¿Hasta qué punto podemos aguantar una humillación? ¿Conocemos realmente la línea que separa la cordura de la locura? En Relatos Salvajes, seis individuos completamente ajenos entre sí, pero igual de frustrados por la vida, son sometidos a las situaciones más indignantes que uno pueda soportar, despojándolos de su razonamiento y llevándolos hacia ese lado oscuro y más animal que todos tenemos dentro. Dirigida por el argentino Damián Szifrón (Los Simuladores), y nominada a la Palma de Oro de Cannes el año pasado y más recientemente al Óscar como Mejor Película Extranjera, esta antología, conformada por seis cortometrajes, es una comedia negra que deja al descubierto la salvaje naturaleza del hombre cuando su misma supervivencia se ve amenazada.
"Pasternak", el prólogo de la película, es solo una pequeña e hilarante probada de lo que está por venir. Tras una conversación entre una modelo y un crítico de música que se encuentran a bordo de un avión, estos, y los demás pasajeros, comienzan a darse cuenta que cada uno tiene una conexión con un hombre llamado Gabriel Pasternak, a quien todos de alguna forma u otra humillaron en algún momento de su vida. Así, los pasajeros descubren que están en el vuelo por una desafortunada razón. El desenlace, aunque totalmente disparatado, plantea el tono de lo que viene a continuación, relatos de venganza en donde la víctima se convierte en el victimario, o al menos el intento de hacerlo.
Cada uno de los cortos presentan varios aspectos de la la vida contemporánea de Argentina en donde la violencia, el descontrol y un retorcido sentido de la justicia parecen ser la salida para el asfixiante yugo sociopolítico al que está sometido un país como este. En todos ellos encontramos argentinos de distintos estratos sociales enfrentándose con sus semejantes, sus superiores o incluso ante sus aparentes inferiores. Son estas batallas de la vida diaria a la que el director nos inserta de una manera un tanto cómica, pero igual de convincente. Con ellas, Szifrón nos da una pista de todo lo que puede haber detrás de una simple multa de tránsito o el descubrimiento de un secreto en pleno casamiento.
En estos seis cortos, el director somete a sus protagonistas ante la situaciones más rebuscadas e improbables que podrían sucedernos, sobre todo en una cultura latinoamericana como la argentina. ¿Qué podría pasar cuando nos encontramos en desventaja ante un hombre al que hemos insultado porque no nos dejaba pasar en la autopista? ¿Qué haríamos si tuviéramos la oportunidad de hacerle daño a quién nos ha lastimado terriblemente? En Relatos Salvajes, estos improbables anti héroes llegan al punto más crítico de su paciencia, simplemente ya no pueden más ante tanto abuso. ¿Es este un síntoma de la situación que atraviesa Argentina en estos momentos? Un país que lo tiene todo para seguir adelante, pero, igual que México, se ha visto desfalcado por un interminable grupo de buitres y corruptos que los han sumido en la inestabilidad social y la desgracia económica.
El pequeño contra el grande es un elemento recurrente en estas pequeñas historias. En "Las Ratas", por ejemplo, nos encontramos con una mesera (Julieta Zylberberg) que se ve obligada a atender a un detestable hombre al que identifica como un usurero que prácticamente destruyó a su familia en el pasado. Aunque aconsejada por su compañera de trabajo a castigar al hombre de alguna manera, esta rechaza hacer algo. Sin embargo, cuando esta última toma iniciativa, la mujer se altera demasiado y se asusta bastante, pero muy en el fondo, y tal como su compañera lo hace ver, algo en la mesera le dice que quizá sería mejor dejar las cosas seguir su curso. Aunque pasivamente, la mujer muere por hacer algo al respecto, pero el miedo y la frustración parecen ser una carga demasiada pesada para ella. Por otro lado, en "El Más Fuerte", un sofisticado caballero (Leonardo Sbaraglia) se ve inmerso en una lucha por el poder contra un campesino al que evidentemente la vida no le ha sonreído del todo. Aquí, los papeles se invierten y su violenta y cómica lucha por el poder es la pequeña muestra de esa conflicto social en el que un rico cree que puede hacer con el pobre lo que se le dé la gana. En ambos, todos tienen su merecido.
"Bombita", claramente el mejor de todos, narra los momentos en los que la vida de Simón (Ricardo Darín) cambia para siempre después de que una grúa se lleva su coche de un lugar del que ni siquiera sabía que no estaba permitido estacionarse. Nuevamente, el pequeño contra el grande. Simón es sometido a una exhaustiva serie de trámites burocráticos para poder conseguir su auto de nuevo y pagar las correspondientes multas. Hastiado de la situación y viviendo el pleno desmoronamiento de su vida, la cual irónicamente ha sido sostenida por su trabajo como experto en demoliciones, Simón emprende un acto de rebelión y venganza que le hará sentir un poco mejor, sin importarle las consecuencias que esto conlleve. Desde un punto de vista, "Bombita" bien podría ser la versión cómica de Locke.
"La Propuesta" es el único de estos episodios en donde el drama y la tensión opacan a la comedia notablemente. En este, un niño rico atropella a una mujer embarazada manejando el auto de sus padres. El caso pronto se vuelve de interés nacional, y temiendo por la seguridad de su hijo, los padres idean una coartada que podría salvar al joven de la cárcel. "La Propuesta", con un tono más serio, deja al descubierto el deseo voraz por el dinero y lo podridas y corruptas que pueden llegar a estar las instancias llamadas a resolver este tipo de casos. El planteamiento con tintes dramáticos de qué estamos dispuestos a hacer por nuestros hijos incluso cuando han hecho algo terrible, quizá no sea el más original, pero Szifrón acierta con un desenlace un tanto inesperado en el que todo cae por su propio peso, una lección que los que están acostumbrados a comprar la justicia deberían entender.
"Hasta Que la Muerte Nos Separe" es el relato que cierra la antología. Romina (Érica Rivas) y Ariel se encuentran en la fiesta de su boda. Por azares del destino, esta descubre en plena celebración que su novio la ha estado engañando con una compañera de trabajo. Devastada, horrorizada y al borde de la locura, Romina se desahoga de una manera inesperada y voltea brutalmente la situación para el total desconcierto de Ariel.
SPOILERS ADELANTE
Aquí, ambos personajes pierden completamente la razón, su fiesta se va al demonio, pero por alguna extraña razón, y tras todo el alboroto, hay algo que todavía sigue vivo dentro de ellos. El caos y la revelación de lo más oscuro de su personalidad les ha hecho ver que, después de todo, sí están hechos el uno para el otro. Puede que Szifrón tenga razón, ante tantos problemas que hay allá afuera, lo más oportuno sería quedarse con los nuestros, sin importar que tan detestables sean, y enfrentar a los verdaderos villanos que hacen nuestra vida de cuadritos.
TERMINAN SPOILERS
En momentos en los que un fiscal con información clave ha sido aparentemente asesinado en un caso que está convulsionando a toda la Argentina y que podría involucrar a peces realmente gordos, Relatos Salvajes viene totalmente al caso para recordarnos de quiénes es realmente la culpa, quiénes son los que no están llevando al borde de la locura y quiénes son principalmente los que ya acabaron con nuestra jodida paciencia. Y no solo son los políticos, sino los que creen tener el poder de abusar de uno, los que se ríen de nosotros y los que simplemente no entienden el sentido de la justicia.
Además de las actuaciones, destacando sobre todo la de Darín, hay que alabar dos cosas a las que Szifrón ha puesto demasiada atención: la cinematografía y el uso de la música. La primera queda más que clara con las geniales tomas que nos regala esta película al momento de introducir a cada uno de los personajes. Usando ángulos imposibles y bastante creatividad, la fotografía aporta ese extra que hace de esta algo esplendoroso de ver. La música, por otro lado, es una ecléctica selección que ayuda a contextualizar las situaciones de una soberbia manera y a aportar ese tono cómico o dramático que según se requiera.
Si bien algunos de los cortos son más efectivos que otros, el director argentino logra mantener un hilo conductor a cada momento, y aunque por supuesto hay altos y bajos en esta antología, sobre todo en el último, donde las cosas se extienden más de lo que uno desearía, esta obra, además de ser altamente entretenida, cumple con su cometido al hacernos reír y llevarnos esa ligera sed de venganza a la que todos nos encantaría entregarnos en más de una ocasión.
De los filmes que te deja satisfecho de verlo de principio a fin, la verdad es que la participación del actor Leonardo Sbaraglia, fue la que más interesante me apreció. Por cierto, ahora lo podemos ver en la nueva serie brasileña O hipnotizador, una producción brasileña que sin duda pinta para ser un éxito en este 2015 y donde hace un papel diferente, pero que está dejando huella.
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