cuando el esperado momento del acto sexual llega, la excitación brilla por su ausencia, simplemente no existe en ese momento. Devastado, horrorizado pero consciente de lo que está pasando, Brandon vuelve nuevamente a lo que de verdad le llena, le excita, le fascina: estrellar los senos de una mujerzuela contra el vidrio de un hotel y dejar expuesto a todo el mundo su verdadera faceta, su concepto de la mujer y el único propósito por la que las desea.
Después de más encuentros sexuales que lo dejan sumido en un torbellino de excitación y vacío, Brandon se enfrenta a la inestabilidad de su hermana pero ni eso habrá de cambiar su vida ni su mirada de la misma.
McQueen nos hace preguntarnos algo muy importante ¿Podemos juzgar a Brandon? ¿Podemos realmente tacharlo por su estilo de vida? ¿Ha cometido algún pecado? De una manera cruda y profunda, el director logra que simpaticemos con Brandon a un nivel muy cautivante. Las bellas y largas secuencias en donde Brandon trata de suprimir sus hábitos nos dejan ver su total frustración y el estilo minimalista al que se evoca en ocasiones, hacen de "Shame" algo exquisito de ver.
Quizá lo que queda al aire es el poco de lo que nos enteramos del pasado de Brandon y Sissy y no hay duda de que es ahí en donde se encuentra la raíz de todos los problemas, en su infancia. El momento en que discuten cerca de final de la cinta nos deja ver un poco de esta cuestión y McQueen nos da pistas con el entorno de sus personaje y las caricaturas que Brandon parecer ver, pero que quizá, sólo le traigan elr recuerdo de algo funesto e inmencionable.
El momento más impactante de la cinta viene cuando Brandon se encuentre en el abismo de la situación, cuando al "disfrutar" de dos hermosas jóvenes, su mirada y sus gestos nos muestran la desesperación que habita en él, el anticlímax que parece gobernar su vida y la pasión en la parece perderse a cada momento similar. Acompañado de una música realmente dramática y los ángulos más cerrados que complementan las frustración.
"Shame" es indiscutiblemente arrastrada por Fassbenber durante cada momento y es de reconocer el gran esfuerzo del actor y la contundencia de cada uno de sus actos. Con un muy buen guión, una gran dirección de McQueen y de un importante escenario, como lo es Nueva York, "Shame" es el trabajo de un verdadero artista despreocupado de las reglas sociales y enfocado totalmente a crear una bella obra de arte; honesta, real y sin compromisos.
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