Un viaje de 8 horas necesita de un gran incentivo para poder
llegar a nuestro destino.
Inigualable, vanguardista, encantadora. La presencia de Björk
en la Cumbre Tajín era sin suda la
excusa perfecta para viajar tan lejos. La expectación era enorme y la promesa
de un excelente concierto se sentía entre los asistentes. ¿Estuvo el
espectáculo a la altura? Veamos qué es lo que pasó.
Desde el inicio, todo pintaba bien. El escenario de todas las
presentaciones se veía excelentemente armado y realmente se notaba de primer
mundo. Una gran carpa también cubría a todos los espectadores de una amenaza de
lluvia que nunca se materializó.
Eran un poco después de las 6 de la tarde cuando un grupo de
indígenas entró al escenario para purificarlo con un ritual lleno de incienso y
un profundo arraigo cultural. Ante la emoción de todos los miles de asistentes
que ya se habían dado cita en la carpa, la serie de conciertos daba inicio.
Hoppo! fue la encargada de abrir el día. El proyecto alterno
de Rubén Albarrán (Café Tacvba) interpretó un puñado de temas muy acordes a las
celebraciones del gran festival de identidad. Vestido Albarrán con una
indumentaria propia para la situación, la presentación fue marcada por algunos
covers y unos cantos dedicados a la Madre Tierra que Rubén Albarrán tanto ama.
Sin pena ni gloria, pero sí con un buen esfuerzo, Hoppo! hizo su trabajo.
Después vino Elan, esa fatídica banda que ha luchado ya
varios años por realmente lograr algún tipo de éxito y que hasta la fecha,
tendrán que seguir buscando, yo creo, sin probabilidad alguna. Un estilo
musical muy a lo Joan Jett, y con una deplorable frontwoman como lo es esta chica, Elan no es más que pura palabra.
Una actitud sumamente anticuada, pretensión en niveles desorbitantes y un
aparente gusto por el tequila directamente de la botella, fueron los destacados
del show. Es realmente ver muy triste y ver cómo una banda se aferra
desesperadamente a desaparecer y aun más triste cuando la misma Elan pide a
todos que compre su nuevo disco. Una lástima pero de algún modo, era más o
menos lo que estaba pactado.
Luego, Instituto Mexicano del Sonido apareció en escena con
sus iniciales marcadas con 3 grandes letras, en los colores nacionales, apoderándose
del escenario. Ésta no era la primera vez que veía el proyecto de Camilo Lara,
pero sí la primera con un público como el de la Cumbre Tajín. Lara, con banda
completa, logró su cometido haciendo de la carpa una gran fiesta y una pista de
baile de las mismas proporciones. ¿El problema? Creo que Lara se ha estancado
un poco y en 3 años no ha cambiado nada de sus show en vivo, que para el final,
ya se había repetido a sí mismo en varias ocasiones y con beats similares. La
presentación prendió a la gente pero de ningún modo aportó algo significativo a
la noche que, con un acto más, llegaría a su fin.
Fue entonces cuando todo comenzó. Un trío de pianos y órganos
en lo alto del escenario, dos bobinas tesla suspendidas en el aire, una serie
ipads sincronizadas entre sí, un conjunto de percusiones y la gran pantalla
eran las armas de la islandesa para presentarse esa noche. Antes de las 9:30,
ya se escuchaban algunos de sus temas en secuencias de órgano para calentar los
ánimos. Miles ya acaparaban la gran carpa y sus alrededores. Todo estaba puesto
ya, era cuestión de minutos.
Con una lúgubre tonada, el coro de mujeres islandesas se
posicionó en el centro del escenario, el percusionista y el encargado de las
secuencias tomaron sus lugares correspondientes. Finalmente, en el outfit
característico del Biopholia, con una gran peluca naranja, Björk entró al
escenario ante los gritos y ovaciones de miles que la esperaban ansiosamente.
Las coristas comenzaron con el show. Elevando sus gargantas
al unísono en lo que formaba parte del inicio de “Cosmogony”, la voz de Björk
fue casi inaudible al comienzo debido a la brutal excitación de todos los
fanáticos. Los cantos, evocando a todos los cuerpos celestes del universo, eran
acompañados por un visual del espacio sideral, perfecto para el momento.
Después de su residencia en Nueva York, me esperaba la
mayoría de los temas que interpretó durante su serie de conciertos en aquella
ciudad, pero para mi sorpresa, Björk decidió complacernos con un set inédito.
“Hunter”, fue una de esas sorpresas. Con algunos pasos de
baile aclamados por el público, sus coristas deslumbrando con sus cánticos y
memorables beats, Björk demostraba la presencia tan grande que tiene en cada
uno de los escenarios que pisa.
“Thunderbolt” fue la siguiente pieza del “Biopholia” que la
islandesa presentó. Con las bobinas tesla funcionando finalmente, generando
electrostática como el adorno perfecto para el tema, Björk cantaba a lado de
sus coristas que en todo momento fueron sus cómplices, sus discípulas y fieles
seguidoras.
“Hidden Place” estaba dentro de lo presupuestado. Con un
hermoso visual de un time lapse con toda clase organismos marinos, Björk nos
ofrecía este tema del “Vespetine” que era acompañado soberbiamente por las
coristas, que con sus sonidos y cantos hacían de la noche algo realmente
memorable. Las secuencias no fallaban en ningún momento y se sincronizaban
perfectamente a los requerimientos de la cantante.
“Crystalline” tuvo un enorme recibimiento. Con esa secuencia
inicial reminiscente a miles de cristales, tocados como si fuera alguna clase de
instrumento dejaban ver aun más la maestría de Björk al mezclar lo más orgánico
de sus composiciones con los aspectos más avanzados de la tecnología. Los
visuales hacían nuevamente lo suyo con espectaculares animaciones y mientras,
las coristas bailaban con una característica coreografía que animaba y
levantaba aun más el tema. Con un espectacular final de beats, la conmoción ya
era general.
Durante un momento, la cantante se dio unos minutos para pedir
nuevamente, como en su presentación de Guadalajara de hace unos años, que todos
bajaran sus cámaras para que pudiera verle los rostros a todos y cada uno de
los que la acompañaban esa noche. Pedía que vivieran el momento con ella.
La delicadeza de “You’ve Been Flirting Again” fue el intro
adecuado para otra de las sorpresas de la noche, “Isobel”. Este par de temas del
“Post” fueron estupendos. Por primera vez, el público coreaba junto a la
cantante y las tribales percusiones daban a paso a las coristas a bailar sin
ninguna inhibición. Sencillamente espectacular.
“Virus” nos mostró unos de los visuales más sorprendentes de
la noche, en donde un organismo de este clase se introducía en varias células
para acoplarse con ellas y mientras, Björk describía con sus letras esta
actividad microscópica de la manera más poética imaginable.
“Jóga” fue una más de las cartas que Björk traía sobre la
manga. Con el público cantando a todo lo que daba, la intérprete logró uno de
los momentos más mágicos de la noche al cantar este tema que se creía perdido
entre los anales de sus antiguos repertorios. Gran momento sin duda.
“Mouth’s Craddle” fue uno de los momentos menos intensos de
la velada. El público sólo se dedicó a mirar durante todo el tema pero como
siempre, la calidad musical y de interpretación destacaron sórdidamente.
“Hollow” fue un momento lleno de tensión y un poco de
angustia. Las coristas parecía tramar algo mientras cantaban viéndose las unas
a las otras. Björk ofrecía uno de los instantes más oscuros de la noche que
sólo se veía igualado por la oscuridad que ya cubría todo el área del Tajín.
“Pagan Poetry” fue el tema ideal que siguió a continuación.
Con una gran ovación y cantando “I love him, I love him, I love him…”, las
coristas respondían “She love’s him, she love’s him, she love’s him, she love’s
him”, emotivo momento sin duda alguna.
Después de la interpretación sumamente cargada de beats y
secuencias de “One Day”, el único tema del “Debut” presente, Björk entraba a la
parte final de show con una increíble interpretación de “Mutual Core”, donde al
igual que en temas anteriores, los visuales eran sorprendentes. En esta ocasión, uno sobre las placas tectónicas de la Tierra a
las que Björk hacía eco en cada una de las líneas de esta gran canción.
Para finalizar su show, 3 temas hicieron de esta noche algo
inolvidable. “Pluto” fue la última sorpresa de la noche. Con estruendosos
beats, Björk y las coristas bailaban desenfrenadamente provocando el éxtasis
entre los asistentes Durante “Náttúra”, éstas se esparcieron por todo el
escenario mientras las pantallas mostraban algunas erupciones volcánicas. Así,
Björk comenzaba con este tema llenos de ritmos tribales mezclados a la
perfección con lo mejor de su aspecto electrónico.
Finalmente, “Declare Independence” fue el tema que daría por
terminada la presentación. Con una potente ejecución, miles cantaban a lado de
ella le respondían mientras gritaba “Raise Your Flag” a lo que se escuchaba en
el público “Higher, higher”. Con gritos escuchados más allá de las ruinas con
toda seguridad, Björk se despedía de golpe y dejando tras de ella una
presentación impecable.
Enhorabuena por los organizadores de la Cumbre y de los
conciertos. La espera y el viaje valieron al pena pero sobre todo, fue un placer
haber sido testigo de este gran, gran espectáculo audiovisual.
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