Los Descendientes

¿Qué ocurre cuando un acontecimiento tambalea nuestra frágil vida  hasta sus mismos cimientos? ¿Qué pasa cuando no estamos preparados para lo que hemos dejado que nos alcance? ¿La vida nos puede sonreír y lastimar al mismo tiempo?

Alexander Payne nos cuenta la historia de un hombre rico pero a la vez tan ordinario como cualquier otro. George Clooney interpreta a Matt King, un próspero abogado con serias dificultades para mantener unida a su familia pero con un profundo sentimiento de arraigo por su tierra natal, Hawaii.

Por alguna extraña razón que él no entiende, su familia ha sido favorecida desde tiempos lejanos y es que una gran porción de tierra virgen de esas mismas islas les pertenece y ahora, se encuentran ante el negocio de su vida al tener que venderlas por decreto judicial. Más extraño aún es para Matt que él sea el representante de la familia y él único con el poder para realizar la gran decisión que podría hacerlos millonarios de por vida. Sin embargo, unos días antes de la reunión definitiva, su esposa sufre un gravísimo accidente que la deja en coma y a un paso de la muerte.

Payne nos entrega una historia que se caracteriza por su simpleza, sin ningún recurso fílmico fascinante pero sí con una importante dedicación y una interesante narrativa que nos deja dar un vistazo a la vida de un hombre como la de Matt, quién tiene la oportunidad de cambiar de su vida, pero no de la manera en la que espera.

Después del fatal accidente, Matt se encuentra con sus hijas por primera vez en la vida. Y no es que nunca las haya visto, su inexperiencia e ingenuidad lo han alejado de manera considerable de su propia familia. 

Al principio de la cinta, Matt narra lo igual de complicado que es vivir en un lugar como Hawaii, donde la gente piensa que el sol, la playa, la despreocupación y la buena vida son los ingredientes de la vida perfecta.

Payne no nos enseña todas las maravillas de un lugar como Hawaii. Si bien, solemos asociar a este lugar con el paraíso, el director nos recuerda que este grupo de islas está también habitado por personas comunes y corrientes, llenos de felicidad pero también de incontables problemas y tristezas que no necesariamente olvidan con un poco de sol o bloqueador.

Es interesante cómo Matt se enfrenta distintos tipos de situaciones relacionadas en una misma etapa de su vida. ¿Cómo educar a una chiquilla malcriada? ¿Cómo lidiar con una adolescente rebelde con principios de alcoholismo? ¿Cómo enfrentar la muerte de tu esposa? ¿Cómo afrontar el hecho de que estás a punto de hacer el negocio que te hará rico de por vida? pero aun más importante ¿Cómo entender que tu casi difunta esposa te ha sido infiel?

Con distintos frentes que atacar, Matt comienza a poner en orden su vida. Es curioso como un hecho tan desagradable como la muerte de alguien cercano puede finalmente acomodar todo en su lugar y poner a todos los involucrados a prueba.

Aplaudo como Payne nos regala un puñado de personajes memorables. Aunado a la buena actuación de Clooney, tenemos también a sus hijas. Alex (la más grande) puede caer en el rol de la típica adolescente arrogante pero en lugar de eso, su personaje va más allá de la superficialidad juvenil. Su representación nos deja un buen sabor de boca al ver a una mujer normal, con grandes problemas pero con una personalidad que no pretende nada, más que el bienestar de un padre lastimado.

Los abuelos también cumplen su propósito al mostrarnos otra visión del suceso. Una que tiene sus propios argumentos pero que no ve toda la perspectiva, tal y cómo nos sucede a diario. La niña más pequeña es sin duda uno de los elementos más cómicos de la película y finalmente; el novio de Alex, intenta también ser una cómica adición más, pero falla al ejecutar su papel y terminar siendo lo que generalmente odiamos de las producciones estadounidenses que tratan el tema de la adolescencia.

Payne y compañía han hecho realmente una cinta que clama la sinceridad como principal atributo. La gracia de cada uno de los actores es determinante para el desarrollo de la historia y muy pocos son los altibajos que encontramos.

Me agrada que Payne no quiera que simpaticemos con la convaleciente, su condición es su mejor defensa pero aun así, el sentimiento dista mucho de lo que de verdad nos genera la esposa de Matt.

Finalmente, y algo que realmente me encantó, fue la forma en que el realizador nos presenta Hawaii. Recorremos sus pequeñas calles, conocemos a su gente, nos damos cuenta de su rutina, la amamos, la odiamos. Payne nos acompaña por un recorrido por esta conjunto de islas y no como guía turística, sino como el líder de un grupo de forasteros que darán un vistazo a una población salvaje, inusual, fascinante y que al final, termina siendo idéntica al espectador.

Cuando llega el gran día de la decisión del negocio, nos queda una gran interrogante. ¿Matt realizó su decisión pensando en su tierra o en su esposa? Ya sabrán a qué me refiero.

En las escena final, cuando el torbellino de acontecimientos ha pasado, Matt y sus hijas miran pacíficamente el documental La Marcha de Los Pingüinos, y en él, encuentran lo mismo que yo al ver Los Descendientes: una familia de un lugar del que tenemos un concepto extraordinario pero que para sus habitantes, es su hogar, el lugar del que están orgullosos y del que nunca querrán irse.

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